Aerolineas Argentinas.

AEROLINEAS ARGENTINAS.

Privatizaciones

Introducción:

Aerolineas Argentina es una empresa de transporte de pasajero, la mas importante a nivel nacional y tambien una compañía lider en America Latina, es la Aerolinea de Bandera Nacional.

Es miembro de la Alianza Sky Team, posee 36 destinos naciones y una extensa red a America Del Sur, El Caribe, America Del Norte y Europa.

Aerolineas Argentina nacio en 1950 por un decreto del Presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro empresas^[1]. En 1979 se transformó en Sociedad Del Estado; once años despues, en 1990, se hizo cargo y cambió su razón social a Aerolineas Argentinas S.A. En 2001 la empresa pasó a manos del Grupo Marsans.                Finalmente, en 2009 la empresa fue nacionalizada y regresó a manos del Estado Argentino.

Aspectos Generales:

En el año 1989 se inició en Argentina un importante proceso de privatización, que involucró a empresas de diferentes rubros e incluso de control social como por ejemplo la emisión de Documento Nacional de Identidad. Todo este proceso se llevó a cabo bajo las pautas de los organismos financieros internacionales (FMI, BID, Banco Mundial).

Los argumentos que se usaron a favor de las privatizaciones fueron varios:

Se necesitaba reducir el déficit fiscal, para eso se entregaba la empresa como parte de pago de la deuda externa, esta medida generaba confianza hacia los agentes económicos y países desarrollados.

El gobierno sostenía que las empresas públicas generaban un alto déficit público, por eso acelerando el proceso de privatización este déficit se reduciría y se lograría la estabilidad perdida.

Debido a la crisis el Estado no podía solventar las inversiones necesarias para encarar las obras de modernización, un motivo más para apoyar las privatizaciones, que facilitarían los medios económicos para cubrir esta necesidad.

Marco Legal:

En agosto de 1989 se sancionaron dos leyes que facilitaron el programa de privatizaciones.

La Ley de Reforma del Estado (23.696) autorizaba la privatización bajo la modalidad de venta, locación o concesión de las empresas de propiedad estatal, también habilitaba la capitalización de deuda como forma de pago.

La Ley de Emergencia Económica (23.697) le otorgaba al Poder Ejecutivo Nacional poderes extraordinarios, con ellos podría legislar, a través del decreto, prescindiendo del Congreso Nacional y derogó las normas que diferenciaban al capital extranjero del nacional.

Para reducir el costo de las empresas públicas y facilitar su venta se llevó a cabo la desmantelación de las mismas. La posibilidad que daban las medidas por decreto permitió que este proceso avanzara con rapidez desde el principio.

Panorama Político:

En 1989 asume la presidencia Carlos Saúl Menem, la economía estaba en descomposición, la deuda externa había llegado a los 63.000 millones de dólares aproximadamente y existía una crisis hiperinflacionaria. En este contexto el nuevo presidente anuncia una serie de reformas estructurales y económicas. Estas reformas respondían a los intereses que ya habían manifestado el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en el denominado “Consenso de Washintong”.

En dicho consenso se recomendaban las disciplinas que se debían adoptar para cubrir las necesidades y las opciones hacia el siglo XXI, algunas de ellas eran tasas de interés positivas determinadas por el mercado, tipo de cambios competitivos, políticas comerciales liberales, mayor apertura a la inversión extranjera y la privatización de las empresas públicas entre otras. A los países que cumplieran con estas disciplinas se les ayudaría financieramente.

En 1991 fue designado como Ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, quien contaba entre sus antecedentes con haber estatizado deudas de grandes grupos económicos privados. El Congreso aprueba la Ley de Convertibilidad Monetaria. Esta ley tenía como eje fundamental:

• Se estableció por ley la paridad cambiara de un peso igual a un dólar.
• Acelerada apertura comercial y total liberación del mercado de capitales.
• Privatización de las empresas públicas, mediante la venta de activos o la concesión de servicios y total retirada del Estado de las actividades productivas.

Hacia fines de la presidencia de Carlos Menem ya no quedaba ninguna empresa en manos del Estado. Si bien se suponía que la actividad privatizadora terminaría con el monopolio estatal, las empresas adjudicatarias se distribuyeron la provisión de servicios y los usuarios se transformaron en rehenes de las empresas, ya que éstas fijaban de manera libre las tarifas, que por supuesto eran siempre elevadas, y también decidieron en donde ofrecerían un mejor servicio, que esto se vio generalmente en las ciudades con mejor capacidad adquisitiva.

AEROLINEAS ARGENTINAS

Introducción:

El proceso de privatización de Aerolíneas Argentinas estuvo marcado desde el inicio por fraudes y denuncias, éstas obligaron a la intervención de la Corte Suprema de Justicia, que tuvo la última palabra. Por medio de un per saltum^[2], un instituto inexistente en nuestro sistema procesal que habilitó en tiempo record el curso libre hacia la privatización.

Antecedentes:

Durante el gobierno de Raúl Alfonsín se había intentado privatizar Aerolíneas con un sistema diferente al del gobierno de Carlos Menem; el proyecto consistía en llamar a licitación y de esta manera elegir al grupo privatizador, el Estado se haría cargo del pasivo de la empresa y el gerenciamiento seria compartido. La asociación se intentó con los escandinavos Scandinavian Air System.

Este proyecto fracasó ya que los escandinavos no se presentaron a la licitación, tenían varios motivos, pues la empresa tenía un patrimonio negativo de 277 millones de dólares y un endeudamiento total de 1084 millones de dólares, su estructura no era apta para la competencia internacional, el Estado no podía hacer frente a las inversiones que se necesitaban para sacar a flote a la empresa, y demás.

Fundamentos y Normativas para la privatización:

Los fundamentos principales fueron capitalizar la empresa para dotarla de aportes y poder modernizar la flota, que ya estaba cumpliendo con los ciclos de vuelos y volviéndose obsoleta; y también se buscaba lograr un gerenciamiento alejado de las prácticas viciosas de la empresa pública.

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