Amor Liquido
Enviado por DenFerMarCas • 7 de Octubre de 2012 • 1.482 Palabras (6 Páginas) • 1.120 Visitas
SOBRE LA LIQUIDEZ EN LOS VÍNCULOS AFECTIVOS
Ana María Ramírez Serna
Egresada y docente de la facultad de psicologíaFUNLAM
El presente texto esta basado en las concepciones de Zygmunt Bauman acerca del amor; sus planteamientos hablan de la fragilidad en los vínculos humanos, de lo leve y de la angustia que esto supone para la experiencia humana. Al hablar en estos términos del amor, Bauman se remite al concepto de lo líquido, entendiendo este como lo que fluye, lo ligero, lo que es difícil de consolidar, lo liquido, esta en oposición a lo sólido y a lo denso; este último concepto lo utiliza en su texto “Amor liquido” para hablar de la unión, de la consolidación de los vínculos, es decir, un vinculo denso, es sinónimo de unión. Este ensayo tiene como eje central la pregunta por el amor en la contemporaneidad, a propósito de esto y a manera de introducción (Bauman,
2005: 7) en su libro afirma:
Este libro procura desentrañar, registrar y entender esa extraña fragilidad de los vínculos humanos, el sentimiento de inseguridad que esa fragilidad inspira y los deseos conflictivos que ese sentimiento despierta, provocando el impulso de estrechar los lazos, pero manteniéndolos al mismo tiempo flojos para poder desanudarse.
Este párrafo es el planteamiento central del libro “Amor liquido”, donde se evidencia la ambivalencia como el sentimiento que identifica muchas de las formas de relación en esta contemporaneidad, el deseo de establecer vínculos que satisfagan la necesidad de compañía, de seguridad, en una sociedad que se caracteriza por lo inestable y lo cambiante; al tiempo que se sospecha constantemente del estar relacionado, de las palabras “para siempre”, y “compromiso”, porque esto puede generar tensión y resultar finalmente en una carga que limite la libertad. “En este mundo las relaciones son bendición a medias, oscilan entre un dulce sueño y una pesadilla y no hay manera de decir en que momento una se convierte en la otra” (Bauman, 2005:11)
Esta ambivalencia que caracteriza los vínculos, de los habitantes de la vida liquida, pone de manifiesto lo complejo de las relaciones humanas y es por esto que las maneras de establecer vínculos, de relacionarse con los otros se ha convertido, quizás en el tema más importante, en el centro de atención de los proyectos de vida.
Sobre la pregunta por el amor
Es común encontrar que muchas personas manifiesten la posibilidad de enamorarse y desenamorarse más de una vez; se habla de una capacidad para entablar relaciones, se prevé que el amor actual no es el último y se espera que el próximo sea aun mejor. Se puede considerar también que crece la cantidad de personas que tiende a calificar de amor a más de una de sus experiencias vitales (Bauman, 2005:19)
No es que más gente este a la altura de los estándares del amor en más ocasiones, sino que esos estándares son ahora más bajos: por esto el conjunto de experiencias denominadas como amor se ha ampliado. Relaciones de una noche son descriptas por la expresión “hacer el amor”
Esta abundancia de aparentes experiencias amorosas da la sensación de que enamorarse, entendiendo este término como el acto de ejercer el amor, es una destreza que se puede aprender; incluso se puede creer que la capacidad de enamorarse aumenta con la práctica, es decir, a mayor número de relaciones establecidas mayor ejercitación en el arte del amor y mayor capacidad de amar de una mejor manera a la nueva pareja.
Sin embargo, esto es una ilusión, ya que lo que se obtiene de esta serie de relaciones convertidas en una cadena de episodios amorosos, en la mayoría de las ocasiones intensas, breves e impactantes, es terminar rápidamente una para volver a empezar otra desde el principio. Es así como estas experiencias están atravesadas por la fragilidad y la levedad, generando angustia como resultante de esta liquidez.
Esta situación se puede comparar con la experiencia cuando se patina en un hielo fino, la salvación, lo que da sostén es la velocidad. Así mismo, se evidencia que lo que sostiene a muchas de las personas en la época de lo liquido es lo vertiginoso, lo ligero y con ello lo rápido y fugaz de las relaciones; de esta manera mantener la velocidad, que antes era toda una ventura dichosa, se convierte en una obligación para no caer, en un deber que finalmente termina por agotar.
Acerca del aprendizaje se puede decir que se aprende más fácilmente a desempeñar una actividad que tiene un conjunto de reglas invariables, para
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