Analisis De Masas
Enviado por enzovaldez • 7 de Agosto de 2013 • 2.181 Palabras (9 Páginas) • 356 Visitas
El periódico fundado por Guillermo Lora
50 años de Masas
por César Fuentes
¿Un libelo conspirador o diario de combate? El periódico del POR es ambas cosas a la vez, responde Guillermo Lora, director del vocero partidista que en medio siglo no ha dejado de convocar a la destrucción de la gran propiedad privada para ir hacia el comunismo. Masas fue y sigue siendo un medio de difusión de ideas y un instrumento que también cumple tarás organizativas. Muchos militantes trotskistas escribieron en sus páginas y en los años 50 fue ilustrado por el mítico muralista boliviano Miguel Alandia Pantoja
Archivos | La Paz (Bolivia) | 28 de noviembre de 2004
Entre las decenas de publicaciones partidistas que aparecieron en el siglo pasado, la mayoría de vida efímera, una destaca como caso excepcional por su edición regular en los últimos 50 años y porque mantiene casi inalterables la línea opositora y un contenido por demás provocador.
Masas, el periódico político del Partido Obrero Revolucionario (POR), fue incubado en la efervescencia revolucionaria de los 50, cuando los obreros derrotaron al ejército; en los 70 actuó como vocero de la nueva irrupción de las masas y de la Asamblea Popular; eludió la censura de las dictaduras y a mediados de los 80 se convirtió en uno de los pocos medios que enfrentó al neoliberalismo.
Ya sea como revista, semanario, diario o panfleto conspirador, y pese a la represión y al boicot de los gobiernos de turno y de grupos de la misma izquierda, Masas sobrevivió cinco décadas turbulentas cumpliendo la función permanente de voz altisonante y sin dejar de convocar a la destrucción de la gran propiedad privada, a derribar a la burguesía e instaurar la dictadura del proletariado para ir hacia el comunismo. Y tal osadía le ha condenado al aislamiento.
Iracundia frente a la frustración
La iracunda crítica que caracterizó a Masas desde su nacimiento tiene mucho que ver con la frustración que significó haber visto al nacionalismo apoderarse de una revolución proletaria gestada tiempo antes.
Ya en 1946, dos años después de la fundación de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), representantes mineros reunidos en Pulacayo aprobaron por unanimidad la Tesis que convoca a tomar el poder para instaurar un gobierno obrero. Meses después un bloque de dirigentes mineros y de izquierda se presentó a las elecciones y consiguió cinco diputaciones y dos senadurías.
Los miembros del Bloque Minero Parlamentario, entre ellos Juan Lechín Oquendo y Guillermo Lora, desarrollaron desde sus escaños una gran campaña para reemplazar al ejército por milicias obreras, pero la oligarquía los desaforó, encarceló y luego los expulsó del país.
Cuando por fin se pudo derrotar al ejército y consolidar el ansiado poder obrero con la creación de la COB el 17 de abril de 1952, éste terminó sosteniendo a Víctor Paz Estenssoro. Masas debutó entonces con el objetivo de narrar el agotamiento del MNR, un partido que había nacido en 1940 proclamando consignas antiimperialista y antinorteamericanas y que terminó como el mejor aliado de la potencia del norte.
Las etapas de Masas
La ruptura entre el trotskismo boliviano y Michel Pablo, dirigente de la IV Internacional que pedía colaborar con el nacionalismo, supuso la pérdida de Lucha Obrera, el diario trotskista que se editaba desde 1947. Fue entonces que el POR se dotó de un órgano de difusión propio al que llamó Masas, pensando que estaría dirigido a los trabajadores más que a los intelectuales.
El primer número de Masas, una publicación de cuatro páginas de 19 x 27 centímetros, aparece el 31 de octubre de 1954 durante el Primer Congreso de la COB denunciando que la burocratización comenzaba a corroer a los sindicatos. En ese momento, el MNR penetraba a la organización laboral intentando reemplazar la Tesis de Pulacayo, el documento con el que nació la COB, por la Tesis de Ayopaya, que no era nada más que un mensaje a los habitantes para las elecciones, una especie de proclama electoral redactada en Palacio de Gobierno.
La clase obrera había ingresado en una momentánea depresión; los campesinos trocaron su espíritu de lucha y se adhirieron al gobierno movimientista, mientras que la COB se esclerosó. En esas condiciones, entre el aislamiento y la persecución, Masas debutó luchando contra la poderosa maquinaria del nacionalismo. “Era una osadía enfrentar al MNR, un partido de masas; otras agrupaciones de izquierda nunca se atrevieron a denunciar el contenido burgués del régimen. Fuimos los únicos en Bolivia que le dijimos al MNR cuando era poderoso que acabaría de rodillas ante los yanquis. Pero se reían los tipos, pensaban que era una locura de los jovenzuelos del POR, nos decían locos, que hablábamos disparates; nos veían con mucho desprecio”, recuerda Guillermo Lora, director de Masas desde su fundación.
Si la primera etapa de Masas se caracterizó por la confrontación con los primeros gobiernos del MNR, la segunda época fue signada por la polémica con el foquismo entre los años 64 y 68, cuando el terrorismo individual había ganado posiciones importantes en filas de la pequeña burguesía, particularmente estudiantiles y universitarias.
Masas tuvo que adoptar entonces rasgos de revista y dedicarse con preferencia a cuestiones teóricas referidas a las “desviaciones de la izquierda” y a la polémica con la ultra izquierda, “una de las expresiones del radicalismo pequeñoburgués que se agazapaba en el elitismo y en la sustitución del programa y la teoría por la acción aventurera”.
Poco tiempo después, el periódico trotskista alertó que el militarismo (donde campeaban las células militares del MNR) constituía el peligro mayor, pues importaba la amenaza del fascismo en su versión gorila. En los 70 se convirtió en vocero del proletariado minero, del Comando Político de la COB y de la Asamblea Popular.
El golpe de 1971 empujo al movimiento obrero a la clandestinidad y Masas tuvo que editarse en exilio. Aumentó sus páginas a 24, acentuó su carácter de revista, y comenzó a imprimirse en multicopia.
De revista a panfleto agitador
A lo largo de su historia, el periódico del POR adaptó su forma y varió el ritmo de difusión según las condiciones históricas. Tuvo rasgos de periódico y de revista en períodos de derrota política y durante las grandes convulsiones sociales ganó las calles como un agitador.
Masas apareció como una publicación mensual, luego se difundió cada 15 días, pero la mayor parte de su existencia fue semanario. Salió a diario durante la Asamblea Popular, la revolución universitaria de 1970, el congreso de la COB de 1979 o los golpes de 1971 y de 1980. En la dictadura de García
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