Aniversario
Enviado por Dixicambri • 27 de Octubre de 2013 • 479 Palabras (2 Páginas) • 262 Visitas
Es un agrado poder manifestar sentimientos de gratitud y ciertas reflexiones con respecto al Centro Educacional Santa Lucía. La mayoría de los alumnos jóvenes y adultos llegamos a este lugar, solicitando ayuda, ya sea por enfermedades congénitas o algún accidente traumático, si bien buscamos amparo y comprensión, lo primero que evidenciamos es el compromiso para con nosotros mismos, no ser pasivos, ni victimizarnos frente al medio, porque carecer de visión o poseerla defectuosamente, no nos invalida para desarrollarnos en todas nuestras potencialidades. En este lugar, al resguardo de profesionales competentes y dedicados, encontramos las primeras llaves para abrir diversas puertas, emprender proyectos, egresar con la convicción reforzada de batallar, frente a todas las vicisitudes, tan propias en/de estos tiempos, donde la competitividad vertiginosa parece aturdir nuestra espiritualidad.
En esta Escuela, nos encontramos con un variado equipo humano en las diversas áreas, como administración, aseo, casino, profesores, socios colaboradores y tantos que invisiblemente aportan con su granito de arena, los cuales dan luces, apuestan, creen en nosotros, no nos excluyen.
A su vez, la optima infraestructura, los contenidos da cada taller, los materiales entregados, las actividades fuera del establecimiento, retroalimentan los conocimientos y dan cuenta de una continua preocupación.
Sin embargo la tarea no es fácil, contrariamente a lo esperado, muchos abdicamos en el intento, es cierto que nuestro nivel de frustración es mayor, que nos volvemos extremadamente sensibles o nos dejamos llevar por el abatimiento y la mediocridad, la inasistencia es manifiesta, a veces justificada por tramites o enfermedades que obligan a estar en reposo u hospitalizados y otras por problemáticas psicológicas.
Por lo tanto, nuestros profesores son los que a menudo deben colmarse de paciencia o vocación real, al enfrentarse a diversos escenarios contradictorios, recordemos que también funciona el internado cuyo manejo y operatividad no es una tarea menor.
El mundo de los ciegos, en nuestro país, en cuanto a inserción/ inclusión social, aún es una constante/un constante desafío y somos nosotros los agentes activos que debemos de cambiar los paradigmas. Es mi deseo que el Centro Educacional Santa Lucia, siga siendo un ejemplo de altruismo, la mano amistosa que me levanto/ me supo levantar, cuando solo quise seguir cayendo.
Para finalizar les leeré un fragmento del hermoso libro titulado “ El sonido de los Colores” de Jimmy Liao, cuya narración trata de una niña que queda ciega a sus quince años y cómo va acostumbrándose a su nueva condición, en tanto recorre por el metro, la ciudad. Dice así:
Ahora ya no tengo que pasar sin ello: todos los colores se traducen en sonidos y olores. Y resuenan como melodías de belleza infinita. ¿Para qué quiero un libro? El viento hojea los árboles
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