Articulo Academico

Establecimiento de jardines de niños en Estados Unidos

Daniela Liliana Cruz Beltrán

CAMEM Toluca

Toluca, México

Lily_nice_girl@hotmail.com

Resumen:

El movimiento para establecer jardines fue asimilado por el comité de examinaciones, y es ahí donde esta institución se visualiza como un medio para generar estructura política y social en los infantes, así da inicio la capacitación de educadores por medio de programas privados y normales para maestros.

Palabras clave:

Educadora: aquella encargada de la enseñanza de los infantes, algunas de sus cualidades son su capacidad de adaptación al entorno y desarrollo infantil, amplia cultura general y su amor por los niños.

Capacitación: proceso por el cual los educadores adquieren nuevos conocimientos, actualizaciones de planes de estudios y reafirman sus conocimientos previos.

Jardines de niños: son instituciones educativas cuyo fin es llevar al niño a generar hábitos correctos de pensamiento, palabra y acción.

Jardines públicos: son aquellos jardines de niños establecidos en zonas de escases económica, en México existen en todo tipo de zonas y están ocupados principalmente por niños cuyas madres trabajan.

Niño: persona de corta edad que puede ser moldeada y esculpida, su manera de aprender es mediante procesos naturales y asimilación inconsciente, así asimila y adopta las tendencias de la estructura social, política y cultural.

Introducción

En este escrito se habla sobre el comienzo de un movimiento de estructuración respecto a los jardines de niños en Estados Unidos, la asimilación en el sistema educativo de estas instituciones propició debates sobre la administración de estas, la jurisdicción, los presupuestos, horarios y tamaño de los grupos. Los jardines de niños luchaban por mantener algunos rasgos de su enfoque educativo particular, no obstante los debates llevaron a conclusiones individuales y locales que gradualmente hicieron que los jardines se volvieran más semejantes a los sistemas escolares en los que se incorporaban. Uno de los más grandes retos que se presentaba ante esta naciente institución era el tipo de pedagogía que habría de prevalecer en ellos, y su relación con la educación primaria.

Esto se desarrolla en un contexto económico estableciendo que cada dólar invertido en los jardines de niños es el mejor dólar invertido por los contribuyentes, y analizando en tres ciudades diferentes las necesidades económicas y culturales de las mismas, tomando como principal elemento salarios e infraestructura institucional. Así como en un contexto cultural hablando de los indocumentados y la necesidad de americanizarlos, tomando en cuenta la flexibilidad y la facilidad de moldear pequeños los jardines de infantes fueron empleados para que los niños adaptaran por mimesis la estructura social y política de la nación norteamericana. Finalmente se analizara brevemente los inicios de la capacitación de educadores y como esta está íntimamente relacionada al correcto funcionamiento institucional y a la labor social de los jardines de niños en Estados Unidos.

Desarrollo

Una historia de tres ciudades

Boston

En 1887 Pauline Agassiz Shaw solicitó al Comité de Escuelas de Boston someter a su consideración la posibilidad de que el sistema escolar público adoptara a sus jardines de niños. En 1888 el Comité de Escuelas de Boston asignó 20 000 dólares para los jardines de niños públicos.

La clave para establecer los jardines de niños públicos consiste en probar su costo-efectividad. Si los jardines de niños tenían sentido financiero, entonces éstos serían adoptados. Gracias al éxito del experimento de financiamiento privado de Shaw, los 20 000 dólares requeridos para financiar los jardines públicos de Boston "llegaron tan fácilmente como del bolsillo del Juez Draper.

Chicago

En las ciudades más pobres, si "el gasto anual de educación de un niño de jardín de niños es tan elevado como lo es en la preparatoria, estamos ante una muy válida objeción al jardín de niños". Según Harris, la única manera de "conseguirlo barato" era formando grupos muy grandes y contratando ayudantes y asistentes. Harris sostenía que un sistema con sólo una maestra capacitada por clase había reducido los costos.

No obstante los recortes al gasto de jardín de niños, en particular a los salarios de las maestras, crearon otros problemas. En 1892 el consejo de educación adoptó algunos jardines de niños que fueron patrocinados por la Asociación Froebel de Chicago, de Alice Putnam y por el Colegio de Jardines de Niños de Chicago, de Elizabeth Harrison. En 1895 se aprobó una ley que permitía crear jardines de niños públicos y su número aumentó rápidamente. Una parte de este crecimiento, fue subsidiada por las maestras de los jardines quienes recibían salarios mucho menores a los de las maestras de primaria, y las asistentes de jardín de niños recibían la mitad de dicha cantidad y ninguna de ellas recibía incrementos anuales. En enero de 1898, las maestras de jardines públicos de Chicago formaron un club para "elevar el 'honor y dignidad' de las maestras de jardín de niños como mujeres progresistas demandando que se nos den los privilegios que por derecho nos corresponden". Otras maestras urbanas comenzaban a afiliarse a los sindicatos obreros en lugar de a las asociaciones profesionales de clase media.

Nueva York

El ímpetu para la adopción de jardines de niños por parte de las escuelas públicas de Nueva York provino de una organización privada de caridad, la Asociación de jardines de Niños libres de Nueva york. El acaudalado comerciante Daniel S. Remsen y su esposa decidieron hacer algo al respecto. Se pusieron en contacto con la progresista reformadora social y miembro del consejo de educación, Grace Hoadley Dodge, quien a su vez los puso en contacto con Angelina Brooks, partidaria del jardín de niños. Los Remsen y un grupo de amigos suyos se encontraron más tarde con el editor de The Century, Richard Watson Gilder, quien empezó a hacer publicidad a favor de la causa y fungió durante tres años como presidente de la Asociación de Jardines de Niños Libres de Nueva York.

Una vez integrados a las escuelas públicas de Nueva York, lo que determinó la orientación de los jardines de niños fueron la eficiencia y estructuras burocráticas existentes, no la ideología reformista que había regido a los jardines de niños de caridad. Sin embargo sólo se abrían jardines públicos en las escuelas que contaban con espacio y no estaban en las áreas más pobladas o necesitadas, ya que esto habría costado más y reducido el presupuesto de los programas

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