Aspectos económicos de la República Aristocrática (1895 – 1919)

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

Aspectos económicos de la República Aristocrática (1895 – 1919) 

La República Aristocrática fue un periodo concentrado entre los años de 1895 a 1919, que inició con el gobierno de Nicolás de Piérola y contó con un Estado Oligárquico, por lo que el «poder» se encontraba bajo criterios de la clase alta. Durante este periodo existieron aspectos económicos que fueron diversos y de gran relevancia. De todo ello, sobresale la inversión de capital extranjero en la economía peruana, que alcanzó un incremento considerable en la explotación de los recursos. Así mismo, se aceleró la industrialización del Perú, debido a la implementación de maquinarias para la agilización de procesos productivos. De igual manera, resaltaron la agroexportación, la inversión extranjera, la minería, el poder político y los «booms económicos» (algodón, caucho, azúcar), que mantuvieron una relación directa, principalmente, con los países Estados Unidos y Gran Bretaña.    

En primer lugar, el desarrollo de las empresas exportadoras se reflejó en el crecimiento económico, ya que contaban con una mayor expansión comercial y se consideraron “menos nacionales”. Por ello, los acontecimientos sucedidos años anteriores contribuyeron a que sea posible la comercialización externa. Por ejemplo, el Contrato Grace en 1889 promovió las entregas con países extranjeros. Contreras y Zuloaga (2014) afirma: “No solo ocurrieron en gran medida bajo la conducción de capitales extranjeros, sino porque la moderna tecnología desempleó muchos recursos internos que hasta el momento habían conseguido que las exportaciones transmitiesen efectos multiplicadores” (pp. 214-217). Mediante esta afirmación, se explica el crecimiento y desnacionalización empresarial por medio de nuevas actividades exportadoras como el petróleo (compañías nuevas como “Lobitos Oil Company” e “International Petroleum Company”, lanas del sur (duplicaron su producción), minería (exoneración de impuestos), la banca (financiamientos extranjeros) y movimiento obrero (horario laboral). Sin embargo, cabe recalcar que este crecimiento desarrollado solo favorecía a una parte de los ciudadanos quienes eran los hacendados, oligarcas civilistas y gamonales.         

En segundo lugar, la situación del mercado laboral peruano fue lamentable, complejo y lento, porque la gran demanda comercial causó la consideración indispensable de la mano de obra. Esto fue causado por los campesinos que migraban hacia las haciendas y minas convencidos por los enganchadores. En ese sentido, Contreras y Zuloaga menciona que se evidenció diferentes estrategias que utilizaban los enganchadores para conseguir la mayor cantidad de trabajadores requeridos por los empresarios. Sin embargo, cuando confirmaron que el trabajo era ajeno a lo asegurado, hubo disputas entre todos los involucrados. (2014, pp. 214-217) Las empresas retenían a los trabajadores con excusas cuando su contrato ya había expirado, con el fin de seguir cubriendo la demanda de estos. Por lo tanto, sufrían de abusos mientras trabajaban “sin fin” en deplorables condiciones. Por ejemplo, los nativos de la Amazonía eran obligados a trabajar a cambio de no ser agredidos físicamente.  

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