Buen Gobierno

El concepto de un buen gobierno ha venid ganando aceptación en los organismos internacionales y en muchos países alrededor del mundo: “Good governance” dicen los de habla inglesa, este concepto implica un gobierno cercano a la sociedad, un gobierno respetuoso de la legalidad, honesto, transparente y eficaz y un gobierno consciente de su misión de promover el desarrollo humano y social. Este gobierno debe tener en el centro de todas las acciones que realiza al ciudadano.

La Agenda de un Buen Gobierno es una agenda ambiciosa que pretende ser una respuesta a las necesidades y expectativas del pueblo de México, es la forma de afrontar con éxito la creciente globalización en todos los órdenes de la vida mundial, es la manera de lograr una organización política y administrativa que haga uso racional y oportuno de sus recursos, que finalmente provienen de los impuestos de los mexicanos.

Se ha diseñado entonces la Agenda Presidencial de Buen Gobierno, bajo seis estrategias fundamentales: un gobierno honesto y transparente, un gobierno profesional, un gobierno digital, con mejora regulatoria, de calidad y que cueste menos.

Esta agenda está concebida como la agenda que el conjunto de los servidores públicos debemos aplicar en todas y cada una de nuestras acciones, a fin de modernizar la gestión pública, cumplir con las metas y, sobre todo, servir plenamente a la sociedad.

Una gran faltante en la agenda, por lo manera explicita, es la democratización de la gestión pública como un gran eje articulador, como un detonador de las demás estrategias. La democratización de la gestión pública es un asunto relevante en todos los países latinoamericanos, que México forma parte muy importante de este conglomerado de países iberoamericanos, agrupados, por ejemplo, en el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, el CLAD, cuyo presidente, por cierto, es un mexicano, el licenciado Ramón Muñoz.

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