Bullying presente en los colegios de Santander

“No te preocupes, ya hay más interesados por ti”

Bullying presente en los colegios de Santander

Santander busca medidas para superar el bullying en jóvenes

En Santander se ve evidenciado el incremento de adolescentes y niños que son víctimas del bullying, cada día llegan nuevos casos de trastornos psicológicos de jóvenes que recurren a buscar ayuda por esta situación; debido a estos acontecimientos se ha tomado mayor prevalencia a este tema buscando nuevas alternativas que afronten esta problemática.

Todos mencionan que la mejor época de la vida es el colegio, molestar en clase, distraerse, aprender cada día algo nuevo, salir al recreo y correr por todos los pasillos y conocer nuevas personas quienes más adelante serán las amistades más sinceras y reales que perduran para toda la vida. Así piensan la mayoría de las personas, pero la verdad es que hay una cara de este entorno del cual no todos saben y que es preocupante ya que ha llevado a situaciones extremas. Para algunos es una dicha ir al colegio, para otros quizá la mayor tortura.

Diariamente en los colegios de Bucaramanga, se ve reflejado el maltrato hacia los estudiantes por los mismos compañeros de clase. Ha esto se le es llamado “bullying” cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Normalmente se dan en edades de 12 a 13 años y la mayoría al sexo masculino.

El bullying se puede caracterizar por medio de 3 intermediarios que serían el agresor que tiende a ser una persona dominante, posesiva y con mucho poder físico, el victimario, una persona débil, tímida y con problemas de autoestima y los observadores que son quienes participan visualmente. Las causas principales por las que se genera el rechazo es por la diferencia de clase, raza, género, cultura, sexualidad, opiniones y capacidades.

Cada mañana un niño es saboteado o maltratado ya sea verbal o físicamente por sus compañeros de clase, es intimidado hasta llegar al punto de inventar pretextos para no acudir a la escuela, pues le da pánico el simple hecho de llegar a ella. Estos casos generalmente logran invadir psicológicamente al agredido, formando a una persona depresiva, anti social y con pensamientos suicidas.

En Piedecuesta estudiaron el caso de varias víctimas, donde se demostraba que el 80% de los colegios públicos sufrían de bullying. Esta situación es alarmante; ha incrementado desde el 2011 al 2014 el número de niños que han sido maltratados por sus compañeros, por ahora se busca lograr una disminución de este fenómeno.

Precisamente la Universidad Pontificia Bolivariana, quiso estudiar a fondo estos casos y ver la causa de ellos para lograr que los victimarios terminaran de ser agredidos. Con el apoyo de varios docentes comentaron que la mayor parte de estas agresiones eran con un 11% verbal, un 4% físico y muy poco por medio de las redes sociales.

Con este proyecto lo que se busca es lograr una estrategia donde los colegios registren este tipo de agresiones, por el contrario sino cumplen con el reglamento serán sancionadas las instituciones. También se pretende que se pueda identificar el ‘bullying’ escolar, para promover espacios de intervención frente al acoso escolar, brindar charlas de las cuales concienticen a los estudiantes y se den cuenta de las consecuencias que pueden causar estas burlas.

En el colegio San Patricio de Floridablanca, se presencia un gran índice de bullying o acoso escolar. Hablando con los estudiantes cuentan que en el colegio se han sentido las consecuencias de este maltrato, llevando a algunos miembros de la institución a distintos traumas severos, que han terminado en tratamientos psicológicos.

La mayor causa de matoneo de los que se presenta en los colegios públicos y privados es cuando poseen incapacidades mentales, un gran ejemplo de este problema es Camila, una niña de 13 años, quien cursaba quinto grado, con dificultades de aprendizaje. Era agredida verbalmente, con comentarios ofensivos y diferentes apodos como “mi nona, la loca, acuagirl, la mapri”. Ella en medio de su inocencia creía que esto era un juego, cayendo en la burla inconscientemente, así duro 3 años en este colegio hasta que no aguanto más y los papas decidieron alejarla ya que le estaba incrementando sus problemas de aprendizaje agregándole dificultades emocionales. Después de retirarse del colegio, Camila estuvo en un tratamiento psiquiátrico durante varios meses.

Allí no existe la autoridad en el estudiante, pues ellos pueden hacer y deshacer con sus compañeros e incluso con los profesores, tanto al estudiante como al profesor se le lanzan palabras ofensivas en todo momento, sin ninguna sanción.

La preocupación del avance de este tipo de comportamiento agresivo dentro de la sociedad ha llevado a distintos grupos de psicólogos a estudiar con detalle estas conductas, mencionando que una de las causas por las cuales los niños están siendo tan violentos, viene a raíz del entorno familiar en el que se encuentran. También que una parte de los agresores se manifiestan de esta manera para lograr llamar la atención y esa inseguridad que poseen la reflejan menospreciando a las víctimas para sentirse superiores. La psicología ha intervenido en este problema creando estrategias de recuperación

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