CAMBIO PERSONAL “Sueño o Miedo al Cambio”

“Sueño o Miedo al Cambio”

Creo que la mejor manera de empezar una síntesis de mi reflexión es relatando una experiencia personal, que de pronto siento que guardé por mucho tiempo. Éstos acontecimientos que pasé en mi vida, debí escribirlos hace mucho tiempo, por que creo que así no hubiese postergado las oportunidades, ni los tiempos en los cambios en mi vida profesional y personal, hasta me atrevería a decir que mi vida hubiese mejorado como hasta ahora siento que lo estoy logrando.

Convencida, de mis pensamientos, siempre expreso y digo: ¡¡nunca es tarde para soñar!! y es así que  tomé la decisión de hacer un cambio en mi vida. En el aspecto laboral, renuncié a mi estabilidad ya que formaba parte de una entidad gubernamental  muy reconocida en el norte de mi provincia, a nivel nacional y mundial. Una entidad  que  me albergó por un periodo de 9 años, trabajé con mucho compromiso, entusiasmo, lealtad y ética profesional, cuidé hasta los recursos económicos, del presupuesto asignado, llegué a defenderla de aquellos malos trabajadores que buscaban lucrarse y aprovecharse de los cargos. En resumen, quiero y recuerdo mucho a mi Proyecto.

El querer y recordar a mi entidad, es por el trabajo en conjunto que hicimos, por lo aprendido y por las experiencias que logramos obtener durante estos largos años, siento que parte del trabajo en equipo, quedó plasmado, quedaron como enseñanzas de los que ahora nos recuerdan los trabajadores.

Por ello, deseo relatar una experiencia de aproximadamente 4 años, postulé a una convocatoria realizada por una entidad de los que pocos se atreven,  sin duda y sin miedo me presenté, asumiendo lo difícil y/o exigente que era la evaluación, desde la presentación de los documentos, exámenes, entrevistas previas, resultados por etapas, llegando a las finales para la entrevista del Directorio; y así definir si la vacante era mía o la de mi  contendor.

En la entrevista, sentí un trato injusto y fuerte,  nada agradable, a pesar de las respuestas dadas yo quería que eso acabara, quería salir corriendo, terminé decepcionada por que sentí que no calificaría, por todo lo que había pasado estaba segura que sería así.

Efectivamente no pasé, me quedé con el trago amargo de haber llegado a la etapa final y sin obtener la vacante, pero a la vez me quede con la satisfacción de haberlo intentando, los resultados no fueron más que saber en qué nivel me encontraba de conocimientos y experiencias, eso fue bueno.

Pero hubo algo que me quedó y no fue fácil: ¡¡¡ volverlo a intentar!!!

Transcurrieron los años, en las que seguía en mi vida de confort, seguir con lo mismo, la misma rutina, me sentía atada al cargo, atada a las dificultades, atada a las envidias, seguir rodeada de gente conformista, salir y entrar de un ambiente que sentía intoxicarme. Ya no era tan expectante llegar  y hacer lo mismo, es como que la rutina invadía cada día, me sentía sin ánimo y sin ganas de continuar, más aún se incrementó cuando ingresa a la entidad un nuevo gobernante, que viene con miras de cumplir sus compromisos con todo aquello que le venga en gana, de pronto observas, reaccionas y eso no es lo que quieres para tu entidad, en la que añoras y  sueñas que cada día mejore.

Ante los hechos de injusticias, desorden, inestabilidad, incertidumbre, sin mejoras salariales, sin oportunidades,  de pronto reflexionas y dices esto no va conmigo, nadie de tu alrededor cree que uno quiere irse, nadie cree que uno es valiente y decide renunciar, así que piensas y te preguntas ¿Cuatro años, esperar un cambio de gobierno? No! Yo me voy, yo decido irme, algo difícil pero no imposible de soñar a un cambio, a una nueva búsqueda de oportunidad laboral, en la que sueñas y sientas que te valoran por lo que eres, por lo que sabes, confiar en uno mismo es importante por que sabes que  brindaras tus experiencias, por que quieres seguir esforzándote, por que quieres ver mas allá, mostrar y dar lo mejor de ti.

Así que tomar la decisión no fue tan fácil por que siendo mujer, siendo madre de 4 hijos, siendo responsable del 50% del presupuesto familiar, decides renunciar!!! La verdad que fue de valientes aquella decisión.

De pronto pasa por tu mente y te preguntas, si será así de rápido encontrar una oportunidad laboral, si lo que encuentras cubre tus expectativas laborales, piensas en tu entorno, piensas si te adaptarás a la ciudad, al alto costo de vida, al ruido, a la contaminación, al peligro, etc.

Lo que debo rescatar y hago resaltar a mi familia (mis hijos), que SOY una mujer  perseverante, valiente, soñadora y ambiciosa que cuando me propongo a alcanzar un sueño, sin miedo logro lo que mi mente proyecta.

...