“CASAS DE INTERÉS SOCIAL: ¿VIVIENDAS DIGNAS?”

ÉTICA PERSONA Y SOCIEDAD

ENSAYO FINAL

“CASAS DE INTERÉS SOCIAL: ¿VIVIENDAS DIGNAS?”

25 DE NOVIEMBRE DEL 2015.

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La vivienda forma parte de las necesidades básicas del hombre y es, sin duda, una de las primeras que se busca satisfacer. Desde hace tiempo, un gran sector de la población mexicana se auxilia de financiamientos, tales como los créditos INFONAVIT, FOVISSSTE, FONHAPO, entre otros, para poder obtener una vivienda digna. De acuerdo a información presentada por la PROFECO,  en 2010 el 57% de la población que adquirió una casa nueva recurrió a dichos créditos (PROFECO, 2010). También existen constructoras que se especializan en la construcción de las llamadas viviendas de interés social, éstas son casas pequeñas a precios accesibles. Desafortunadamente, en muchas ocasiones, las viviendas que los crédito habientes adquieren están lejos de ser una vivienda digna. Casas “huevito”, disfuncionales, situadas a las afueras de la ciudad, lejos de muchos servicios necesarios y además construidas con materiales de mala calidad. Con esto, las constructoras buscan construir con bajo presupuesto para así obtener ellos una mayor utilidad.

En mayo del 2015, el programa de televisión Punto de Partida presentó el reportaje “Casas de unicel” el cual muestra a un grupo de vecinos molestos y dispuestos a demandar civil y penalmente a la Constructora Urbi Desarrollos S.A de C.V responsable de la construcción del fraccionamiento Villa del Real en Tecámac, Estado de México. Desde un principio fueron engañados respecto a los materiales utilizados. Las 6,000 casas que conforman este fraccionamiento tienen losas hechas de unicel y una delgada capa de concreto, lo que, con la humedad y el paso del tiempo, provoca que la losa literalmente se caiga a pedazos. Las tejas del exterior son láminas que con el viento se vuelan y además existen irregularidades en el proceso de urbanización de la colonia.

El Arq. Javier Sánchez (2012) señala en su  publicación La vivienda “social” en México, que el principal limitante para la construcción de viviendas económicas es el bajo presupuesto, por lo tanto éstas serán de reducido tamaño, además de que se buscan predios en las periferias de las ciudades, lo que  trae complicaciones de trasporte, servicios, etcétera, para el desarrollo de las actividades diarias de los habitantes. También menciona que la gran mayoría de las personas que acceden a estos productos perciben apenas 4 salarios mínimos, los cuales crecen cada vez a menor ritmo. Esto resulta en una tendencia en la reducción de los espacios y la utilización de materiales de baja calidad.  

Mucha gente invierte todo lo que tiene en tener un hogar, sin embargo, con estas condiciones su patrimonio no durará más de 20 años. En este caso, la Constructora Urbi sólo buscó su beneficio propio al usar materiales de pésima calidad y después inflar el precio para así obtener más ganancia. Pero esto, ¿a costa de qué? Ahora existen 6,000 familias afectadas, muchas de las cuales, probablemente, sigan pagando una casa que se cae a pedazos además de todo el dinero gastado en reparar todos los desperfectos, las vidas de las personas que habitan estos inmuebles corren riesgo, entre otras cosas. Entonces, ¿se vale que un gran número de personas estén pasando esto sólo por la ambición de unos empresarios?

Jerey Bentham y John S. Mill, proponen el utilitarismo ético, un hedonismo social porque afirma que la conducta de la sociedad debe ser guiada por la búsqueda de los placeres, pero a su vez reconoce que todos los humanos tienen sentimientos, los cuales, al ser satisfechos, también generan placer. Uno de estos sentimientos es la empatía, descrito como la capacidad de asumir el papel de otro al sufrir con su sufrimiento o alegrarse por su alegría. El utilitarismo es un principio de moralidad útil para la toma de decisiones racionales, y éste se fundamenta en la finalidad de las acciones y la valoración de sus consecuencias. Buscará siempre el mayor beneficio para el mayor número de personas. (Colegio24hrs, 2004).

De acuerdo con el utilitarismo ético, se puede ver claramente que la decisión tomada por la Constructora Urbi no fue la correcta. Ya que, las consecuencias están afectando a más de 6,000 propietarios que ahora no tienen un patrimonio seguro para ellos y sus familias. No es éticamente correcto que tantas personas estén sufriendo malas condiciones de vida y que un grupo reducido de empresarios haya salido beneficiado con grandes cantidades de dinero. ¿Dónde quedó el mayor beneficio para el mayor número de personas?

Sin embargo, este tema además de involucrar una conducta anti-ética, también va en contra de los derechos humanos. ONU-HABITAT en conjunto con las Naciones Unidas para los Derechos Humanos  crearon un folleto informativo donde se despliega gran cantidad de información alusiva al Derecho a una vivienda adecuada. En dicho folleto, entre otras cosas, se establece que tener una vivienda adecuada implica vivir en seguridad, paz y dignidad. Además, este derecho trae consigo libertades y otros derechos. Entre ellos, la protección contra el desalojo forzoso y la destrucción arbitraria del hogar, ser libre de injerencias arbitrarias en el hogar, la privacidad y la familia, el derecho de elegir la residencia, el derecho a la restitución de la vivienda, la tierra y el patrimonio, el acceso igualitario y no discriminatorio a condiciones de vivienda adecuadas, entre otros. (Naciones Unidas Derechos Humanos, 2010 p.3).

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