CENTRALISMO Y FEDERALISMO

CENTRALISMO Y FEDERALISMO

Hablar de centralismo y federalismo es referirnos a dos distintas formas de gobernar un país, en base a la organización política, administración económica y el control de los servicios públicos según sea el caso de cada sistema.

Se entiende por centralismo al sistema que concentra el poder y las funciones político administrativas en un órgano central; es decir el Estado como autoridad suprema, el cual provee exclusivamente el ejercicio de los derechos públicos y colectivos del país.

El federalismo es completamente lo contrario ya que es un acuerdo de unión entre varias entidades territoriales llamadas estados y provincias que delegan parte de su autonomía en un organismo u autoridad general: el Estado. La diferencia es que los estados conservan su soberanía, leyes y autoridades propias.

En el momento en que desapareció el primer imperio, los diputados del Congreso optaron por la Republica como la forma de gobierno idónea, sin embargo, pronto surgió la disputa entre los partidarios de la Republica federal y la Republica central.

El grupo de los conservadores estaba compuesto por el alto clero, los militares, los terratenientes y los comerciantes; es decir todos los grupos que pertenecían a la sociedad de alto nivel económico. Éstos optaron por el centralismo como sistema de gobierno ya que era el que les garantizaba conservar sus fortunas y privilegios ante la nación; y la clase media conformada por pequeños propietarios, comerciantes, profesionistas, intelectuales y burócratas, representaron la mentalidad liberal, siendo parte del federalismo.

En 1824 se fimo el Acta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos por parte de los diputados del Congreso, siendo mayoría los federalistas. Dicha Constitución de 1824 estableció que la Republica federal estaría conformada por 19 estados libres y soberanos, 4 territorios, y un Distrito Federal; asimismo, se dividieron los poderes de la siguiente manera: el ejecutivo representado por un presidente y un vicepresidente electos por cuatro años, el legislativo con dos cámaras: la de Diputados con representación proporcional de la población y el Senado formado por dos miembros de cada estado, el judicial conformado por la Suprema Corte de Justicia y los tribunales. De igual manera la Constitución estableció que se respetaría la soberanía de cada uno de los estados en sus asuntos internos, la religión católica seria única y existiría libertad de palabra e imprenta.

El gobierno federal seria sostenido por un ejército y una burocracia pagados por los estados. A su vez, cada uno de los estados mantenía su soberanía en los asuntos internos con leyes y autoridades propias. Sin embargo, la falta de recursos y los diferentes intereses del grupo gobernante agravaron la crisis política.

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