CIENCIAS E IDEOLOGIAS DEL HOMBRE
Enviado por LIZHERNAN • 4 de Junio de 2015 • 2.565 Palabras (11 Páginas) • 249 Visitas
CIENCIAS DEL HOMBRE Y GRANDES CORRIENTES
FILOS~FICAS o IDEOL~GICAS
Después de haber pasado revista a algunos de los aspectos de las
ciencias del hombre y a las principales dificultades que han encontrado
para constituirse y para desarrollarse, podría parecer llegado
el momento de situarlas dentro del sistema general de las ciencias,
como sugiere el título de este capítulo. Pero a todos los obstáculos
ya señalados que hay que superar para alcanzar la objetividad en
el conocimiento de los hechos humanos, hay que añadir todavía otro
que es, tal vez, uno de los más importantes y en cualquier caso el más
específico en cuanto a las diferencias entre las ciencias del hombre
y las de la naturaleza. Conviene, pues, tratarlo ahora antes de situar
unas por respecto a otras dentro del sistema completo de las disciplinas
científicas.
Este gran obstáculo, estrechamente relacionado con las dificultades
de la descentración individual, de que ya hemos hablado en 2,
y con la influencia del «nosotros» en el sujeto cognoscitivo que
construye la ciencia (véase 3), deriva simplemente del hecho de que
un hombre de ciencia no es solamente un sabio, sino que al mismo
tiempo es siempre un hombre que adopta alguna actitud filosófica o
ideológica. Y si bien este hecho tiene una importancia nada más
que secundaria en las investigaciones matemáticas, físicas o incluso
biológicas (aunque en este último caso estamos ya en una región
fronteriza), puede tener una enorme influencia en algunos de los
problemas estudiados en las ciencias del hombre. La lingüística es
aproximadamente la misma en todos los países. La psicología varía
algo mis según los medios culturales, pero sin llegar a contradic90
Jean Piaget
ciones inquietantes, ya que las variaciones en cuestión dependen más
bien de la diversidad de escuelas que de las ideologías. Con la economía,
y sobre todo con la sociología, las oposiciones se hacen más
acentuadas. Hablando en general, podemos decir que estamos ante
un problema que conviene examinar ahora.
Para hablar con más precisión, tenemos que hablar de varios
tipos de problemas, según que las corrientes ideológicas o filosóficas
den mayor apoyo a esta o a aquella orientación en la investigación,
según que tiendan a ocultar tal o cual aspecto del dominio
que ha de explorarse o según que lleguen incluso a esterilizar esta
o aquella disciplina, oponiéndose implícita o explícitamente a su
desarrollo. El método que conviene seguir, por consiguiente, consiste
en seleccionar algunos ejemplos particulares y en sacar conclusiones
a propósito de cada uno de ellos.
1. Un primer ejemplo bastante relevante es el de la filosofía
empirista, cuya tradición se mantiene muy viva en las ideologías
anglosajonas y una de cuyas secuelas actuales es el movimiento conocido
por el nombre de «empirismo o positivismo lógicos». Efectivamente,
esta filosofía empirista ha desempeñado un papel nada despreciable
en la formación y desarrollo de diversos aspectos de las ciencias
humanas, imprimiéndoles al mismo tiempo ciertas orientaciones
que otras escuelas consideran hoy en día algo restrictivas.
Sin duda alguna, podemos decir en favor de la filosofía empirista
que ha sido uno de los orígenes de la psicología y de la sociología
científicas, en el sentido de que anticipó la necesidad futura de ellas
e incluso contribuyó a su desarrollo. Locke quiso resolver los problemas
apoyándose para ello en los hechos y no ya únicamente en
la especulación, y Hume puso de subtítulo a su famoso tratado
An attempt to introduce the experimental method of reasoning Znto
moral subjects («Ensayo para introducir el modo de razonar experimental
en los sujetos morales»). Toda la psicología anglosajona respiró
al principio en esta atmósfera, y la «escuela antropológica inglesa
», con Tylor, Frazer y muchos otros se vio también influida por
ella. Por consiguiente, es indudable que esta corriente ideológica ha
contribuido, de manera positiva, al avance de las ciencias del hombre,
y tampoco debemos olvidar las contribuciones contemporáneas del
empirismo lógico al desarrollo de la lógica y de la teoría de la ciencia.
Pero precisamente en tanto que filosofía o que cristalización de
una ideología, el empirismo (término desde luego muy global y que
no excluye en absoluto innumerables variantes individuales) ha
desempeñado en algunos casos un papel de orientación o de canaSituación
de las ciencias del hombre 91
lización, que los psicólogos, sociólogos o 1Ugicos no empiristas han
podido considerar demasiado restrictivas. En efecto, el empirismo
no se limita a insistir en el papel de la experimentación en todas
aquellas disciplinas que se ocupan de cuestiones de hecho (psicología,
etc.), pues todo el mundo está de acuerdo en este punto, sino
que a esto ariade una interpretación particular de la experiencia,
tanto de la del científico como de la del sujeto humano en general
(objeto de estudios psicológicos y sociológicos), reduciendo esta experiencia
a un simple registro de datos observables en lugar de ver
en ella, como otras epistemologías, una estructuración activa de los
objetos, dependiente siempre de las acciones del sujeto y de sus
intentos de interpretación. Y de ahí que, por ejemplo, en el dominio
de la psicología de la inteligencia y del aprendizaje, los investigadores
apegados a la filosofía empirista tiendan naturalmente a subestimar
lo que otros autores destacan con el nombre de actividades del
sujeto: así se explica que varias teorías del aprendizaje consideren
los conocimientos adquiridos como una especie de copia de la realidad
y hagan hincapié en los «refuerzos» externos que consolidan
las asociaciones, en tanto que las teorías no empirisras insisten en
los factores de organización y de refuerzos internos.
En el dominio de la lógica, que, como veremos más adelante
(en 6), no es completamente separable de los factores psicosociológicos,
el empirisnio lógico ha sido llevado a presentar las estructuras
Iógicu-matemáticas como expresión de un simple lenguaje, en tanto
que sintaxis y semántica
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