Caso Viñas

INTRODUCCIÓN

Entendiendo que violencia es todo acto que produzca daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona, día a día nos enfrentamos a casos de violencia que hacen referencia al maltrato sea verbal físico sexual o psicológico en ocasiones pasada desapercibida por diferentes motivos como mantener una apariencia, miedo, sumisión entre otras imponiendo su poder sobre otra u otras en forma agresiva, vulnerando sus derechos, tal cual como se expondrá en el cuerpo del presente ensayo, en el cual se expondrá el “Caso Viñas”, y donde se plasmara la relación de este con las temáticas trabajadas en la asignatura de psicología forense y de dos artículos estudiados Impacto de la Violencia Intrafamiliar y de Género en el Desarrollo Vital de la Mujer con Enfermedad Cury Abril, M., Masini Fernández, C. (2012) y el articulo Violencia en la pareja (falta bibliografía)

Una de las principales causas de violencia sociedad es la referente a la desigualdad en la relación entre hombres y mujeres, siendo estas últimas, generalmente, las más vulneradas en sus derechos, llevando esto a un maltrato contra la mujer y en consecuencia violencia intrafamiliar la cual se ve reflejada en el abuso que ejercen unos miembros de la familia sobre otros causando resentimientos, muerte, daño, sufrimiento físico sexual o psicológico entre los mismos. En todos los casos, la violencia en la familia es una violación de los derechos humanos de las personas, vulneración de los derechos de la vida, la integridad física, la libertad, la autodeterminación, así como los derechos fundamentales de los niños y las niñas.

El caso se trabajara bajo el modelo conductista y se expondrá evidencia de celotipia o celos de tercer grado que esta dado como una pasión obsesionante de los celos es decir una forma particular de la actividad delirante en el que el temor de una infidelidad por parte de la pareja o del cónyuge perturba la marcha normal del pensamiento del sujeto, que cae en una serie de equivocaciones de juicio y adquiere el falso convencimiento de ser engañado Krotenberg (2001), de agresión la cual está caracterizada por actos violentos contra sus semejantes, que implican toda acción que pretende hacer daño física, o psicológicamente a otra persona y violencia familiar o intrafamiliar que son consideradas como formas de abuso de poder que se desarrollan en las relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño a la víctima de tales abuso Corsi (2003).

“CASO VIÑAS- ACOSTA”

VIOLENCIA FAMILIA Y VIOLENCIA A LA MUJER

El primero de enero de 2010, Barranquilla fue estremecida con la noticia de que Samuel Viñas, destacado empresario de la ciudad, en la residencia de su ex esposa Clarena Acosta, luego de la celebración del Año Nuevo, le había dado muerte de dos disparos en la cabeza.

Cuando tenían 16 años de edad, Samuel Viñas y Clarena Acosta se ennoviaron; el noviazgo duró aproximadamente seis años; eran muy diferentes, a ella le gustaban las fiestas, divertirse, salir, bailar; él era obsesivo con su trabajo. Los años de noviazgo fueron turbulentos; Samuel Viñas era dominante, celoso. Clarena Acosta no sólo dudó en casarse, sino que incluso trató de escaparse, estaba decidida a dejarlo; su familia tampoco veía con buenos ojos este noviazgo; no obstante terminaron casándose en agosto de 1988.

Ya casada, terminó sometiéndose al régimen que le imponía su esposo; éste decía “no vas a hacer esto, es lo que yo diga y punto”, ella terminaba haciéndolo; todo el tiempo estaba controlándola, no le permitía, por ejemplo, usar cierto tipo de ropa. En la casa todo giraba en torno a él, ella lo atendía, estaba pendiente de sus necesidades y caprichos. Como era un trabajador incansable que no derrochaba en ningún vicio y siempre pensaba en invertir en los suyos, Samuel Viñas terminó haciéndose querer de la familia de Clarena Acosta.

Durante su matrimonio, estuvo totalmente sometida, lo más parecido a una dictadura; siempre se hacía lo que él dijera, no había manera de refutarle nada; ella empezó a pensar en el divorcio.

Ante el hostigamiento permanente de Samuel Viñas, Clarena Acosta se fue a vivir a casa de sus padres, pero unos días antes de Navidad, aquél la convenció de regresar al domicilio en el que finalmente la mató. Ella huía porque tenía miedo de que la matara. En un viaje de negocios intentó ahorcarla y tirarla desde lo alto de un apartamento; Samuel Viñas le reiteraba que ella tenía que estar siempre con él.

Aunque la mujer estaba decidida a separarse, lo había invitado para que recibieran el Año Nuevo al lado de sus tres hijos. Todo transcurría normalmente hasta el momento en que Samuel Viñas le pidió al puertorriqueño Charly Rodríguez, novio de su cuñada, que lo acompañara a su apartamento a recoger un computador en el que -según él- tenía pruebas de la infidelidad de su ex esposa; a éste le dijo que su imagen estaba quedando maltrecha ante sus amigos y familiares.

Después de la cena de Año Nuevo se reunió con su ex esposa y sus hijos en una habitación, encuentro al que invitó a Charly Rodríguez como testigo y empezó a lanzar improperios contra Clarena Acosta y su hija; le reclamaba porque le era infiel y aseguraba que tenía pruebas contundentes en su computador; a su hija mayor le reclamaba el haber acolitado a su mamá en el romance que tenía; luego sacó el revólver.

El asesinato fue cometido en presencia de los hijos. Laura, la hija mayor, le imploraba que no le hiciera daño a su mamá; de nada sirvieron los ruegos; éste, poniéndole el arma en la cabeza, la sacó de la habitación a empellones diciéndole “malparida, hijueputa” a demás recuerda que recuerda que su madre no opuso resistencia, estaba vencida y se acostó boca abajo, mientras su padre -con el arma en la mano- iba sacando, una a una, a las personas que se encontraban en la habitación. Luego cerró la puerta con llave y casi inmediatamente se oyeron los disparos”. El hijo menor le pedía que lo matara a él, pero no a su mamá.

Charlie Rodríguez le preguntaba qué había hecho y le pedía que abriera la puerta. Samuel Viñas le contestó que lo que iba a pasar, pasó, y agregó que sólo se entregaría a la Policía; cuando ésta llegó, les dijo: “vengan que maté a mi esposa”. Cuando abrió la puerta, todos constataron horrorizados que la había matado.

La defensa de Samuel Viñas argumentó frente el Tribunal que éste había

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