Contexto Histórico de la Relación Mercado-Estado

ENSAYO

ÉTICA

Contexto Histórico de la Relación  Mercado-Estado

A lo largo de la historia, ha existido una relación muy estrecha y poco clara entre los conceptos de mercado y el Estado, abriendo la disyuntiva de la correlación de interdependencia  entre ambas. ¿Quién depende de quién? ¿El Estado es la base del mercado?, o por el contrario, ¿No existe Estado sin mercado?

Desde el principio de los tiempos, las grandes  civilizaciones se vieron en la obligación de comerciar e intercambiar objetos y servicios para satisfacer diversas necesidades, obteniendo como consecuencia el nacimiento de  los mercados, convirtiéndose en  instituciones económicas, pero no necesariamente siendo la principal actividad.

En la antigua Roma, los mercados comenzaron a expandirse y potenciarse, cayendo en la cuenta  de la regularización de este, por parte del Estado, entendiéndose como la facultad del último para administrar, controlar y dirigir el mercado, con el objetivo de otorgar una mayor calidad en el consumo porque estas fuerzas tomaron medidas para normarlos. Un claro ejemplo fue la mejora de caminos. Pero otro lado, las malas maniobras de tributación, manejo de caudales y los grandes gastos que representaba el ejército, llevaron finalmente que la estructura adoptada fuera inviable, ganando desconfianza tanto política, como militar.

La economía estatista llega a Roma de la mano de Dioclesiano, quien logró implementar medidas en relación al mercado, estabilizando los salarios y precios, no obstante, dichas medidas no fueron totalmente eficientes, puesto que,  surgió el mercado negro. En fin la economía de este período no tuvo mayor relevancia en cuanto al manejo de dinero y al número de mercados.
Luego de Dioclesiano llega al poder Constantino, quien continúo con esta estructuración y conformación del poder político, que es esencial para cualquier actividad económica.

Como se muestra a lo largo de la historia, con hechos concretos como los antes mencionados, no cabe duda que el mercado no puede existir sin la ayuda del Estado, y si este último sufre alteraciones en su estructura y funcionamiento.
Sin duda, el mercado también lo hará, tal como queda evidenciado en la caída del Imperio Romano, porque luego de esto, su activo mercado sucumbió.

Los conceptos como poder y política tienen reciprocidad con el Estado y mercado; si estos se vician y son utilizados de mala manera, el estado comenzará a fallar, lo que al fin y al cabo además llevará a que el mercado  falle, debido a una malversación y lucro, que al final siempre afectará por completo a la sociedad, en diferentes grados. Una buena analogía  es como los vasallos se vieron perjudicados al tener que pagar mayor cantidad de tributos e impuestos, lo que ponía en peligro sus tierras, que era el principal sustento para las familias.

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