Contrato Social
Enviado por codenaic • 4 de Septiembre de 2013 • 718 Palabras (3 Páginas) • 326 Visitas
El Contrato Social
Jean-Jacques Rousseau
ENSAYO
CONSIDERACIONES INICIALES
Leer y comentar la obra de Jean-Jacques Rousseau, el Contrato Social, representa para mí en particular tomar un riesgo en el sentido de no considerarme conocedor de la doctrina jurídica y mucho menos de la política, sin embargo, tomo el riesgo tras el gusto de haber descubierto esta obra, ya que a pesar de haberse publicado en 1762 la he considerado tan moderna e innovadora como increíblemente sencilla de leer, quizá, desde mi punto de vista, por su fácil traslación a los estados actuales y a nuestro concepto “moderno” de humanidad y libertad.
Es entonces de donde me gustaría partir mi humilde percepción, Jacobo asume tan esencialmente (por no decir pasionalmente) el concepto de Libertad Individual, identificándola como un concepto que emana de la voluntad general del hombre que de manera natural es libre. Para JJR la libertad no significa de ausencia de restricciones, considera que es mejor el ejercicio de imponerse las propias reglas. Tampoco es escoger entre ser libre o estar sometido a la Ley, entonces la Ley existe para permitir la libertad.
Además de describir la libertad individual, Rousseau enfatiza constantemente la importancia de la Soberanía definiéndola como el ejercicio de la voluntad general de una sociedad o de un pueblo, destaca sus características e indica puntualmente las relaciones que de ella emanan con las Leyes y con el propio Estado.
Más extensivamente JJR explica puntualmente la fundamentación y por lo tanto la existencia del Gobierno como elemento del Estado, estableciendo la relación que mantiene con el pueblo como encargado de la ejecución de las Leyes y del mantenimiento de la libertad civil y política. Se dice que el gobierno no es otra cosa que el ejercicio legítimo del poder. Además considera la eficacia o no eficacia de las distintas formas de gobierno que existían en sus épocas, pero que sin duda alguna son las mismas que conocemos en la actualidad.
Rousseau concluye su obra hablando de la bondad y rectitud de los hombres sencillos. Habla de política y de temas sin duda de lo más modernos como las elecciones, vendidas como entonces y como ahora, defiende la necesidad de la dictadura como elemento para prevenir y solucionar los momentos de crisis en las repúblicas. También entiende la necesidad de la censura, que es la manifestación estatal de la opinión pública.
Jacobo discute la relación del gobierno con la religión cristiana, en incluso con cualquier religión que exija obedecer a un ser que esté por encima del Estado, insinúa la separación del Estado y la religión pues esta es incompatible con la libertad, algo que “modernamente” conocemos como Estado laico, lo cristiano es opuesto a la república decía Rousseau. Sin embargo el mismo autor va más allá abogando por una profesión de fe completamente
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