Crimen Organizado en México

México es un país muy rico con muchas razones para permanecer en él a pesar de los cánceres con los que vive la civilización. La corrupción y el crimen organizado es un problema con raíces muy arraigadas y con antecedentes históricos. Las características de la nación se prestan para que el país sufra estas situaciones a lo que se le puede aunar hechos y prácticas internacionales que son imposibles de resolver de forma local.

Acotando el problema a la región de Tierra Caliente, es claro que factores como la presencia política en la región es deficiente. Esta región tiene dentro de su territorio al aclamado triángulo de las drogas. La batalla por el territorio se remonta a la época de los pronunciados que actualmente representa un negocio de siete mil millones de dólares anuales según Forbes. La práctica específica que será analizada es la extorsión que conlleva subpracticas tales como: secuestros, cobro de piso y control comercial de los productos de primera necesidad.

Visto desde una perspectiva política, la ausencia y falta de acción gubernamental ha sido y es uno de los factores principales por los cuales esta situación ha tomado tanta fuerza. La causa de esta nueva práctica que comenzaron a promover los criminales comenzó entre el año 2010 y el 2012, en la recta final del mandato de Felipe Calderon por parte del Partido Acción Nacional. En la aclamada “ Guerra contra el Narco” fue cuando la frontera norte del país se volvió un foco de atención para que las autoridades comenzaran a controlar el trasiego de sustancias ilícitas. Esta nueva compañía fue lo que obligó a las organizaciones ilegales a comenzar con esta clase de prácticas. Este problema lo sufren alrededor de 52 municipios de los estados de Guerrero, Michoacán, Estado de México y Oaxaca.

Lamentablemente la región se vio beneficiada por este tipo de operaciones realizadas por personas de las localidades. Se estima que desde 1980 hasta 2005, la región percibía una inyección de efectivo en moneda extranjera que supera los 500 millones de dólares anualmente. Este beneficio venía de nóminas de “ mulas” que cruzaban la frontera con droga y regresaban a su país con llantas forradas en dinero. Una familia con integrante “ mula” podía generar hasta sesenta mil dólares al mes. Este historial ha dejado la presencia de muchos personajes representativos de sus respectivos carteles.

El poder judicial defraudó y traicionó a la región. Desde una perspectiva local, la policía en el municipio de Pungarabato, Guerrero no existe. Las autoridades tienen un historial muy extenso en la región pero son conocidos por abandonar al pueblo y no hacer su deber. Elementos de otras divisiones han tenido una presencia intermitente en los estados para cumplir con ciertos operativos para luego ser superados en número y capacidad. Se han filtrado casos no oficiales en los cuales se presentan elementos que traicionaron a la patria por enfilarse a las tropas de los carteles para maximizar su rendimiento. Sin ser diferente a otros casos del país, se ha comprobado que niveles jerárquicos altos se ven envueltos en actos de corrupción para proteger las operaciones y a los líderes de dichos carteles de narcotráfico.

Considero que el crimen organizado es uno de los venenos más fuertes que nuestra sociedad está viviendo. Por condiciones geográficas, México es la cama elástica para llegar a E.E.U.U a desembarcar miles de toneladas de drogas anualmente. Es algo que ha estado presente siempre en nuestra sociedad a diferentes escalas. Esto es un problema real latente que está consumiendo económica, social y políticamente a la región de Tierra Caliente. Necesita atención especial ya que es labor del gobierno combatir este tipo de problemáticas que se consideran bélicas y terroristas según noticieros de la BBC. Esto sin mencionar que el crecimiento de esta situación fue permitida y alentada por el gobierno de Hector Astudillo Flores.

Esta problemática es un poco complicada de atender con una sola solución, sino de varias en conjunto. Es una situación creada por la sociedad y consentida por el gobierno que tiene que ser resuelta por los mismos. Lamentablemente, el hecho de que tiene que ser una solución rápida y efectiva la vuelve más difícil de llevar a cabo. Lo mencionado anteriormente se debe a que cualquier conspiración o desliz en cuanto a confidencialidad de la información con la que se resolverá el caso puede llevar consigo la vida de muchas personas. A continuación se mencionan las soluciones que conjugan a los elementos benignos de la problemática.

Una redada policiaca o incluso la intervención de divisiones militares aptas para combatir este tipo de organizaciones es la opción número uno para erradicar estos bandos. Una vez entendida la dinámica de extorsión que se vive en la región las autoridades podrían intervenir de manera intensa y constante para debilitar a dichos carteles. El operativo tiene que ser prolongado para que las autoridades logren una coalición proteccionista con la población al encarar a la mafia. Por el lado de la participación social, el pueblo tendrá que comenzar a rehusarse a regirse bajo las reglas impuesta por estos carteles de droga, de esta manera se debilitará su ingreso. La acción social se puede presentar en la negación

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