Crisis Econmica 1982
Enviado por pedrope33 • 15 de Octubre de 2014 • 2.098 Palabras (9 Páginas) • 336 Visitas
CRISIS ECONOMICA DE 1982 EN CHILE
Chile en el año 1982, en pleno régimen militar enfrenta una de sus crisis económicas más profundas, luego de que desde 1976 el país había experimentado una notable expansión económica que trajo, no solamente mayor bienestar, sino que abrió las puertas a nuevas aspiraciones. Sin embargo, el escenario internacional experimentó un cambio importante a partir del año 1979, en que los Estados Unidos manifiesta su preocupación por desacelerar el proceso inflacionario que había caracterizado la administración del Presidente Carter. La crisis del 82” fue la peor crisis económica vivida en Chile desde la Gran Depresión. El PIB chileno se redujo un 14,3% y el desempleo aumentó al 23,7%,
El antecedente principal de esta crisis, es atribuido a la sobre evaluación del peso chileno (que fue ayudado por la paridad del peso frente al dólar estadounidense, que se mantuvo en 39 pesos entre 1979 y 1982) y a las altas tasas de interés existentes en el país. Esto habría dificultado la inversión en actividades productivas; de hecho, en el período 1977-1982 la mayor parte del gasto en Chile consistía en el consumo de bienes y servicios. Entre 1973 y 1982, la deuda externa chilena aumentó de 3500 a más de 17 mil millones de dólares. En noviembre de 1981, dos bancos fueron intervenidos por el Estado sobre la base de que habían tomado riesgos excesivos. Estos fueron el Banco de Talca y el Banco Español-Chile, además del Banco de Linares y el Banco de Fomento de Valparaíso. Las sociedades financieras Compañía General, Cash, Capitales y del Sur también fueron intervenidas. El Banco de Talca y el español - Chile fueron nacionalizados mediante el reemplazo administrativo y arrebatar la propiedad a los accionistas. Posteriormente, estos dos bancos fueron re-privatizados.
El 13 de enero de 1983, el Estado chileno realizó una masiva intervención de los bancos, interviniendo cinco y disolviendo otros tres. Después de la catastrófica crisis bancaria de 1982, el Estado controlaba más la economía que el gobierno previo al golpe militar, y el crecimiento sostenido se produjo sólo después de las reformas posteriores, mientras que los indicadores sociales seguían siendo deficientes. La crisis ha sido indicada como el detonante de una ola de protestas contra el gobierno militar. Los partidarios de la política neoliberal del Régimen Militar sostuvieron que la crisis nació fuera de Chile y afectó a toda Latinoamérica. Los historiadores Gabriel Salazar y Julio Pinto sustentaron que este tipo de crisis son debilidades inherentes del modelo neoliberal.
CAUSAS DE LA CRISIS DE 1982
En una política económica destinada a reducir presiones inflacionarias, que originan ineficiencia en la asignación de los recursos económicos y malas decisiones de política monetaria, son las que definen un alza importante en las tasas de interés. Chile, gracias a su política económica, orientada con claros propósitos e implementada con acciones coherentes, logró atraer abundante crédito externo, que fue el sustento para alcanzar más altas tasas de crecimiento. De esta forma, su nivel de endeudamiento creció de manera significativa y muy en especial, en el sector financiero privado. Asimismo, a fin de estimular menores expectativas de inflación doméstica, se decidió una política de tipo de cambio fijo. Estas nuevas condiciones externas, como también decisiones de política interna, generan una situación que lleva, finalmente, a mediados del año 1982 a decidir la devaluación del peso, cuya relación de cambio con el dólar se había mantenido fijo por espacio de tres años. Ello, evidentemente, da lugar a un creciente deterioro del sistema financiero nacional, a lo cual se une, pocos meses más tarde, el desarrollo de una crisis internacional, que se inicia con la declaratoria de moratoria de pagos por parte de México. Esto significa, prácticamente, una paralización del flujo de crédito hacia las economías latinoamericanas, lo cual complica gravemente la situación de Chile, que en ese momento mostraba un excesivo gasto que pretendía ser financiado con créditos provenientes del exterior. La economía chilena entra así, en la más seria crisis experimentada desde el año 1929, que significó una caída en el producto, sólo en el segundo semestre de 1982, de casi 15%, llevando a la tasa de desempleo a niveles por sobre el 25%. La poca capacidad de la región de desvincularse de la dependencia externa explica que haya recibido tan fuertemente el impacto de la crisis internacional donde factores de carácter recesivo coyunturales se superpusieron a tendencias estructurales antiguas.
DESARROLLO DE LA CRISIS
El éxito económico fue palpable entre 1978 y 1980. La inflación siguió bajando (llegando a un promedio de 35% en estos $ 3 años). El crecimiento económico alcanzó a un 7,5% en promedio. Sin embargo, el desempleo siguió siendo alto. El dólar se fijó en $ 39 lo que inundó el mercado interno con productos extranjeros a bajo precio, con lo cual la producción nacional se debilitó aún más.
El éxito producido por la bonanza económica entre 1977 y 1980 llegó drásticamente a su fin. La quiebra de la Compañía Refinería de Azúcar (CRAV) marcó el primer paso de una larga lista de empresas arruinadas. El gobierno tuvo que intervenir cuatro bancos y cuatro financieras. La situación era crítica, ya que en el contexto de una crisis económica mundial, los créditos externos fueron escasos y con una alta tasa de interés. El peso se devaluó, el desempleo aumentó y con ello el malestar de la población, lo que derivó en una ola de protestas en 1983. La mitad de los pasivos exigibles de la banca nacional corresponde a obligaciones con el exterior, en particular créditos financieros otorgados por la banca internacional. Hasta fines de 1981, el endeudamiento externo continuó aumentando, pero durante 1982 se fue haciendo evidente la pretensión de la banca internacional de disminuir su exposición en el país. Por otra parte, la devaluación incentivó el prepago de deudas en moneda extranjera y la acumulación de moneda extranjera en lugar de depósitos del sistema financiero. Sólo el apoyo del Banco Central permitió que en los últimos meses de 1982 las tasas de interés no alcanzaran niveles extraordinarios que, por temor a un quiebre total del sistema, habrían originado una fuga aún mayor de depósitos. Se puso término al cambio fijo del dólar. Comenzaron las licitaciones de empresas estatales como Chilectra, CAP y la Compañía de Teléfonos. Se rebajaron los sueldos. Se intervinieron cinco bancos más. La cesantía llegó a un 30% y la inflación superó el 20%.
Se descuidaron algunos aspectos claves del manejo macroeconómico, como el cuidado
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