Crisis Económica
Enviado por Chemehoni • 9 de Abril de 2014 • 2.486 Palabras (10 Páginas) • 280 Visitas
La llegada de la crisis financiera se dio cuando a fines de 2007 y en el último trimestre de 2008, los precios de las viviendas primero dejaron de subir y luego comenzaron a bajar rápido, las tasas de interés para compradores de casas subieron y el crédito se secó. Muchos de aquellos que habían comprado viviendas dejaron de pagar sus hipotecas, creando dificultades para los propietarios de instrumentos financieros, a menudo calificados AAA, que estaban respaldados por pagos hipotecarios. Las instituciones financieras que habían comprado los títulos se enfrentaban con un desastre, tal como Lehman Brothers, Bear Stern, Northern Rock y algunas otras quebraron, o tuvieron que ser absorbidas por gobiernos. Cientos de bancos más pequeños desaparecieron. Otras instituciones más debilitadas, como por ejemplo Merril and Lynch, tuvieron que ser absorbidas por instituciones más fuertes. Las instituciones cuasi-públicas que habían garantizado las hipotecas (Fannie Mae y Freddie Mac) o que habían asegurado el pago de algunas de las deudas sufrieron pérdidas enormes y tuvieron que ser rescatadas, con gran costo para los contribuyentes, por el gobierno de los Estados Unidos u otros gobiernos.
Algunas compañías de seguro, y especialmente AIG, tuvieron problemas muy serios porque habían asegurado enormes demandas financieras. AIG no esperaba que aquellos que habían comprado los seguros, incluyendo instituciones como Goldman Sachs, presentarían inmensas demandas contras sus pérdidas financieras. AIG tuvo que ser ayudada por el gobierno (con dinero de los contribuyentes norteamericanos) porque se la consideraba “demasiado grande para fracasar”. El gobierno también se vio forzado a nacionalizar las instituciones cuasi-gubernamentales, Fanny Mae y Freddy Mac, asumiendo en el proceso trillones de dólares en pasivos “brutos”, si bien se espera que los pasivos “netos” sean algo más bajos.
La crisis condujo a una aguda reducción de la confianza entre las instituciones financieras. Sin confianza no puede operar con eficiencia. Los bancos dejaron de prestarse unos a otros y a otras instituciones financieras y no-financieras. Las empresas tuvieron dificultades para obtener préstamos para sus inversiones. Las empresas pequeñas se vieron particularmente golpeadas. El desempleo subió mucho. El crédito a las exportaciones se vio afectado y tanto las exportaciones como las importaciones declinaron mucho por primera vez en muchos años. En este punto, la economía financiera se convirtió en una crisis de la economía real. A través de su efecto sobre el comercio y la inversión, se convirtió en una crisis global provocando el temor de que pudiera convertirse en otra Gran Depresión.
El impacto de la crisis a nivel mundial
Tanto la crisis financiera como la crisis de la economía real pronto comenzaron a tener un gran efecto sobre las finanzas públicas de los países y sobre los balances de los bancos centrales. La crisis se extendió rápidamente por los países desarrollados de todo el mundo. Japón, por ejemplo, sufrió una contracción del -0,6% en el segundo trimestre de 2008. Australia y Nueva Zelanda también sufrieron contracciones. En el primer trimestre de 2009, las bolsas de Estados Unidos y Europa fueron superadas por las de países en desarrollo como China y Brasil. Brasil y Rusia aumentaron sus índices un 9% en moneda local; el índice de India pasó a ser positivo y el índice compuesto de Shanghái, en China, aumentó un 30%, lo cual se justificó por la fortaleza y estabilización de los sectores financieros de dichos mercados y por la búsqueda de inversiones de riesgo.
Las economías de todo el mundo se vieron afectadas por la carencia de crédito, gobiernos como los de Islandia y Francia nacionalizaron los bancos, otros como Canadá y algunas partes de Europa hicieron un recorte de un medio punto por ciento de los tipos de interés en un esfuerzo para aliviar l a crisis.
El dólar estadounidense sufrió un proceso constante de depreciación y el déficit comercial que continuó batiendo récords. La ventaja exportadora por un dólar débil fue completamente anulada en el intercambio comercial por el alza de los precios del petróleo, del cual EEUU importa el 50%. Millones de familias comenzaron a perder sus hogares, e instituciones como General Motors, Ford, Chrysler y muchas aerolíneas empezaron a tener serias dificultades. Los índices de confianza del consumidor se situaron en sus más bajos niveles históricos (algunos datan de los años 50), y se produjo un alza del desempleo en Estados Unidos y otros países desarrollados.
El deterioro automático de las finanzas públicas se vio acelerado por las intervenciones del gobierno. Algunas instituciones internacionales (FMI y OCDE), y algunos economistas (Krugman, Summers, y otros) urgían a los gobiernos a promulgar grandes “paquetes de estímulo fiscal”, es decir, cambios políticos discrecionales (que involucraran principalmente mayores gastos). Estos paquetes fueron promocionados y justificados basándose en que impedirían mayores caídas del PBI, o un mayor desempleo.
Los déficits fiscales y las deudas públicas crecieron muy rápido en muchos países. Estas variables fiscales pronto alcanzaron o superaron los niveles históricos y comenzaron a preocupar a muchos observadores. Comenzó un debate acerca de las políticas fiscales en curso.
Preocupados por el colapso, o potencial colapso, de importantes instituciones financieras, y por temores de “deflación”, los bancos centrales abandonaron su prudencia y comenzaron a transitar un camino muy poco ortodoxo. Redujeron en forma importante sus tasas de préstamo, llevándolas a casi cero; y comenzaron una política denominada “facilitación cuantitativa”. Esto último significaba que compraban activos de instituciones financieras o bonos del gobierno del mercado y ayudaban de este modo a los gobiernos en estas operaciones al inyectar un montón de liquidez en la economía.
Un dato social muy interesante es que las crisis económicas se acompañan de un deterioro en la salud de la población, esto por el aumento del paro laboral y de la pobreza, en adición al incremento de la diferencias entre pobres y ricos, pero no siempre se acompañan de mayor mortalidad. Las crisis económicas no aumentan las muertes en general, sí aumentan las muertes por suicidio en todos los países y situaciones. El desempleo se asocia a suicidio. En España los suicidios aumentaron y son ya la tercera causa de muerte.
En el mundo, el suicidio es la segunda causa de muerte, entre los 10 y 24 años. Se puede evitar el aumento de los suicidios, con el rechazo a las políticas que hacen caer el sistema de previsión social, la educación, la salud, la cultura y el medio ambiente.
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