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DÉFICIT FISCAL Y POLÍTICA FISCAL EN COLOMBIA


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2017  •  Trabajo  •  3.112 Palabras (13 Páginas)  •  261 Visitas

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ENSAYO: DÉFICIT FISCAL Y POLÍTICA FISCAL EN COLOMBIA

Se habla de  un déficit fiscal,  cuando el Estado colombiano gasta más dinero del que recibe por sus ingresos. Los ingresos del Estado se obtienen,  de las múltiples tasas de impuestos que se cobra a toda clase de transacciones que los ciudadanos, empresas y extranjeros hacen, de las ganancias  por la  venta de petróleo,   comercialización de los recursos naturales y de minería, de préstamos que recibe del exterior o en el país, etc. Pero, el Estado también tiene una gran cantidad de gastos: de funcionamiento (los salarios de sus funcionarios),  de inversión social e infraestructura, pagos del servicio de  la  deuda, seguridad nacional etc.

El país, al cumplir  con la meta de un 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en su déficit fiscal del Gobierno Nacional Central proyectado  para el  año 2016, del 3,6% del PIB previsto originalmente, donde la inflación real fue menor a la proyectada y se cumplió con la expectativa de crecimiento del pib en el 2%, aunque el mercado esperaba un menor crecimiento económico. El ministro Cárdenas consumo su proyección para el año anterior, que el país cumpliría con la regla fiscal, factor predominante  para asegurar la buena calificación de nuestra economía por parte de las agencias internacionales evaluadoras de riesgo, lo que permitirá al ministerio  un mayor margen de maniobra en las finanzas públicas para el 2017 y años venideros.

Colombia como cuarta economía de América Latina, tiene  un problema grande  en sus finanzas, por la gran  caída de los precios internacionales del barril de petróleo, hasta el año 2015 y anteriores como su mayor fuente de ingresos. Sin embargo, la decisión de modificar la meta del déficit fiscal para el 2017, por parte  del Comité Consultivo de la Regla Fiscal, ha despertado  inquietudes en la comunidad de  analistas económicos nacionales e internacionales,  porque las medidas  estructurales que llevaron a precisar una regla fiscal, con una meta de déficit: precio del petróleo y la brecha entre el PIB potencial y el PIB real, no se han resuelto las inquietudes del todo.

Con un margen mayor de déficit fiscal autorizado, está el peligro  que se pueda sobrepasar ese límite, por cuanto las variables macroeconómicas del país aún son complicadas, considerando que en el año 2016 se llegó al nivel máximo permitido de déficit fiscal y lleva a dudar a todos los analistas económicos si estas modificaciones se convertirán en una constante que traerá como consecuencia una pérdida de confianza de los sectores internos y externos en la viabilidad económica y política de Colombia.

La Regla Fiscal se estableció en Colombia con una  ley en el año 2011, con el objetivo de  forzar al Estado a conservar el déficit fiscal en una cuesta descendiente, como como es debido  a unas finanzas públicas más robustas y viables. Desde hace más 15 años, el país  se dedicó a defender la seguridad macroeconómica y financiera, por ello, se introdujo un sistema de banca central independiente,  una inflación objetivo y un régimen  de cambio flexible. Se obtuvo una inflación baja e invariable, además de una dinámica económica en un crecimiento medio alto (4% aproximadamente), en un periodo de tiempo  largo.

Al  implantarse la  supervisión, la regulación financiera  y la vigilancia de los conglomerados, con altos niveles de  estándares internacionales; lo anterior logro,  bajar  los riesgos en que incurren los intermediarios por la naturaleza de su actividad y preserva también la estabilidad financiera del país. Por último, el país modernizó su programación fiscal a desarrollarse  de forma de un  plan decenal,  se hizo una reforma  a la Constitución Nacional,  para desarrollar el principio de sostenibilidad fiscal y se acogió una regla fiscal. Todos los anteriores  instrumentos, se crearon para  salvaguardar la solvencia del Estado Colombiano. Con todas  las anteriores reglamentaciones, de  política fiscal, financiera y económica  se le otorga a la economía colombiana una capacidad grande de resistir a los fenómenos de crisis y de adaptarse rápidamente a nuevas realidades económicas internas y externas.

La inadecuada intervención estatal, trae un mal funcionamiento de los mercados, trayendo como consecuencia que los sectores más competitivos les falte recursos  y no se logre una asignación óptima de los factores. Esta pésima intervención, sin fundamentos técnicos, altera la formación de los precios, como en el caso de las contribuciones a la nómina, los topes a las tasas de interés, y a las inversiones forzosas del sistema bancario para el sector agropecuario. Lo anterior trae como consecuencia, que  la remuneración de los factores no se realiza de acuerdo a la productividad, de tal modo que los recursos no se pueden utilizar de manera más útil que den su máxima  rentabilidad, sobre los recursos de inversión en los diversos sectores de la economía;  limitando  el volumen de crecimiento del sector, de la economía  y lo que logra es la formación de  mercados informales, que frenan  la productividad, colocando en riesgo la calificación de nuestra economía y la propia estabilidad macroeconómica de Colombia.

Los obstáculos arancelarios y no arancelarios, frenan la entrada de tecnología de punta, creando deficientes  cadenas globales de valor y por consiguiente el aislamiento de la competencia internacional de los diferentes  sectores económicos; las cosas empeoran, cuando se encuentra un deficiente surtido de los bienes, pésima cobertura de  los servicios públicos en gran parte de la geografía nacional; se le suma también la falta de una adecuada  infraestructura vial de calidad, la inexistencia del transporte ferroviario, que  generan exorbitantes costos de transporte. El exceso de regulación, la ineficiencia del sistema judicial y falta de control de los organismos encargados,  encarecen la operación de las compañías.

La pésima  calidad en  la educación pública y su falta de interacción con el sector privado, en las  empresas en el ramo de la  investigación, desarrollo e innovación de productos o creación de cadenas de valor diferencial,   genera una baja dinamica en procesos de innovación, un déficit de   capital humano cualificado,  restringiendo el incremento de la productividad laboral y menguando el crecimiento y fortalecimiento empresarial, esto  dificulta subirle a  la remuneración del trabajo, para  ir también  disminuyendo la inequidad en la distribución del ingreso, todo lo anterior para acelerar la productividad

La organización de los ingresos y los gastos del Estado no mejora la perspectiva de   la distribución del ingreso. La tributación se centra  excesivamente  en el impuesto de renta a las empresas y en el IVA, tampoco  se tiene un impuesto de renta progresivo para las personas naturales. Varias  contribuciones sobre la nómina encarecen el trabajo y aumentan  la informalidad. Una buena  parte de los subsidios del gasto público no llegan a los ciudadanos más necesitados y no generan ninguna dinámica social ni económica, por lo cual son regresivos. El Estado en su ineficiencia para proveer de los bienes y los servicios públicos, junto con el exceso de intervención en la economía y su incapacidad para redistribuir el ingreso, han restado dinamismo al desarrollo económico y social del país, que repercute en su imagen internacional, restando credibilidad a su viabilidad como nación con crecimiento económico y social estable.

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