DEFINICIÓN DEL DESARROLLO DE PARAFILIAS EN LA SOCIEDAD ACTUAL

1. DEFINICIÓN DEL DESARROLLO DE PARAFILIAS EN LA SOCIEDAD ACTUAL.

       En fechas más recientes se acuñó el término parafilias  para designar  las formas perversas  de expresión sexual, más allá del usual o típico amor pasional o erótico; este término indica que tales conductas no se basan en una relación de afecto ni de amor, sino más bien son una expresión en la excitación o respuesta sexual, la cual va a depender de una actividad rara, extraña e inclusive extravagante.

      Parafilia es un vocablo que se emplea en gran parte de la literatura psicológica y psiquiátrica. El rasgo común que sobresale es el siguiente: que cada comportamiento, en su forma plena, no suele observarse en la mayoría de los miembros de nuestra sociedad, ya que hay una transformación íntima, casi misantrópica, ligada al desarrollo de un trastorno emocional, que puede extenderse desde un estado neurótico de posesión  hasta llegar a un acto psicótico violento de penetración  placentera.

        Hay que hacer varias precisiones respecto de ellas en general antes de abordarlas, como en el caso de  otras expresiones sexuales mencionadas, muchos de nosotros reconoceremos cierto grado de ellas en nuestro comportamiento o sentimientos, algunas veces expresadas en cierto momento de nuestra vida, casi siempre reprimidas o presentes solamente en las fantasías privadas o en los sueños.

Otro aspecto se refiere a nuestro conocimiento de esas conductas. En la mayor parte de las explicaciones subsecuentes se supone lo siguiente:

     “El individuo que manifiesta una conducta sexual de este tipo es hombre, y la evidencia indica que se trata de varones en la mayor parte de los casos de conductas atípicas o parafilias” (Seligman y Hardenburg, 2000, p.283).

Por ejemplo:

 El exhibicionismo femenino suele denunciarse menos que en los hombres. John Money (1981) señala lo siguiente:

      “La conducta actual atípica predomina más entre ellos porque la diferenciación heterosexual en la aparición de la  excitación en respuesta a varios tipos de imágenes o de estímulos es más compleja y sujeta a más errores que entre las mujeres” (p, 552-553).

Un tercer aspecto consiste en las conductas atípicas ocurren frecuentemente en grupos, es decir una parafilia al placer aumenta la probabilidad de que sea simultánea o sucesiva.

La investigación dedicada a los hombres cuyas parafilias requirieron investigación medica o legal, revela lo siguiente:

 “La mitad de hombres que habían realizado más de una parafilia, y casi uno de cada cinco había practicado cuatro o más de estas expresiones” (Abel y Osborn, 2000 p, 121-235)

Según una hipótesis que explicaría  este efecto de la realización de una conducta atípica. El exhibicionismo por ejemplo aminora tanto las inhibiciones del participante, que aumentan las probabilidades de que realice otra, como el voyeurismo.

Último aspecto es el efecto que la conducta atípica tiene en las personas que la realizan y en aquel a quien va dirigida.

         Los sujetos que tienen comportamientos sexuales inusuales por lo general necesitan ese tipo de estipulación para alcanzar la satisfacción erótica. A menudo la conducta es un fin en sí mismo.

En ocasiones sus actos enajenan a otros. De ahí que les sea más fácil establecer relaciones íntimas satisfactorias con parejas.

 Y por el contrario, su expresión sexual se caracteriza por la soledad, la impulsividad e incluso la compulsión.  Algunas de esas conductas afectan a otros cuyo espacio personal violan en forma coercitiva y las no coercitivas.

1.2: OTRAS PARAFILIAS NO ESPECIFICADAS.

       Esta nueva clasificación se refieren a las parafilias que no cumplen con las con los criterios de las otras e incluyen  a la escatología telefónica (llamadas obscenas), la necrofilia (cadáveres), el parcialismo (enfoque exclusivo sobre ciertas partes del cuerpo), la zoofilia (con animales), la coprofilia y la euforia (atribución de atractivo sexual a las heces y la orina) la clismafilia y otras.

“El diagnóstico diferencial debe hacerse según la experimentación, es decir, la realización del acto como un reflejo de la curiosidad y no de manera recurrente o compulsiva” (Castelo, Gandara, y Puigvert,   2005, p.524).

Sin embargo, cuando el acto se convierte en una necesidad, el individuo debe satisfacer  esta por medio de diferentes situaciones a las que se va predisponiendo de manera inconsciente.

 Lo básico de toda parafilia es que la persona busca un placer sexual diferente al normal, por este motivo debe excitarse de alguna manera; en el trabajo, en la casa, en la calle y con quien sea de su agrado perverso.

Según este criterio, Montejo sostiene:

       Los criterios de diagnósticos de una parafilias incluyen la presencia de una  fantasía patognomónica, y una necesidad intensa de actuar lo que puede molestar al individuo  o a su valoración del comportamiento el pronóstico de las parafilias va en función de la edad de inicio, es decir, mientras más pronto aparecen, es peor. Igualmente empeora el pronóstico en medida en que los actos son más frecuentes, no acompañados de culpa, vergüenza o malestar, y si  se acompañan del uso de drogas.

El curso y pronostico de la parafilia  es mejor si el sujeto tiene un historial de coitos heterosexuales, además de la parafilia, presenta alta motivación para el cambio y es el  quien acude voluntariamente en busca de ayuda terapéutica (Montejo, 2005, p, 283).

1.3Desordenes sexuales no especificado

       Muchos desordenes sexuales no pueden clasificarse como disfunciones sexuales o parafilias.

 Tal es el caso de la llamada disforia coital, en la que la persona, durante la fase de resolución de la respuesta sexual, se siente tensa, deprimida, ansiosa, irritable, y con agitación psicomotriz.

 A menudo desea alejarse de su compañero sexual e, incluso, puede verse agresiva.

Puede considerarse dentro  de estos casos el matrimonio consumado, el donjuanismo, los problemas de aceptación de la propia imagen corporal y otros(chazaud,2009,p197).

1.4 Una visión diferente

Desde otra perspectiva, y dejando atrás lo que hasta ahora se ha analizado, que sin duda cae dentro de la psicopatología sobre todo cuando los comportamientos se presentan como pulsiones incontrolables, que van contra la voluntad del individuo, existe la posibilidad de hablar de conductas sexuales que se presentan en la mayoría de los seres humanos, y que distan mucho de ser desviaciones, perversiones o aberraciones sexuales.

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