DESARROLLO DE LA TAREA 1 DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

Fútbol pasión de multitudes, negocio para pocos.

Dinero es el sinónimo perfecto que describe hoy al fútbol que consumimos, ese maravilloso deporte del cual uno se enamoraba hoy no es más que millones sobre una mesa bien lustrada.

A través de los años se ha ido perdiendo la esencia que encerraba el deporte más popular del mundo. Si nos remontamos en el pasado recordaremos que antes vestir para un club era un orgullo, hacer un gol era un desahogo para el alma, hacer una jugada colectiva era una hazaña que quedaba guardada como eco en los vestuarios de aquellos clubes que con las paredes descascaradas traspiraban amor y pasión.

¿En que nos equivocamos? ¿Por qué dejamos que esto llegara tan lejos? ¿Por qué se sigue sosteniendo a personajes que solo lucran con la pasión de tantos? Sin dudas, el fútbol es el negocio más lucrativo del mundo y el más oscuro si se quiere. Mientras el planeta a gritos anuncia la caída de la economía, la bolsa de valores, la quiebra de empresas millonarias y desastres institucionales, el único que se mantiene en equilibrio es el fútbol que se alimenta de aquellos que por debajo de la mesa pasan la franela como un acto de total normalidad, como si fuese moneda corriente el accionar de determinados individuos que se mantienen en lo más alto del poder, gobernando sin democracia, o más bien democracia pero con un significado muy distinto al que conoce la gente. Democracia es la doctrina en la que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes pero en el mundo futbolístico su democracia está señalada con su propio dedo.

En la retina de muchos quedaran grabadas aquellas épocas donde el deporte era la expresión más profunda, guardada en el placar del olvido, apilada con valores que se perdieron con la ayuda de aquellos que no conocen más que el dinero como el único poder que domina y aplasta a quien se interpongan en su camino.

El fútbol fue y será el lugar de convocatoria para dejar fluir las voces y silencios del corazón, pero manejada por el poder, por la ley de la selva, aquí domina el más fuerte, el que decide sin dudas que se hace y que se deja de hacer.

TODO PASA…todo, menos las gestiones de los que gobiernan en AFA.

EL FÚTBOL A SOL Y SOMBRA

(Eduardo Galeano)

La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que

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