DESCRIPCION DEL ENTORNO DE EMPRENDIMIENTO ECUATORIANO

Descripción de la situación del entorno del emprendimiento de la región

¨Ser emprendedor no es ser un soñador. El soñador está en las nubes. El emprendedor fabrica un avión para llegar a ellas¨ (Boluda, 2018) En Ecuador, según los últimos datos disponibles del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), hasta 2019, la tasa de actividad emprendedora (TEA) ha sido superior con el 6,58% con respecto a 2017. Este cambio se da principalmente porque hay más personas tomando acciones para iniciar un nuevo negocio (GEM,2019) Sin embargo, ante la falta de medidas preventivas y los cambios inesperados que surgieron por la COVID-19, la economía del país se vio afectada significativamente y ocasionó que un gran porcentaje de emprendedores tuvieran que cerrar sus negocios o reducir sus niveles de productividad. En este sentido, el emprendimiento ecuatoriano se encuentra en un proceso de ajuste y de oportunidad de innovación para el surgimiento de nuevos negocios.

Ante este panorama, dentro del entorno de emprendimiento existen factores que muestran falencias y otras fortalezas. En primera instancia, el apoyo financiero resulta ser un obstáculo para los emprendedores por la falta de suficiente capital, sumado a la poca ayuda o financiamiento público y privado, por lo que la fuente habitual para iniciar un negocio sigue siendo la ayuda de un familiar o amigo; la transferencia de investigación y desarrollo sigue siendo un reto por el alto costo para la implementación tecnológica y por el bajo apoyo gubernamental para acceder a ella; y las políticas de gobierno actuales continúan siendo trabas para el emprendedor al momento de pagar impuestos o realizar trámites administrativos.

Sin embargo, existen fortalezas en el entorno de emprendimiento en Ecuador como la educación empresarial, destacándose la formación superior donde las instituciones cuentan con sistemas de formación profesional y educación continua para la creación de nuevas empresas y crecimiento de las establecidas (GEM,2019); normas sociales y culturales que enfatizan y valoran la acción de los emprendedores lo que fomenta el fortalecimiento de la identidad ecuatoriana como pilar de desarrollo; y el acceso ágil a infraestructura física como servicios de telecomunicaciones, servicios e internet y costos accesibles de servicios, lo que impulsa al emprendedor a continuar con el proyecto de crear un nuevo negocio.

En este orden de ideas, Ecuador atraviesa una situación económica que se ha visto afectada por la COV-19, pero se podrían plantear diferentes alternativas para impulsar el emprendimiento del país. La gestión del gobierno mediante leyes es un paso importante ya que brinda mayores oportunidades a las personas que quieren materializar una idea de negocio. A pesar de esto, es el momento idóneo en el que la innovación debe ser una respuesta a la crisis sanitaria, lo que se traduce en pensar nuevas formas de generar ingresos y fuentes de trabajo, siempre y cuando se consideren las necesidades reales del usuario. Dicho de otra forma, a pesar de que todos los aspectos negativos que ha causado la pandemia, los emprendedores del país deben evolucionar y ser flexibles hacia el surgimiento de nuevas ideas donde se combinen adecuadamente los factores preexistentes en el entorno actual

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