DISCURSO
Enviado por 012679 • 27 de Agosto de 2013 • Informe • 317 Palabras (2 Páginas) • 247 Visitas
Buenas tardes distinguido presídium que nos acompaña: Maestros, padres de familia, amigos y compañeros graduados, hoy tengo el honor de dirigir a ustedes unas palabras, pero no de despedida, porque el adiós solo se dice cuando existe una separación definitiva, y en nuestro caso a lo largo de estos seis años, sembramos amistades, que son tan fuertes, que nunca podrán romperse. ..
Considero pues que la palabra más adecuada en este momento es gracias!!!!!! Gracias a nuestros queridos maestros, porque todos y cada uno de ellos nos inculcaron valores de trabajo, responsabilidad y esfuerzo. Gracias por haberse preocupado por cada uno de nosotros, por reprendernos y ser duros cuando era necesario, por motivarnos a seguir siempre adelante, por inculcarnos el hábito del estudio y enseñarnos no solo a pensar en grande sino a: "¡Ser grandes!”.
Pero sobre todo gracias a nuestros padres, porque este logro no hubiera podido ser posible sin su apoyo, sin su guía y sin su ejemplo. Gracias por el día a día, por los regaños para cumplir la tarea por las llamadas de atención cuando cometíamos alguna falta, por estar a nuestro lado en todos nuestros eventos celebrando nuestros logros y acompañándonos en nuestros tropiezos.
Hoy que nos encontramos llenos de júbilo no poseemos otra manera de agradecerles ese apoyo brindado y por eso solo les ofrecemos aplausos, porque ustedes también son parte de este triunfo vamos compañeros que se escuche ese aplauso para nuestros padres que hoy están muy contentos gozando de este instante……..
(aplausosssss…………………………………………………………….)
¡Gracias compañeros!
Así pues queridos Padres reciban nuestra promesa de que seguiremos esforzándonos para cumplir nuestros deseos, porque queremos ser motivo de alegría en sus corazones hoy mañana y siempre.
Por último, queremos dejar un mensaje a nuestros compañeros que se quedan en el colegio, aprovechen sus días en esta magnífica escuela, porque los años pasan volando y recuerden: esta no es una simple escuela, es nuestra segunda casa, Justo Sierra.
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