Danilo Martuccelli - Cambio de rumbo

CAMBIO RE RUMBO. LA SOCIEDAD A ESCALA DEL INDIVIDUO – DANILO MARTUCELLI

IV. FIGURAS DE LA DOMINACIÓN

La noción de dominación designa un tipo particular de relación social basada en dos grandes elementos:

1. Diversas subordinaciones impersonales a restricciones sistémicas.
2. Complejo de asociaciones o mecanismos que aseguran la formación y producción del consentimiento de los dominados por una serie de distintos compromisos. Denominada a menudo ‘’legitimación’’ o ‘’hegemonía’’.

Las dos dimensiones de la dominación y sus transformaciones

Dominación y consentimiento

Se trata de subrayar los factores propiamente culturales en la mantención y renovación de la dominación. La noción de ‘’ideología’’ reúne mejor esta familia de representaciones.

La dominación inscribe en el orden del mundo un modo de funcionamiento duradero, que se convierte en ‘’natural’’ y ‘’evidente’’. Los dominados consienten en someterse en los términos impuestos por el poder establecido sin incluso darse cuenta. Entonces, la dominación se convierte en legítima.

Sin embargo, a pesar de que en la mayoría y en casi todos los casos se da una efectiva interiorización de la ideología dominante (propia de la clase dominante) por parte de los dominados, esto no quiere decir que no haya ciertos tipos de resistencia por parte de los individuos. El respeto aparente de las reglas no es contradictorio con el ‘’deseo’’ reprimido de los dominados de conmocionar el orden social.

Dominación y coerción

Señala las coerciones especialmente impersonales a las cuales son sometidos los actores. Sin embargo, los postulados sobre la sumisión del individuo a la ideología dominante sufren un gran debilitamiento. Por lo tanto, se requiere una modificación analítica que requiere tres postulados:

1.  Es preciso volver sobre la reificación (cosificación de las relaciones sociales). Destaca la tendencia fundamental del capitalismo de tratar a los individuos como cosas y, sobre todo, a abordar las relaciones entre individuos como relaciones entre cosas.

1. Funciona un proceso de visibilidad creciente de las coerciones que modifica en profundidad el problema del consentimiento de los dominados. El cambio es tal, que uno de los desafíos mayores del trabajo crítico debería consistir en socializar prácticas de dominación que siendo a la vez ‘’transparentes’’ y ‘’criticadas’’, siguen siendo empero siempre ‘’activas’’ y ‘’coercitivas’’.

1. Hay que subrayar que la dominación ahora ya no se ejerce tanto por la vía del consentimiento, sino que más bien a través de las coerciones cada vez más experimentadas y presentadas como coerciones inevitables. Al individuo le parece simplemente inalcanzable la modificación de las coerciones.

Las inscripciones subjetivas de la dominación

Se pueden reconocer dos procesos: la sujeción y la representación.

La sujeción

Proceso por el cual se hace entrar de manera más o menos durable un elemento – una práctica, una representación – en el espíritu o en las disposiciones corporales de un actor. Una serie de disciplinas. El principal objetivo es mostrar la construcción/subordinación efectiva del sujeto. Por otra parte, remite a una serie de modelos identitarios que estigmatizan o descalifican a ciertos actores. Es en tanto ‘’sujetos’’ que están sometidos en el doble sentido del término ‘’sujeción’’: sometidos a sujeción de sí mismos y a la sujeción de otros.

La sujeción debe ser entendida en dos sentidos el término: formación y control; producción y reproducción, instigación y prescripción.

La responsabilización

Supone que el individuo se sienta responsable no solamente de todo lo que hace, sino también de todo lo que le pasa. De esta manera, el individuo debe ser siempre capaz de ‘’adaptarse’’ a todas las situaciones o imprevistos. No se trata de la sumisión, sino de apelar a la ‘’iniciativa’’ de los individuos para que encuentren la mejor manera de actuar en la vida social.

Esta filosofía obliga al os individuos a interiorizar, bajo la forma de falta personal, su situación de exclusión y/o fracaso.

En la sujeción el individuo, como agente pasivo, es interpelado por el poder para que se convierta en ‘’sujeto. En la responsabilización el sujeto, como actor activo, es convocado por el poder para que se haga cargo de su ‘’actuar’’.

Las experiencias de la dominación

La inculcación

Designa a las imposiciones simbólicas inscritas en el individuo, que impiden a los actores autorizarse ciertas actitudes, o incluso, los obligaba a percibirse bajo la forma de estigmatizaciones múltiples. Se ejerce así una violencia simbólica en virtud de la cual un conjunto de significaciones logra imponerse. Se trata a la vez de hacer ‘’suya’’ la cultura de las clases dominantes.

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