Debate Sociologico

El primer artículo: “Ciudad Juárez asedios a la ciudadanía y la cancelación de la vida urbana”, se nos frece un visión de vida cotidiana de ciudad Juárez, a partir de un análisis de dos políticas: la de goce y la del miedo, planteándonos diferentes preguntas enfocadas a la vida urbana y la manera en la que se usan los factores públicos y que grado de violencia ha existido y qué papel ha tenido en la economía y la crisis social.

El autor menciona que los principales factores de riesgo en Ciudad Juárez son: trabajar en la maquiladora y ser mujer, ser niño o adolecente y vivir en un barrio pobre con fácil acceso a las armas, ser periodista, estudiante, profesor universitario, médico, gay, o hasta el simple hecho de transitar por la ciudad, estar en el lugar equivocado a la hora equivocada y lo más terrible ni siquiera vivir en paz dentro del hogar, pues deben vivir con el temor de que en cualquier momento puedan ser invadidos por hombres armados, sin previo aviso disponiendo de los haberes. Lo cual es muy triste mencionar, pues, con todo lo anterior es más que obvio que la situación de esta ciudad en donde no hay ningún tipo de oportunidad para nadie y donde todos son vulnerables es lamentable.

Los derechos ciudadanos, la economía del goce y las políticas del terror ofrecen una visión devastadora de la ciudad, donde la violencia, la inseguridad, la impunidad y la corrupción dominan el espacio público y la esfera política. Para ciudadanía de Juárez se ha vuelto una tradición convivir en un ambiente de terror con personajes, lugares y transacciones que en la frontera se resignifican, principalmente entre sectores subalternos, porque la pobreza, la violencia y los tráficos ilegales son parte de esta normatividad. La explotación sexual, el tráfico de mujeres y el feminicidio, el aumento de homicidios, tráfico de armas y de drogas, robos a mano armada, secuestro y extorciones han contribuido a incrementar el estado de terror.

Situación de los jóvenes en Ciudad Juárez en 2007-2010.

Es este apartado nos expone la realidad social que viven los jóvenes, mujeres, adultos y ancianos, sean originarios, migrantes o visitantes extranjeros. Desde los primeros asesinatos y desapariciones de profesores y estudiantes universitarios ocurridas durante las acciones del llamado Operativo Conjunto Chihuahua a partir del año 2007 se ha incrementado notoriamente la violencia, la inseguridad y la muerte en la ciudad.

Los asesinatos a mujeres en Ciudad Juárez han ocurrido en centros nocturnos, en barrios, en centros de rehabilitación para adictos, en prisiones y otros lugares, la violencia se ejerce principalmente contra la población civil, transite o no por las zonas de riesgo, pero principalmente es contra de los ciudadanos más desprotegidos. El conservadurismo que domina en la esfera pública, así como las omisiones del estado y las élites económicas, han excluido a los jóvenes de la posibilidad de inserción en el mercado de trabajo y del acceso a la educación y a los servicios públicos. El sector de los jóvenes es el que ha sido más afectado por los desastres sociales y económicos de los últimos años, estos constituyen el porcentaje más alto de la emigración y son el que mayor número de víctimas ha registrado en la violencia relacionada con el crimen organizado.

Es claro ver el grado de misoginia que existe en Juárez, donde todo se ha convertido en zonas de riesgo, los feminicidios que han ocupado nuestra atención en las últimas dos décadas son en su mayoría juvenicidios, la marca identitaria de género, de raza y de clase y la edad se unen para formar una suma de vulnerabilidades con que se significa “la victima por excelencia”: ser mujer indígena, pobre y joven. Los cadáveres de mujeres jóvenes han pasado a ser una imagen antonomástica de la ciudad, de tal manera que en el mundo de las representaciones visuales, Ciudad Juárez remite a la imagen de tales cadáveres con mayor inmediatez que el estado de México y Guatemala, que han registrados más feminicidios que el estado de Chihuahua. Mientras que la mujer asesinada representa a una víctima inocente, el cadáver masculino es a menudo criminalizado a partir de cada hombre ejecutado se considera a priori un miembro de laguna banda criminal.

Pasando a la siguiente lectura: “Etnografía de la violencia en la vida diaria. Aspectos metodológicos de un estudio de caso. Informe de investigación”. Esta lectura al igual que la anterior se centra en la violencia, pero se inclina más a la violencia política ejercida sobre el campesinado de la sierra de La Macarena, en Colombia. El propósito de la lectura es aportar elementos al debate metodológico que suponen los trabajos metodológicos realizados en contextos locales de violencia política. También representa algunos resultados de trabajo, así como rasgos definitorios de la práctica etnográfica.

La Macarena es una región que se constituyó a partir de un proceso colonizador que se remonta a los años 60 y que integró en una naciente sociedad regional a colonos que procedían de distintos lugares de Colombia. Los campesinos que hoy día viven en La Macarena heredaron del proceso de colonización

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