Del Estado Liberal al Estado de Bienestar
Enviado por paozc • 16 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 1.755 Palabras (8 Páginas) • 365 Visitas
Del Estado Liberal al Estado de Bienestar
En el transcurso del siglo XX hasta la segunda guerra mundial, los estados occidentales sufren una transformación radical, pasando de ser estados liberales, regidos por el principio de “laissez fair- laissez passer” donde cada individuo se orienta racionalmente para conseguir sus intereses individuales y derechos naturales a la vida, la libertad y a la propiedad, para convertirse en estados de bienestar “estados sociales”.
En lo político para producir seguridad y reducir incertidumbres, el rol del Estado liberal, según uno de sus mayores ideólogos -el economista clásico Adam Smith- se limitaba a:
“Proteger a la sociedad contra la violencia e invasión de otras sociedades independientes; (...) salvaguardar a cada miembro de la sociedad de la injusticia u opresión de cada uno de los otros miembros" en la medida de lo posible; y (...) mantener y erigir ciertos trabajos públicos y ciertas instituciones públicas. Cuándo el gobierno se limita a esas funciones básicas, una "gran sociedad" emerge.” (Smith, 2000: 612)
Para poder desempeñar y financiar estas actividades y otras más, este Estado, debería tener unos ingresos permanentes, los impuestos. Smith plantea que la búsqueda del beneficio personal genera beneficios sociales colectivos y el crecimiento económico sostenido es el resultado de la inteligencia del hombre. Concluye que hay que liberar la creatividad humana y esta se materializaría en la competencia y extensión del mercado.
Según este enfoque el mercado permite la armonización de los intereses divergentes sin necesidad de la intervención del Estado.
Surgimiento de la protección social
En el contexto de la revolución industrial y el desarrollo del capitalismo, el estado liberal se enfrentó a una serie de problemas sociales vinculados a la precarización de algunos sectores de la sociedad, especialmente con la creación del mercado de trabajo, en el cual los trabajadores sufrían necesidades de hambre si no se adaptaban a las reglas de trabajo asalariado.
Este mercado tan irregular provoco reacciones en la sociedad, pidiendo de inmediato la intervención y protección del estado, exigiendo al gobierno cubrir los riesgos a los que eran expuestos los trabajadores asalariados y sus familias. El orden liberal comenzó a adoptar reformas que constituirían lo que se llamó el estado de bienestar
La llamada "cuestión social", que se expresó en la presión política de los movimientos obreros, impulsó a los gobiernos a cambiar las legislaciones sobre la condición social de la clase trabajadora y el trabajo. Surgen entonces los primeros sindicatos de clase, con el objeto de restringir la libertad de empresa y el libre juego de la fijación de los precios, y negociar mejoras en los salarios y las condiciones laborales.
Los Estados de Bienestar fueron resultado combinado de diversos factores, entre los cuáles se destaca el reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, y las élites políticas y económicas conservadoras ilustradas. Todas estas fuerzas políticas y sociales en conjunto con los sindicatos impulsaron reformas de seguro obligatorio, protección al trabajo, salario mínimo, expansión de los servicios sanitarios y educativos, También el surgimiento de la democracia de masas con sucesivas ampliaciones del derecho de voto.
El aspecto más significativo del Estado de Bienestar no se reduce a la regulación del mercado, sino que se expresa y se reconoce en el principio de la seguridad social. A través del seguro social el Estado intervino en las relaciones laborales haciéndose cargo de la precarización y la inseguridad que hasta ese momento se expresaron en el fenómeno de la cuestión social. Estos sistemas de bienestar social se fueron implantando siguiendo modelos referenciales:
En adelante, el Estado interviene entregando servicios y beneficios, pero otorgando además una serie de mecanismos y recursos que introducen certidumbre, seguridad y control en el manejo económico. Esta forma de intervención estatal permite superar una serie de situaciones de tensión de las fases precedentes en el Estado. Al período 1950-1970, se lo calificó como la "Edad de Oro" por el crecimiento económico de las sociedades industriales avanzadas de la Europa Occidental. Las políticas sociales y económicas eran el resultado de los acuerdos negociados entre el Estado, las grandes empresas capitalistas y los sindicatos para alcanzar una especie de "compromiso de clase" o "pacto social" que permitiera mantener la estabilidad y formar un Estado de Bienestar.
Para Jesús M. Gómez "la manifestación más clara de la consolidación del Estado del bienestar en las economías capitalistas es su propia configuración como "economías mixtas", en donde coexisten un sector privado, en el que el mercado domina como mecanismo asignador, y un sector público con una actividad intervencionista más o menos intensa" (Gómez, 1995:263).
Estado de Bienestar liberal: En este modelo predominan ayudas solo a los más pobres, las transferencias o seguros sociales son focalizados; el Estado estimula al mercado en el campo del bienestar. Los ejemplos son Estados Unidos, Canadá, Australia y Gran Bretaña que gastaba menos en la Seguridad Social que la gran mayoría de países europeos (Kohl, 1981). Las reglas para estos derechos son estrictas y a menudo está asociadas a un estigma (indigencia, grupos étnicos, cesantía, sectores vulnerables).
Estado de Bienestar conservador/corporativista: En estos modelos de bienestar predomina la conservación de las diferencias de status; por lo que los derechos están vinculados a la clase social. Este modelo fue implementado en países como Alemania, Austria, Francia o Italia. Este corporativismo fue subsumido bajo una estructura estatal perfectamente preparada para desplazar al mercado como proveedor de bienestar social; de ahí que los seguros particulares y los beneficios adicionales en el empleo jugaran un papel marginal. Estos Estados están fuertemente involucrados con la iglesia y por eso el interés por conservar la familia tradicional. La seguridad social suele excluir a las mujeres que no trabajan y los subsidios familiares estimulan la maternidad. Los centros de día y otros servicios de ayuda familiar similares están claramente subdesarrollados; el principio de la "subsidiaridad" sirve para destacar que el Estado intervendrá solamente cuando se acabe la capacidad de la familia para atender a sus miembros.
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