Democracia

CAPÍTULO 1

¿QUÉ SE ENTIENDE POR DEMOCRACIA?

1.1 Concepto de democracia

La palabra de democracia es una de los más usadas en la actualidad, y se vincula históricamente tanto a teorías políticas como a los regímenes de la organización de la vida de las sociedades, pero el entendimiento de la democracia va más allá de su raíz etimológica demos (poder) y kratos (pueblo), en conjunción «poder del pueblo». Explicar la democracia no es una tarea sencilla, pues a lo largo de los años numerosos teóricos del tema han tratado de definirla, pero con cada nueva definición se enfrentan a nuevos retos, pues las vertientes tan amplias de este concepto, en ocasiones lo hacen indescifrable, pero su esencia atraviesa nuestra vida en sociedad por lo que debemos ser capaces de entender este concepto.

El origen de la democracia no es inherente al ser humano, por lo tanto definir el inicio de la misma es indeterminable pues según Dahl la democracia puede ser inventada y reinventada con las condiciones adecuadas, puede haber sido inventada más de una vez, y en más de un lugar. Afirma que los pueblos primitivos pudieron concebir la práctica de la democracia antes del sedentarismo, pero esta afirmación no se encuentra documentada. (Dahl, 2006, p. 16). Hoy en día observamos que la democracia se ha manifestado de diversas maneras. Dependiendo de la historia de las sociedades, cada suceso que afecte las relaciones entre los miembros de una sociedad repercutirá en el funcionamiento de la misma.

El desarrollo crucial de la democracia se remonta a la Grecia Antigua, en particular a la ciudad-Estado de Atenas que existió entre los años 620 y 593 a.C (Grondona, 2000, p. 3). Después de este fenómeno político surgido entre los griegos, la historia de la vida en sociedad no siguió un régimen democrático. De modo que la monarquía y la tiranía imperaron en la mayoría de las sociedades. Es hasta el Siglo XVII cuando resurge la democracia, suceso que estaría influenciado por la Revolución Inglesa en 1688, la Independencia Estadounidense 1773 y la Revolución Francesa en 1789. Sin embargo, la adopción de la democracia como forma de gobierno no llegó a consolidarse hasta después de la Segunda Guerra Mundial, esto no significa que sea una forma de gobierno permanente, pues cualquier cambio en la sociedad es motivo de avances o retrocesos.

Dahl distingue cinco criterios para considerar a una asociación democrática que son: participación efectiva, igualdad de voto, alcanzar una comprensión ilustrada, control de la agenda e inclusión de los adultos. (2006, p. 47-50). Por su parte Sartori percibe que para definir la democracia es necesario diferenciar entre el significado que describe y el que funciona para efectos normativos, y dentro de la explicación sobre qué es la democracia no nos podemos desligar de lo que es y lo que debería ser. Para este autor la opinión dentro de los ciudadanos es indispensable para concebir un ambiente de democracia. Se trata de una sociedad de ciudadanos con opinión libre: Así, al expresar nuestras opiniones es posible construir el consenso entre todas las partes. De tal manera que “elegir a los gobernantes, tener opciones electorales (que permitan cambiar el voto), expresar disenso, constituyen la denotación mínima de la palabra democracia, y si estas características, están ausentes, entonces ni el demos ni su kratos están ya cuestionados” (2003, p. 352-353). Se puede hablar entonces de ideales o realidades, de democracias diferentes.

De acuerdo con Touraine la democracia combina el pensamiento racional, la libertad personal y la identidad cultural. Los tres principios que definen a los individuos que viven democráticamente; por lo tanto se entretejen las libertades individuales con las colectivas. “La democracia no se define por la participación ni por el consenso sino por el respeto de las libertades y la diversidad” (2000, pág. 24) para hacer efectiva la participación ciudadana con fines de lograr consensos. Los discursos en toda la sociedad muestran que la apertura al mundo ha provocado cambios en el desarrollo de las personas y comunidades, pero esos cambios deberían orientarnos a reconocer, por ejemplo, nuestra diversidad cultural y no ignorarla ni a omitirla de nuestros proyectos de vida democrática.

Cuando se habla de democracia, hablamos de toma de decisiones. Todas las elecciones que hacemos de una manera u otra afectan a la sociedad, sobre todo cuando se tratan temas de opinión pública, donde asumir una postura repercutirá directamente en nuestra convivencia. Por lo general, las opiniones sobre el gobierno, giran en torno a lo que dicen y hacen los políticos. La construcción de opiniones por parte de los ciudadanos se encuentra en función de: 1] los medios de comunicación y 2] los grupos con los que nos relacionamos. Nuestro derecho de libertad de expresión esta íntimamente ligado a la capacidad de opinión pública que de acuerdo con Sartori es indispensable practicar para hablar de democracia. De la libertad de expresión se deriva un hecho importante, todos opinamos respecto a cuestiones de orden público, pero no siempre tendremos la razón. (2003, p. 114) Como ciudadanos libres también tenemos derecho a equivocarnos, pero siempre debemos elegir y proponer una opción, no nos podemos quedar al margen de las decisiones que afectan a las personas, a la comunidad, a la nación, al país.

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