Derecho Positivo Versus El Sujeto Que Discierne.
Enviado por jogon • 9 de Agosto de 2013 • 717 Palabras (3 Páginas) • 373 Visitas
Derecho positivo versus el sujeto que discierne.
Se ha dicho que el accionar del capitalismo se circunscribe a solo dos características: que el Estado no intervenga en los asuntos económicos y que se den las condiciones para la sustitución del hombre por la máquina, sin embargo para que lo anterior suceda se necesita de un ¨catalizador¨ esencial, el marco legal. De ocurrir este escenario estaríamos como deslizándonos en un gran tobogán y contemplaríamos entonces, parafraseando a Hinkelammert, “A un Sujeto enfrentado a una ley absoluta e inexorable”. De allí que hoy podemos observar, desde estos espacios de encuentro como lo es la Unidad Curricular de Dimensión Socio-Política de la Gestión Judicial, una lucha entre la vigencia de la ley o derecho positivo versus el sujeto que con su capacidad de discernimiento trata de enfrentar la globalización que solo desea que observemos una sola arista, la económica, tratando de ocultar como ésta incide en el ámbito de la justicia y que nos lleva al final de un laberinto en donde reposa, bajo el sueño de los fuertes, la ley judicial del dominador.
Ante nosotros, y solo para traer a colocación ejemplos de otras latitudes, la Europa actual vive una de sus más terribles crisis económicas lo que hace que sin dudas muchos se pregunten ¿cómo hemos llegado hasta aquí?, Hinkelammert respondería a esto afirmando que la ley del dominador crea “conceptos que idealizan la realidad” y que para superarla el sujeto que reflexiona y actúa frente a esta realidad “debe buscar transformar esta perfección imaginaria”. Todo lo anterior sirve para poner en evidencia las profundas diferencias, en cuanto al acceso e igualdad en la administración de justicia, del modelo y por tanto las sociedades capitalistas, en contraposición al modelo socialista. Por un lado, en el capitalismo, observamos a un “individuo” que “cree” en la racionalidad del mercado y en la racionalidad de la competitividad, y que transcurre su accionar, en dicho modelo capitalista, con una actitud que fácilmente lo llevaría a decir, “para que yo pueda vivir, tengo que vencerte a ti”. Por otro lado, en el modelo socialista observamos a un sujeto que frente a la realidad del poder aplastante de una ley absoluta, logra distinguir como lo económico va de la mano de la forma en administrar justicia y lucha por concientizar a otros sobre este pernicioso tándem. .
Es innegable que el acceso a la justicia debe ser efectiva porque de lo contrario estaríamos frente a un Estado formal de derecho (modelo capitalista) que, al tener como garante de su cumplimiento un maltrecho derecho positivo, que como buena ley del dominador, no propugna por una mayor justicia social. En cambio un verdadero Estado real de derecho sería, al decir de Sonia Boueiri, “La acción afirmativa del Estado, dirigida sectores económicamente pobres para hacer valer los derechos y las garantías Constitucionales”.
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