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Derecho Prusiano


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2014  •  10.129 Palabras (41 Páginas)  •  365 Visitas

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Reino de Prusia

Para otros usos de este término, véase Prusia (desambiguación).

El Reino de Prusia (en alemán: Königreich Preußen) fue un reino que existió desde 1701 hasta 1918. Gobernada durante toda su existencia por la rama franconiana de la Dinastía Hohenzollern, originalmente estaba centrada en Brandeburgo-Prusia, no obstante y principalmente gracias a su poderío militar, logró expandirse territorialmente, y para el fin de la Guerra austro-prusiana, había alcanzado la hegemonía total sobre el norte de Alemania. En 1871, al finalizar la Guerra franco-prusiana y al proclamarse el Imperio alemán, el Reino alcanzó su máxima extensión territorial; y aunque junto con otros Reinos germanos pasó a formar parte del nuevo Estado alemán, era por mucho el más grande e importante, abarcando más de la mitad de la superficie del Imperio, unos 348.780 km² en 1910. Al contar con la mayor economía y el mayor ejército de Alemania, Prusia garantizó su hegemonía política y desde entonces los Reyes de Prusia fueron también los Emperadores alemanes. En 1918, al ser derrotada Alemania en la Primera Guerra Mundial, una revolución socialista derrocó a la monarquía y el Reino se convirtió en el Estado Libre de Prusia, un Estado federal dentro de la nueva República alemana.

Historia

Prusia: desde la Prusia original hasta Brandeburgo

El Ducado de Prusia tiene su origen en el establecimiento de los alemanes en la Prusia Oriental a partir del siglo XII. La provincia que posteriormente recibió el nombre de "Prusia Oriental" era hasta esa época el único territorio llamado propiamente Prusia, ya que su nombre derivaba de sus originarios habitantes prusianos bálticos, no alemanes, quienes fueron asimilados sólo tras las Cruzadas Bálticas y la Drang nach Osten. El régimen establecido por los alemanes en Prusia recibió el nombre de Estado monástico de los Caballeros Teutónicos, y aunque logró someter a los reinos cristianos de Lituania y Polonia, luego perdió su hegemonía en diversas guerras contra estos últimos, siendo la Guerra polaco-teutónica (1519-1521) la que representó la derrota final. El último Gran Maestre teutón, Alberto de Brandenburgo-Ansbach, renunció entonces al catolicismo, abrazando el luteranismo y juró vasallaje al Rey de Polonia, Segismundo el Viejo. Por su parte, el monarca polaco secularizó los territorios de la Orden Teutónica y se los entregó a Alberto para él y sus herederos bajo la forma de el Ducado de Prusia,

Los Hohenzollern de Brandeburgo, primos del ahora duque Alberto de Prusia, estaban propiciando incrementar sus señoríos mediante matrimonios. Aunque la mayoría de estas uniones fueron improductivas desde el punto de vista dinástico, la boda del margrave brandeburgués Joaquín II con Eduviges de Polonia, hija del rey Segismundo el Viejo, le permitió obtener al primero la garantía polaca de que si el linaje de Alberto se extinguía por la ausencia de hijos varones, sus herederos recibirían el Ducado de Prusia. Cuando el duque Alberto murió, en 1568, fue sucedido por su hijo, Alberto Federico de Prusia, y debido a la debilidad mental de este último, la posibilidad de que los Hohenzollern de Brandeburgo accediesen al ducado prusiano se hizo latente, por lo que el Congreso polaco se reunió en Lublin, y después de deliberar, ratificó la decisión de su Rey.

En 1594, el margrave Joaquín-Federico de Brandeburgo, nieto de Joaquín II, logró que su hijo Juan Segismundo se casase con la hija mayor de Alberto Federico, Ana de Prusia, aumentando las probabilidades de heredar el Ducado, ya que el duque no tenía hijos varones. En 1603, Joaquín-Federico logró obtener la regencia de Prusia, debido a que la enfermedad mental del duque se había agravado; no contento con esto, decidió afianzar aún más sus lazos con Prusia, y una vez que murió su esposa, se casó con Leonor de Prusia, hermana de Ana. De esta manera, padre e hijo tuvieron al Duque de Prusia como suegro. El matrimonio con de Juan Segismundo con Ana tuvo doble beneficio, ya que esta era la hija mayor de María Leonor de Cléveris, hermana mayor de Juan Guillermo de Cléveris, otro duque mentalmente inestable que gobernaba estratégicos territorios cerca del Rin y del camino español. Al morir Juan Guillermo sin hijos ni hermanos varones, Juan Segismundo alegó tener derechos hereditarios, y fue un actor importante en la Crisis de la sucesión de Juliers-Cléveris. Con la muerte sin herederos del duque Alberto Federico en 1618, el ducado de Prusia finalmente pasó a Juan Segismundo, de esta manera, Brandeburgo y Prusia quedaron en unión personal con el heredero de la casa Hohenzollern, unión que duraría 300 años y que inicialmente sería conocida bajo la dualidad Brandeburgo-Prusia. Juan Segismundo murió al año siguiente, y su hijo, Jorge Guillermo de Brandeburgo, lo sucedió.

No obstante, y a pesar de que los Hohenzollern de Brandeburgo lograron obtener ganancias territoriales importantes gracias a matrimonios estratégicos, no estaban en condición de hacer valer su autoridad en sus territorios si eran retados con la fuerza. La guerra de los treinta años fue un desastre para Brandeburgo, que fue ocupada sucesivamente por los bandos en conflicto, siendo arrasada y saqueada a lo largo de la guerra, sin embargo, Prusia quedó fuera de los campos de batalla y sirvió de refugio de los suecos al margrave hasta su muerte. El ambivalente Jorge Guillermo tampoco fue capaz de sostener sus pretenciones hereditarias al ducado de Pomerania, y al morir en 1640 entregó a su hijo, Federico Guillermo, un territorio muy debilitado con una fuerza militar inferior a la de sus enemigos. No obstante, al finalizar la guerra en 1648, Brandeburgo-Prusia recibió la parte oriental de Pomerania, un territorio mayor al que recibió Suecia, a pesar de que su importancia militar era considerablemente menor.3 La explicación se encuentra en el potencial de Brandeburgo-Prusia, no en su poderío actual, las dos principales dinastías en conflicto, los Borbones en Francia y los Habsburgo en Austria, tenían planes similares aunque conflictivos para el Electorado de Federico Guillermo. Por su parte, Francia quería fortalecer a un Estado alemán para hacer contrapeso a los Habsburgos, la casa del Emperador;4 estos últimos querían fortalecer a Brandeburgo para que hiciese contrapeso a Suecia, ya que desde 1648 compartirían fronteras.3

No obstante, a pesar de que la Paz de Westfalia premió territorialmente a Brandeburgo, al igual que en 1618, los Hohenzollern no estaban en condición de defender sus adquisiciones. Por este período, un consejero del elector Federico Guillermo consideró en un informe que Polonia estaba buscando la oportunidad para arrebatarle Prusia, Suecia estaba haciendo lo mismo con Pomerania, y los territorios ganados en la sucesión de Juliers-Cléveris estaban

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