Derechos Humanos

La relación entre poder y derechos humanos en la democracia constitucional

“Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegurada

ni la separación de poderes establecida, no tiene Constitución.”

-Art. 16, Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 1789

El punto de partida para estudiar al constitucionalismo es diferenciarlo del término Constitución. Esta última implica cualquier conjunto de reglas que dan identidad a un ordenamiento jurídico. El constitucionalismo por su parte, implica una forma particular de concebir estas reglas: su función estaría en limitar el poder político con la finalidad de proteger los derechos fundamentales de las personas .

Los primeros atisbos del constitucionalismo moderno los encontramos en las declaraciones norteamericana y francesa de 1874 y 1879 . La influencia del pensamiento político ilustrado ponía en duda las estructuras de las instituciones de la época –las monarquías y la iglesia católica principalmente-, al tiempo que en las calles se escuchaba el grito de libertad, igualdad y fraternidad. Se debe resaltar el contenido del artículo 16 de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, el cual ilustra la idea de los revolucionarios franceses sobre la relación entre poder, derechos fundamentales y constitución: Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegurada ni la separación de poderes establecida, no tiene Constitución.

La idea de que el poder público debe ser dividido en el ejercicio de sus funciones –uno de los pilares del constitucionalismo moderno y principal freno del ejercicio arbitrario del poder político- fue presentada por el Barón de Montesquieu en El espíritu de las leyes . La finalidad de este modelo era que cada una de las partes del poder sirva como contrapeso de la otras. Si bien la primera aportación a esta idea es de John Locke, Montesquieu perfeccionó el modelo, al incorporar la idea de un poder judicial independiente del ejecutivo y del legislativo.

Será hasta después de la segunda guerra mundial, principalmente en los países que habían padecido la experiencia de los totalitarismo , en que el ideal constitucionalista se consolide con las llamadas “Constituciones largas”: aquellas que contemplaban un catálogo amplio de derechos civiles y políticos, y económicos, sociales y culturales. Simultáneamente, todas las principales alternativas a la democracia fueron desapareciendo, o se aislaron en un número reducido de países.

La evolución derechos políticos –traducidos en nuevos mecanismos de participación política- encausaron las relaciones entre las personas y el poder público por aristas no recorridas. Elementos como la multiculturalidad y el empoderamiento de las mujeres modificaron a los actores públicos, incidiendo en el desarrollo y evolución

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