Desarrollo y Procesos Socio morales
Enviado por camilapingui • 7 de Agosto de 2017 • Informe • 4.759 Palabras (20 Páginas) • 259 Visitas
María Camila Casadiego
Desarrollo y Procesos Socio morales
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Cuando se es niño, se tiene una dependencia y sometimiento hacia los padres, creándose una moral heterónoma que se basa en el respeto a la autoridad; pero a medida que el niño va creciendo se pasa a una moral de cooperación o reciprocidad más conocida como moral autónoma. Este gran paso se percibe cuando los niños ejecutan juicios morales. Esto les genera más responsabilidad la cual a partir de la adolescencia se mide no por la gravedad de la acción sino por la voluntad de infringir una norma o regla establecida.
Las situaciones que se le presentan a un adolescente en su mayoría entran en conflicto con las reglas sociales o legales establecidas por la sociedad las cuales los hacen razonar y llegar a una elección como la de entrar o no al mundo de las drogas. En casos en los que la persona tiene un nivel moral pre convencional sin duda opta por entrar a este mundo, puesto que gracias a su punto de vista egocéntrico e individualista solo piensa en lo bien que la va a pasar con sus amigos y en la experiencia mas no en sus padres ni en el peligro que corre al consumir estas sustancias. Si nos vemos frente a un adolescente con nivel convencional se iría por el camino del no, ya que se pondría en los zapatos de sus papas, en la angustia y decepción que sentirían si se enteran que el consume. Pero si llegamos al estadio máximo de moral pos convencional la persona interiorizaría su decisión, concluyendo en que no defraudaría la confianza de sus padres ni le haría daño a su cuerpo consumiendo droga. Además, porque estaría yendo en contra de los valores y principios éticos que le han enseñado en su hogar degenerando su dignidad humana.
De esta manera, si el adolescente se enfrenta a conflictos morales como este, necesita elaborar medios para hacerles frente, y a partir de ahí, puede descubrir ciertos valores morales como son: la lealtad, la solidaridad, la igualdad entre los miembros del grupo, permitiéndolo avanzar en la toma de decisiones sociales y en la adopción de roles, comprendiendo así la actitud de los otros, poniéndose en su lugar. A su vez, en los grupos aprende a establecer unas normas y pautas de conducta que debe cumplir por el bien común. Por esta razón el grupo social de un joven desempeña un papel importante en el proceso de identificación del adolescente.
Los padres pueden ayudar a los adolescentes a alcanzar niveles altos de desarrollo moral, más si tienen un estilo educativo democrático ya que les dan la oportunidad de hablar, presentar e interpretar dilemas morales y exponerlos generando en ellos buenos niveles de autocontrol y autoestima. Cuando son autoritarios, ejercen un control desmedido sobre sus hijos y además lo hacen mediante la afirmación del poder, casi que obligándolos a hacer las cosas sin su autorización debido a la poca comunicación que tienen. Lo cual los deja sin código de conducta propio y mucha vulnerabilidad ante agentes externos. Pero con unos padres permisivos aunque la comunicación es muy buena, debido al poco control que ejercen sobre sus hijos ellos tienen muchos problemas para las interacciones sociales, ya que no cumplen unas normas estándar de comportamiento creando dificultades con el autocontrol y para asumir responsabilidades.
El desarrollo moral elevado parece depender de la capacidad de ser consciente de la naturaleza relativa de los estándares morales; es decir, la sociedad evoluciona hacia su propia definición de lo bueno y lo malo y los valores de una cultura pueden ser diferentes a los de otra.
En algunos casos, el grupo de iguales puede ejercer una presión tan fuerte sobre sus individuos que acabe coartando su libertad.
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considera que los niños pasan de la moralidad de la sumisión a los adultos, lo que él denomina moral heterónoma -basada en el respeto a la autoridad- a una moral de cooperación o reciprocidad, denominada moral autónoma. El paso de la moral heterónoma a la autónoma se constata cuando los niños realizan juicios morales. El cambio se traduce asimismo en el tipo de responsabilidad que los niños atribuyen a los autores de una determinada acción, que pasa de ser objetiva a subjetiva. A partir de la adolescencia, la gravedad de una acción no se mide por el resultado de la misma sino por la voluntad explícita de la persona que ejecuta una acción de transgredir una norma o disposición establecidas. Para poner un ejemplo concreto, si se le propone a un niño o una niña de 6 años evaluar cuál de las dos acciones siguientes son peores, la de una niña que rompe 6 tazas sin querer, o la de un niño que rompe una taza, cuando intentaba coger a escondidas de su madre, una caja de bombones, la respuesta del niño preoperatorio probablemente juzgará peor el primer caso. Y ello es así, porque se basa en criterios objetivos: la cantidad de objetos rotos, sin valorar la intencionalidad de la persona que ha cometido la acción ( criterios subjetivos). Se considera que los cambios cognoscitivos que se producen en los niños al final de la infancia tardía, así las relaciones con sus compañeros de edad propician el paso al pensamiento formal. . Los trabajos de Kohlberg ( 1976) sobre el desarrollo moral se realizaron con una población infantil y con una población de adolescentes. Se hicieron entrevistas y se presentaron a cada uno de los sujetos estudiados 10 dilemas morales. Las situaciones presentadas se caracterizaban porque las necesidades personales del protagonista entraban en conflicto con las reglas sociales y legales establecidas en la sociedad. Después de dar una respuesta, se le pedía al joven que razonara la elección que había hecho. Uno de los dilemas más conocido es el dilema de Heinz ( ver tabla 4) Kohlberg (1976) distingue seis estadios morales que se agrupan en torno a tres niveles principales: el nivel moral preconvencional ( estadio 1 y 2) el nivel convencional ( estadio 3 y 4) y el nivel postconvencional ( estadio 5 y 6)(ver tabla 5) Al diseñar su modelo Kohlberg tuvo la precaución de no indicar la equivalencia entre un determino tipo de moral y una edad determinada. Así pues, los adolescentes que pertenecen a un mismo grupo de edad, pueden presentar diferentes niveles de desarrollo en su pensamiento moral. El nivel moral preconvencional es el de la mayoría de los niños menores de 9 años, algunos adolescentes y muchas otras personas, adolescentes que han cometido actos delictivos y adultos. El nivel convencional es el nivel de la mayoría de adolescentes y adultos de nuestra sociedad. Y el nivel postconvencional es alcanzado por una minoría de adultos, y , por lo general, sólo se llega a él después de los 20 años. El individuo que está en el nivel preconvencional no entiende todavía las reglas ni las convenciones sociales. Las reglas y expectativas sociales son algo externo a la persona, al yo. En general, interpretan las acciones de alguien, en función de las consecuencias que tienen, positivas o negativas para la propia persona. En ese caso una acción es buena o mala en función del castigo o la sanción que dicha acción puede acarrear. El nivel de moral convencional, en cambio, implica someterse a las reglas y convenciones de la sociedad o de la autoridad. La persona las defiende, precisamente, porque son reglas de la sociedad. En ese caso, la persona o el yo se identifica con las reglas y expectativas de los otros o bien interioriza dichas reglas. El nivel postconvencional se caracteriza porque las personas que han alcanzado dicho nivel aceptan las reglas de la sociedad, pero cuando esas reglas entran en conflicto con los principios morales de carácter más general que subyacen a dichas reglas, la persona opta por los principios en detrimento de las convenciones.. Para poner un ejemplo concreto, una persona que se halla en el estadio postconvencional puede defender que es lícito robar para salvar la vida de una persona que corre peligro. Aunque el robo está sancionado por las convenciones que rigen nuestra sociedad, se puede justificar, en ese caso concreto porque la vida de una persona es más importante que la propiedad. 3.2. En ese sentido, se observó que los chicos procedentes de clases medias eran más avanzados que los de clase trabajadora. Las diferencias no implicaban que el pensamiento de los adolescentes de clase trabajadora fuera diferente, sino que su comprensión del orden social era menor, y, por consiguiente, su progreso en el campo del desarrollo moral era más lento. d)el cociente intelectual (CI). En efecto, se ha constatado que el razonamiento moral de los chicos correlaciona positivamente con el CI (Rice,2000). 3.1.1.El razonamiento moral y los estudios transculturales ¿Los niveles morales establecidos por Kohlberg tienen validez universal?¿Se dan en todas las culturas? Kohlberg también llevó a cabo estudios con personas de distintas culturas para comprobar si sus respuestas se adecuaban a los niveles establecidos. Para ello estudió una aldea atayal de aborígenes malayos y aldeas en isla de Taiwan. Es esos trabajos cambió el contenido de los dilemas. Los resultados obtenidos le permitieron concluir que la forma de razonar de las personas de distintas culturas es la misma aunque produzcan explicaciones basadas en contenidos diferentes. Estos resultados avalan asimismo el carácter universal de los estadios. Kohlberg sostiene que la secuencia de los niveles es independiente de la clase social, del medio y de la religión, en los estudios realizados con sujetos de 10, 13 y 16 años en Estados Unidos, México y Taiwan.Los estadios 5 y 6 son los que han originado más polémica, dado que hay pocos sujetos que den respuestas propias de dicho estadio (Delval,1994) . 3.1.2. Las diferencias de género en el razonamiento moral Los estudios realizados con adolescentes femeninos y masculinos arrojan resultados distintos en las puntuaciones obtenidas en las pruebas sobre el razonamiento moral. Mientras la adolescente media suele alcanzar una puntuación que la sitúa en el etapa 3,el adolescente varón medio alcanza la etapa 4 del nivel convencional. Para explicar esas diferencias, Carol Giligan (1987) sostiene que las mujeres basan su juicio moral en una perspectiva diferente de la de los hombres. Mientras que los varones priman la justicia – preservar las reglas, los derechos y los principios que rigen en la sociedad, las mujeres, y también las adolescentes, ponen el acento en la preocupación y el cuidado de los demás , y se muestran sensibles a sus sentimientos y sus derechos. Según esta autora, el razonamiento moral de los hombres se basa en la justicia y los principios abstractos. Las mujeres tienen más en cuenta la red de relaciones interpersonales y el cuidado de los demás. Esas diferencias que subyacen en el razonamiento de hombres y mujeres, y también en el de los adolescentes femeninos y masculinos explica las diferencias observadas en las puntuaciones obtenidas por los adolescentes masculinos y femeninos en las pruebas sobre el razonamiento moral. Por ello, propone tomar en consideración esas diferencias a la hora de juzgar su razonamiento moral. Gilligan sostiene, además, que las diferencias entre chicos y chicas, tienen su origen en el proceso de socialización que es distinto. En la actualidad, aunque las diferencias en cuanto a los roles son menores, Gilligan considera que las mujeres todavía suelen asumir aquellos roles sociales cuyo objeto es atender y cuidar de los demás, tanto si se trata de roles profesionales ( maestras, puericultoras, enfermeras, cuidadoras), como si se trata de roles asumidos en la familia. 3.3.Los valores en la adolescencia Relacionado con el razonamiento moral están los valores, las actitudes y normas que adoptan los adolescentes y que marcan sus pautas de actuación. ¿Cuáles son los referentes más importantes para los adolescentes a comienzos del siglo XXI? A raíz de un estudio hecho con jóvenes y adolescentes europeos sobre las formas y su grado de participación social en organizaciones y asociaciones Bendit (2000, trabajo citado por Cortés 2002) concluye que las asociaciones de tipo político y sindical despiertan poco interés en los encuestados . Sólo los clubes y asociaciones deportivos se libran del desinterés general. Sin embargo, existen diferencias entre los países del norte y sur de Europa, siendo la participación en organizaciones y asociaciones inferior en países como Grecia, España, Italia o Francia y mayor en Holanda o Dinamarca . La escasa participación de los jóvenes y adolescentes en las asociaciones de carácter político, sindical o social (asociaciones solidarias) sería un reflejo de los valores inherentes al modelo de desarrollo de la sociedad neoliberal, basado en el desarrollo personal, individual y competitivo y alejado de las realidades culturales, sociales y políticas. En ese sentido, los valores que priman más entre los jóvenes y adolescentes son los que ponen en primer término la individualización, la autonomía y la competencia personal. En la misma línea de lo expuesto, Cervilla ( trabajo citado por Cortés,2002) señala que los valores de los jóvenes de la cultura postmoderna se organizan en torno a tres núcleos: el relativismo, el momento presente y el esteticismo, y se manifiestan en el subjetivismo, el placer y el pasotismo. Estudios realizados en España con grupos de adolescentes y jóvenes ponen de manifiesto los valores o actitudes que consideran importantes.Algunos coinciden con los hallados en el estudio a nivel Europeo, y otros son más específico. Todos los jóvenes españoles presentan, en general dos aspectos coincidentes. Ante el dilema libertadigualdad, optan por la primera opción: la libertad. Y el otro, es la importancia que conceden a la familia. Otros datos interesantes se refieren : al creciente número de no creyentes entre los jóvenes, a la baja expectativa de tener hijos, a la alta proporción de las horas dedicadas a ver la televisión como hábito en el tiempo libre, el uso de las nuevas tecnologías, la importancia de lo material. Por otro lado, a la hora de juzgar y posicionarse sobre temas delicados y controvertidos como son el aborto, la contracepción, la homosexualidad, el divorcio y las relaciones sexuales prematrimoniales, los jóvenes suelen mostrar actitudes permisivas y tolerantes alejadas de los criterios y postulados de tipo religioso. Se confirma así, una vez más la importancia que tiene el concepto de libertad para evaluar los eventos sociales (Cortés, 2002). Tabla 1 Funciones del grupo de compañeros en el desarrollo de la competencia social del individuo +facilita la regulación de la agresión +ofrece apoyo emocional a medida que el adolescente avanza hacia la independencia en la relación con los padres +posibilita experimentar nuevas emociones y conductas +permite el desarrollo de ideas y conductas en el dominio de la sexualidad + facilita la elaboración de juicios sociales y morales + el refuerzo de la autoestima en la medida que posibilita la iniciación en interacciones estratégicas
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