Desarrollo y procesos Socio-Morales
Enviado por juana.molinaa • 2 de Agosto de 2021 • Reseña • 524 Palabras (3 Páginas) • 114 Visitas
Pontificia Universidad Javeriana
Desarrollo y procesos Socio-Morales
Juana Valeria Molina Ortiz
Giraldo, J. (2009) ¡Testigo de excepción! Bogotá D.C.: Ed. Cinep
El padre Javier Giraldo deja al descubierto algunas incongruencias de la justicia colombiana en donde se resume la historia de la corrupción desmesurada a cargo del gobierno durante casi 20 años, en los cuales se protegen y legalizan crímenes desde el interior del estado hacia el pueblo y prima la imagen pública de un grupo de vándalos nombrados como “gobierno” quienes intentan conservar su buen nombre, modificando casos en contra de ellos, incluyendo testigos falsos que oculten sus sucias conductas deplorables frente a la corte, la cual por desgracia también es cómplice de dichos crímenes, lo que por consiguiente deja en la impunidad todos aquellos atentados cometidos por el estado Colombiano.
El texto presenta el caso de Giraldo, el cual redacta una carta de objeción de conciencia a la Fiscalía donde fundamenta su inconformidad moral con la manera en que se presentaba la administración de la justicia en Colombia. Relata uno a uno los crímenes cometidos por los Organismos de inteligencia del estado involucrando masacres, secuestros, desapariciones forzadas, bombardeos contra la población civil, torturas, abusos sexuales, entre otros. En reiteradas ocasiones Giraldo denuncia dichos casos, pero todo es en vano, debido a que la mayoría -por no decir que todos- los funcionarios del estado trabajan respaldando los intereses de los dirigentes. Así pues, las personas que intentaran esclarecer los hechos o demostrar cualquier crimen cometido era muchas veces asesinado o estigmatizado y judicializado por “calumnia e injuria contra a las fuerzas armadas”. Por lo tanto, era inevitable confiar en la resolución de conflictos internos, dado que predominaba la corrupción y la negligencia por parte de los Organismos de Seguridad del Estado. Así pues, se reconoció que la única manera de lograr obtener una judicialización de manera parcial era recurriendo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, la situación siguió igual e hicieron caso omiso de los señalamientos internacionales. Lo que concluye en una triste historia para todos los colombianos que alguna vez tuvieron esperanza de ver cambios en la administración de la justicia de su país, presenciando cada vez más nuevos crímenes sin recibir castigo alguno.
El periodo de violencia en Colombia sigue siendo una de las luchas más difíciles de superar internamente, han sido años y años de desolación sin encontrar solución alguna para cambiar el rumbo judicial y político nacional. Leer estos relatos tristemente es algo que no sorprende, ya que es algo que la mayoría de colombianos han tenido que experimentar de primera mano, pero ¿Qué se puede esperar de un gobierno que ataca a las mismas personas que juró proteger? nada. Los jóvenes son quienes gracias a estos relatos pueden abrir los ojos para reclamar los derechos que por tantos años ya les han arrebatado y son quienes ahora pueden decidir el futuro del país, empezando por el voto para deliberar quienes serán los próximos dirigentes. Aunque estas historias dejen un sinsabor terrible en la mente de cada colombiano, lo importante es aprender de los hechos pasados y contribuir por una mejor Colombia cada día luchando más por un progreso colectivo.
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