Deserción escolar en Colombia

Deserción escolar en Colombia

Para la realización del presente ensayo se ha considerado distintos aspectos teóricos, prácticos y sobre todo un análisis crítico acerca del tema de la deserción estudiantil en instituciones de educación superior como lo son las universidades, principalmente en Colombia. Este tema es de vital importancia puesto que el factor humano es imprescindible en una institución de educación superior y más aún si se tiene que incentivar la formación de profesionales de servicio para la sociedad. Abordar el tema de la calidad en el sistema educativo implica considerar muchos aspectos relevantes. También es importante conocer los recursos materiales disponibles, especialmente las bibliotecas, la infraestructura, las instalaciones, el desempeño de la gestión y funcionamiento de la universidad, y el alcance de las relaciones institucionales y de cooperación a nivel local, nacional e internacional.

La formación representa un elemento fundamental para el desarrollo de la sociedad. La necesidad humana de avanzar o evolucionar en sus actividades rutinarias ha impulsado el campo de la investigación, lo cual, bajo mi razonamiento, la investigación, en todos los aspectos ya sea intuitiva personal o liderada bajo la forma de proyecto, es el principal eje de la formación. Poniendo en contexto esta premisa, la investigación genera conocimiento y experiencia lo cual implica ser compartido. Muchas iniciativas educativas nacionales y regionales en los últimos años se han centrado principalmente en el acceso universal a la educación primaria y secundaria para niños, niñas y jóvenes. El primer resultado de este proceso es el creciente interés de los hacedores de políticas en promover la resiliencia como una condición clave para ampliar la cobertura a fin de que sea sostenible y conduzca a mayores niveles de logro en toda la población.

Esta masificación en el acceso a la educación ha hecho posible el ingreso a las aulas de una generación de jóvenes cuyos padres y familiares se caracterizan por sus bajos niveles de escolaridad. Esto tiene un impacto directo sobre sus posibilidades de permanencia en el sistema pues por una parte los estudiantes encuentran en sus hogares bajas posibilidades de afianzar y reforzar sus aprendizajes, difíciles condiciones económicas derivadas de la baja escolaridad de sus familias y entornos tanto social como laboral donde el impacto de la escolarización en la mejora de sus condiciones de vida suele ser menor.

Según, Moreno Bernal, D. M. (2014) “Se entiende por deserción escolar, el abandono del sistema educativo por parte de los estudiantes, provocado por una combinación de factores que se generan, tanto en la escuela como en contextos de tipo social, familiar e individual, anotando que algunos teóricos han preferido llamar a esta situación “abandono escolar” dado el carácter militar que tiene la palabra “deserción”. Otros sólo la limitan a la dejación de los estudios por voluntad propia; y cuando se debe a aspectos externos, como la pobreza o el conflicto, prefieren hablar de retiro forzoso, en este sentido se trabajará con el término “deserción escolar”, considerando que la mayor parte de la información recopilada se refiere al problema con esta palabra. “

La deserción estudiantil en educación superior en Colombia es una realidad, cada semestre cientos de jóvenes abandonan las aulas universitarias por diversas causas. Según el Ministerio de educación nacional en concepto emitido en su boletín de educación superior de noviembre del año 2016 "Colombia ha avanzado en la disminución de la deserción estudiantil en educación superior logrando cumplir las metas propuestas por el Gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo "Todos por un nuevo país". Dentro de los logros se destaca que la tasa de deserción por periodo para el nivel universitario, al finalizar la vigencia 2015 reportó un 9.3%. Por otra parte, la meta agregada para los niveles técnico profesional y tecnológico (TyT), se reportó en 18,3%" (MEN, 2016).

Sin embargo, revisando el SPADIES - Sistema para la prevención de la deserción en educación superior, se puede observar que los porcentajes de graduación en los diferentes niveles de formación son alarmantes puesto que para el nivel universitario el 46.1% de los estudiantes que ingresan en un periodo, abandonan sus estudios y para los niveles técnico profesional y tecnológico, desertan más del 50% de los estudiantes que ingresan. Estas cifras, permiten identificar que cerca de la mitad de los estudiantes que ingresan a los programas de educación superior se retiran sin culminar su proceso de formación y aunque en su boletín pareciera ser que las cifras del ministerio disminuyen la percepción de los estudiantes es otra y las cifras del SPADIES lo demuestran.  

También, enfocándonos en el caso específico de la formación de profesionales del trabajo social, aunque el MEN a través del SPADIES no ofrece la particularidad del Trabajo social en cifras sino que lo incluye dentro de todas las carreras afines a Ciencias Sociales y Humanas, sin embargo, estas estadísticas sirven como un referente; en esta área del conocimiento en primer semestre alcanza una deserción del 16,93%, cifra que se empieza a incrementar hasta alcanzar un 33.60% al término del 5º semestre y un 42.43% al cabo de 10 semestres cursados.

Por otro lado, si se toma como referente y dadas las experiencias y vivencias de los trabajadores sociales en formación son diversos los factores que llevan al estudiante a desertar. En primer lugar, el factor económico pues es innegable que los ciudadanos colombianos atraviesan por un momento crítico en sus bolsillos se enfrentan a un momento en el que el alza de los productos de la canasta familiar, aumento del IVA, más ciudadanos declaran renta, los empleadores cada vez ofrecen menos salario y esto golpea la dinámica del estudiante universitario, en el ámbito familiar las dinámicas también influyen pues actualmente y debido en parte también a la economía actual los modelos de familia han venido cambiando y una situación frecuente es que los hijos deben asumir la responsabilidad compartida entre sus estudios profesionales y la responsabilidad del trabajo, esto hace que se descuide una u otra en ocasiones y se termine dejando el estudio pues como se dice popularmente quien no trabaja no come y es que haciendo referencia nuevamente a las cifras del SPADIES, la deserción en familias con bajos ingresos alcanzan una deserción de 22,22% al término del primer semestre, alcanzando un 42.40% en el 5º semestre y un 51.14% en el 10º semestre, siendo la más alta de las categorías de ingresos establecidos en el sistema, lo que deja ver una cruel y dura realidad, los más pobres son los que más desertan del sistema de educación superior.

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