Desobediencia Civil

Primera

¿Cuáles son límites de la desobediencia civil?

En mi opinión en un estado de derecho y democrático como el nuestro, para que las protestas y reivindicaciones de la desobediencia civil tengan efecto deben limitarse a:

• Una reivindicación claramente especificada, es decir, debe estar dirigida en contra de una injusticia, ya sea directamente cometida por el poder político o indirectamente, estar apoyada por fuerza pública, y no en contra de actos de particulares.

• No debe utilizarse como una estrategia política.

• Debe fundamentarse en los principios político-morales que regulan la Constitución y las instituciones sociales y no apelar a principios de moralidad personal o a doctrinas religiosas.

• La desobediencia civil debe utilizarse como último recurso, después de haber agotado otras posibilidades.

• La desobediencia civil no debe ser utilizada como una forma de coerción sino de persuasión no violenta. Así, por ejemplo, se pretende influenciar en la conducta de los que aprueban una ley injusta, pero no a través de la intimidación, sino despertando su conciencia moral y racional.

Cuando la desobediencia civil sobrepasa estos límites de tolerancia, es de esperarse que fracase como movimiento social.

¿Qué problemas plantea la desobediencia civil?

En mi opinión el problema que plantea la desobediencia civil, es de tipo normativo, es decir los desobedientes se oponen y rechazan una ley que en principio deben acatar y obedecer y por otro lado la autoridad tiene la potestad de penalizarlos.

Otro de los problemas que puede surgir, es el uso generalizado de este tipo de protesta, aunque no esté totalmente justificado

Sin embargo, si la desobediencia civil se realiza dentro de los límites antes señalados, no debería provocar ningún problema, y la autoridad debería respetarla.

Segunda

¿Cómo debe tratar el estado a los desobedientes civiles?

¿Es esto compatible con mantener las penalizaciones para evitar que ese tipo de acción tienda a la normalización?

Considero que el estado debería realizar una reflexión de porqué una parte de la sociedad se encuentra en desacuerdo con sus decisiones adoptadas. Y sólo sancionar o penalizar si la desobediencia civil se lleva a cabo de una forma violenta o vulnera alguno de los derechos fundamentales y constitucionales. De no ser así, en las sanciones o penalizaciones que se llevasen a cabo, la autoridad debería tener en cuenta porqué se producen y la situación en la que se desarrollan.

Tercera

El movimiento social de la desobediencia civil no surge para oponerse al sistema, sino para mejorarlo, siempre y cuando se realice de forma democrática y respetando la constitución.

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