Despedida

Estimados y estimadas autoridades presentes, padres, cuerpo directivo, docentes, asistentes de la educación, madres, padres, apoderadas, invitados especiales:

Queridos alumnos y alumnas.

En esta mañana de día jueves 19 de diciembre, estamos reunidos con el fin de despedir a nuestros estudiantes que egresan de octavo año básico.

A nombre del cuerpo directivo, profesores y asistentes de la educación, deseamos a todos los alumnos y alumnas que hoy se licencian muchas felicidades y a la vez invitarlos a mirar los nuevos desafíos y obstáculos que deberán abordar como una oportunidad para superarse y ser mejores personas y ciudadanos.

Espero que cumplan sus sueños de adolescentes, en que cada uno aspira a insertarse y a participar en la actual sociedad, ya sea continuando sus estudios o incorporándose a la vida del trabajo.

Estimados alumnos, hoy se encuentran en una de las etapas más importantes de su vida: el periodo de formación: “en que su esencia de hombres y mujeres comienza a expresarse a través de sus intereses, aspiraciones y expectativas.

No olviden que la vida es un continuo aprender cada día. Aprender de ustedes mismos como de las personas con las que interactúan: sus amigos, sus familias, sus profesores y profesoras, su comunidad, su entorno…

Uno de los mayores desafíos de su vida es saber escoger bien qué es lo que se debe amar. Desde ya tendrán que comenzar a decidir “que amaran” y “que valoraran”: los rumbos que elijan esperamos sean coherentes con su sentir, pensar y actuar, para que vivan en armonía con su naturaleza de seres humanos orientados a la búsqueda del bien común.

Así, a través del tiempo y a medida que vayan alcanzando experiencia “aprenderán a conectarse con ustedes mismos” con su “yo interno” y a descifrar lo que esperan y desean construir para su existencia y para las personas que viven a su alrededor.

Agradezco a Dios el haberme puesto en su camino, en este año que estuve con ustedes los aprendí a conocer y querer, por esto mismo hoy les despido con mucho afecto, con la esperanza de que esta siembra rinda sus frutos en el corto plazo y a través de los años.

Sus padres y sus maestros aquí presentes, y los que por algún motivo no están en el día de hoy, esperamos que sean hombres y mujeres de bien: Seres humanos que respeten su vida y la de los demás y que a la vez se esfuercen por ser felices con su presente, sin perder la esperanza y la alegría. Que poco a poco vayan comprendiendo que las situaciones que en la vida se presentan, por difíciles y duras que sean pasan y pueden ser superadas con voluntad, optimismo y confianza. La vida es hoy y es todo lo que tenemos.

Les invito que siempre y donde quieran que estén cultiven el respeto hacia sí mismos y los demás y que se esfuercen por alcanzar sus buenos ideales.

Apreciados alumnos y alumnas…. reciban un afectuoso abrazo de quien espera que esta vida les depare mucho amor, éxito y por sobre todo felicidad.

Hasta pronto y que Dios les bendiga.

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