Desplazamiento Forzado En Colombia

El desplazamiento forzado en Colombia, tiene sus orígenes hacia mediados del siglo XX, en el año 1946 con la época de la violencia, donde más de dos millones de personas fueron obligadas a salir de manera forzosa de sus tierras, por los enfrentamientos entre grupos masivos legales e ilegales de los partidos liberal y conservador de dicha época, por el surgimiento del conflicto armado interno en 1960 y por el nacimiento del narcotráfico en Colombia en el año 1980.

Los territorios y zonas de expulsión donde se produce el desplazamiento, por lo general son zonas rurales donde no existe presencia de las autoridades y zonas donde existe la abundancia en recursos minerales (piedras preciosas, metales preciosos, petróleo, entre otras), dado que es en éstas zonas donde se da lugar a los enfrentamientos entre bandas criminales y grupos armados ilegales.

Las causas por las que se genera ésta problemática son de dos tipos: de desplazamiento individual y de desplazamiento masivo. En la primera clasificación se destacan: Amenazas de muerte, maltrato psicológico, amenazas de reclutamiento forzado, enfrentamientos armados, muerte de familiares a raíz del conflicto, desaparición de familiares, robo de bienes, maltrato físicos y reclutamiento forzado; mientras que en la segunda clasificación se destacan: Contaminación por armas, daño en propiedad pública o privada por hostilidades, destrucción deliberada y desmedida de bienes públicos y privados y la restricción del movimiento de comunidades.

Ahora bien, las consecuencias del flagelo del desplazamiento, se pueden clasificar en dos grupos: a nivel psicológico y sobre los lugares receptores (grandes ciudades). En el ámbito psicológico, algunas de las consecuencias son: temores, angustias e incertidumbre; mientras que en el ámbito de las grandes ciudades se evidencian: el aumento de las cifras de desempleo y pobreza y la creación de localidades marginales, las cuales también son conocidas como periferias o como localidades de invasión.

Para finalizar, la solución más efectiva para disminuir, o bien, para tratar de erradicar la problemática, comprende tres fases, las cuales son: Respuesta inmediata a la emergencia humanitaria, acomodamiento y

ejecución. La primera fase comprende todo lo relacionado con: brindar viviendas dignas provisionales, capacitaciones laborales, atención psicosocial y manutención, con el fin de garantizar su calidad de vida. La segunda fase abarca todo lo relacionado con: otorgar viviendas dignas en conjuntos residenciales o bien, efectuar una restitución de tierras aptas para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, hacer acompañamientos comerciales, asumir el pago de sus servicios públicos y efectuar una donación de mercados con el fin de contribuir a la situación económica y al desarrollo económico de las personas desplazadas. La tercera y última fase,

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