Dirección y estilos de liderazgo Evidencia #1 Corrupción en Monterrey
Enviado por Jorge Campa • 28 de Febrero de 2019 • Tarea • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 174 Visitas
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Dirección y estilos de liderazgo
Evidencia #1
Equipo 3
Sebastián José Mitre Contreras | 02924688 |
Jorge Campa Jacaman | 02925112 |
Erick Eduardo Martínez Salazar | 02918748 |
Paola Palacios Leal | 02768798 |
Diego Santana Arciniega | 02925011 |
Natalia Itzel Camarillo De León | 02697168 |
06 de Febrero de 2019
Planteamiento de la problemática
Corrupción en Monterrey
La corrupción es una de las problemáticas más graves que enfrenta esta ciudad. Esta se vive en diferentes aspectos de la sociedad. Se puede ver en los casos más básicos, como pagarle al policía en vez de pagar una multa, o en casos más complejos como el desvío de fondo para el enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos.
“La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando un servidor público abusa de sus funciones para obtener dinero, regalos, favores, o cualquier beneficio para sí mismo, sus familiares o amigos.” -ENCRINGE, El financiero 2017.
Existen muchos tipos de corrupción en el municipio, y en todo el país en general, el empoderamiento excesivo, la avaricia entre otras cosas, son las que orillan a una ciudadano, sea figura pública o no a la corrupción como una salida fácil y rápida de los problemas, una manera de ganar cantidades apoteósicas de dinero sin esfuerzo, sin la consideración del daño que repercute en la región.
Según estudios realizados en el 2017, la corrupción ha aumentado a 56.7% en el país, comparado con el 50.2% del mismo estudio realizado en el 2015. *Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG)
Representando como principal problema para Nuevo León la corrupción política, inseguridad y delincuencia.
De acuerdo con la ENCIG, en Nuevo León las instituciones o personas más propensas a realizar actos de corrupción son los policías, en sus diferentes modalidades, lo que fue señalado por el 87.1 por ciento de los ciudadanos, los partidos políticos, con el 85.5 por ciento, el gobierno federal, con 81.3 por ciento y el gobierno estatal con el 80.7 por ciento de la población.
La ENCIG calcula también los costos que representan los actos de corrupción en la economía del país. En 2017, el costo total a consecuencia de corrupción en la realización de pagos, trámites o solicitudes de servicios públicos y otros contactos con autoridades fue de siete mil 218 millones de pesos; lo que equivale a dos mil 273 pesos promedio por persona afectada.
“La corrupción, la inseguridad y la impunidad son los tres “caballos negros” en el panorama actual de la economía mexicana y, de acuerdo a diferentes estimaciones, representa fuertes costos para los particulares, empresas y ciudadanos en general.” –El Financiero
¿Por qué recurrir a la corrupción?
Uno de los principales objetivos de la ENCRIGE era investigar las causas por las cuales las empresas privadas incurren en actos de corrupción y en Nuevo León, más de la mayoría de las empresas señalaron que recurrían a la corrupción para agilizar trámites que en lo general toman demasiado tiempo y recurriendo a la corrupción se le otorgaban los trámites en una fracción del tiempo normal. Casi la mitad contestó que hacía actos corruptos para evitar multas o sanciones impuestas por el gobierno, en donde en vez de pagar una alta cantidad de dinero, podían reducir esa cantidad y evitar la multa. Por último, una minoría dijo que las empresas en Nuevo León (orientado más en la industria constructora) se adentraban en la corrupción con el objetivo de poder ganar los contratos gubernamentales y así ellos poder tener ese proyecto.
Otro motivo por la cual las empresas cometieron este acto ilícito fue debido a los costos monetarios que las empresas tuvieron que pagar debido a las regulaciones gubernamentales en el año 2016. El cual Nuevo León representa el segundo lugar “con un costo promedio de 170 mil 144 pesos, cifra muy superior al promedio nacional (48 mil 871 pesos)” El Financiero, 2017.
Es muy sencillo caer en la falsa necesidad de recurrir a la corrupción, la interminable burocracia que recubre todos los trámites legales a la par de la vida agitada que se vive en Monterrey hace más atractivo éste cáncer que se extiende por toda la ciudad, y hace que con el tiempo lo perciba como algo completamente normal, rigiendo su vida con uno de los dichos más populares mexicanos: “El que no tranza no avanza.”
El Estado deja de ser un instrumento para satisfacer necesidades colectivas o velar por la custodia de los recursos nacionales. Se hacen trizas las reglas del juego democrático y las estructuras jurídicas institucionales se desmiembran o nulifican para dar campo a relaciones entre intereses dominantes y actores políticos. Buscando beneficios propios y arrogantes.
Cuando una persona acepta una mordida de un policía, pagar por agilizar trámites legales, o no denunciar un acto ilícito estamos del lado que afecta a la población regia.
Corrupción, somos todos.
El mes pasado, la Universidad de Monterrey (UDEM) realizó un ejercicio especial, elaboró una encuesta interna sobre corrupción y tuvo el valor y la honestidad de difundirla.
El trabajo lo realizó la dirección de Efectividad Académica (DEAC) y se aplicó a los estudiantes de la UDEM, donde resultó que el 82 por ciento de los jóvenes afirman conocer casos donde se ha recurrido a pagos para la realización de tareas escolares. El 96 por ciento de los estudiantes nunca ha hecho una denuncia cuando han sido testigos o partícipes de un acto de deshonestidad académica, a pesar que el 93.1 por ciento conoce el reglamento.
Es un ciclo interminable en el que fácilmente nos podemos ver envueltos, pues la corrupción nos presenta una manera sencilla de solucionar nuestros problemas de diario de una manera más rápida, aunque ésta no represente la manera más honesta y eficaz.
Cada día se presenta ante nosotros la oportunidad de elegir el camino de la honestidad o de la corrupción, en un examen, en un semáforo, en trámites legales, en la entrega de una actividad, siempre tenemos la oportunidad de demostrar nuestros valores y asegurarle a la ciudad que aún existen personas que tienen buenas intenciones y ganas de cambiar el mundo, y eso se logra cambiando uno mismo.
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