Discriminación y Pluralismo

Introducción:

En el texto de León Olivé, se habla de la discriminación como un impedimento a que la diferencia, la pluralidad de las sociedades puedan desarrollar. Se habla de pluralidad refiriéndose a un encuentro de muchas culturas, costumbres, políticas, sociedades, etc. La palabra se refiere a un conjunto de múltiples culturas conviviendo.

La discriminación siempre ha sido un factor que se ha presentado en la historia de la humanidad, desde el nacimiento del “ellos y nosotros” la discriminación ha nacido del egocentrismo y miedo de las culturas a aceptar cambios en su estructura que les permita reconocer a los otros como seres humanos que también tienen derechos fundamentales.

En el siguiente ensayo, se expondrá las diferentes posibilidades para la convivencia de culturas diferentes construyendo un modelo de justicia que considere que todos los humanos somos diferentes, abriendo paso al concepto de “Derecho a la diferencia”.

Modelos de convivencia.

Remontándose a periodos post guerra, los primeros mundos decidieron brindar una ayuda a los países de tercer mundo para que su economía se expandiera y tuvieran la posibilidad de aportar al crecimiento de la economía mundial, aunque llegue a sonar altruista, era todo lo contrario. Para esto, se pensaba que las culturas eran un obstáculo que impedían la adaptación de costumbres “modernas” que permitan el crecimiento del país. Se tenía la mentalidad de que la “culturización” implicaba un Absolutismo, modelo que predicaba la existencia de un único pensamiento correcto, lo que conlleva a cimentar las sociedades en un modelo que excluye a las personas y a las culturas diferentes.

Otro modelo que en ese entonces se consideraba era el Relativismo extremo, que por el contrario afirma la imposibilidad de hacer una evaluación justa para comparar entre diferentes conjuntos de normas y costumbres, lo que imposibilita la convivencia y la cooperación entre dos grupos humanos diferentes.

La opción que contempla la posibilidad de la preservación de la herencia cultural de las sociedades es el Pluralismo. Modelo que busca posibilitar la convivencia de dos grupos que no comparten la mismas costumbres y cultura. Que promueve la tolerancia como un ejercicio horizontal, es decir que debe ser practicada entre grupos que no necesariamente tienen relaciones de subordinados - dominantes que también va de la mano con la justicia social.

Derecho al individualismo.

La tolerancia horizontal nace del mismo derecho de los individuos de tener culturas, principios y tradiciones. Segùn Salmeròn “Mi propia identidad como persona... viene a ser el resultado parcial de una negociación con los demás miembros de la comunidades en que participó, y de la manera en que me apropio de sus ideales y creencias, de sus normas y gustos. Hasta el punto que bien pueda ser que la realización misma de un ideal de perfección y de vida buena se haga posible y se acreciente

en esa participación y dentro de esa comunidad. Y que el desarrollo de mi

identidad dependa del reconocimiento de los otros y gane su lugar en el

intercambio con ellos.” Lo que se traduce a una construcción individual por medio de la comunidad en la que se desarrolla la persona. Es por eso que es tan importante respetar la diversidad en las personas, respetar el derecho que tienen a identificarse con determinadas culturas.

Tolerancia horizontal y Justicia social.

Para poder que el modelo de pluralidad sea efectivo, deben existir unas bases jurídicas que garanticen el cumplimiento de la tolerancia. Estas bases se fundamenta en la Justicia Social, que es la que establece normas que la comunidad accede a cumplir, dichas normas sacian las necesidades básicas y establecen normas muy simples para que los individuos tengan libertad de expresión.

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