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Discursos Social, político y científico


Enviado por   •  10 de Febrero de 2019  •  Tarea  •  6.277 Palabras (26 Páginas)  •  315 Visitas

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Tecnológico Nacional de México

Comunicación Humana

Ingeniería Aeronáutica

Agosto-diciembre 2018


Introducción.

El presente documento tiene como objetivo dar a conocer algunos de los diferentes tipos de discursos que se pueden elaborar, y la estructura que debe tener nuestra alocución.

Los discursos por desarrollar serán los siguientes: Discurso social, político y científico.

Así, el lector al terminar de leer la información será capaz de identificar los componentes que debe presentar el discurso.


Contenido

Introducción        1

4.1 Elementos del discurso        3

4.3 Discurso social        3

4.4 Discurso político        11

4.4.1 Discurso político(Elaborado)        14

4.5 Discurso científico        15

4.5.1 Discurso científico (Elaborado)        16

Palabras técnicas        19

Bibliografía        21

Adaptación a partir de programa de estudio de Comunicación humana.

4.1 Elementos del discurso.

Definición del discurso.

‘‘En oratoria se define al discurso como el conjunto de la forma y el fondo del pensamiento que constituye el mensaje que el orador expresa ante un auditorio.’’ (Villafuerte Coello, 2012, pág. 57) [pic 1]

Figura1.Elementos del discurso. Adaptación grafica a partir de Villafuerte Coello.

4.3 Discurso social.

Discurso de J.K. Rowling, “Los Beneficios del Fracaso y la Importancia de la Imaginación”

Reunión Anual de la Asociación de Graduados de Harvard (2008)

“Presidenta Faust, miembros de la Corporación Harvard y el Consejo de Supervisores, miembros de la facultad, orgullosos padres, y, sobre todo, graduandos.

Lo primero que quisiera decir es “gracias”. No solo Harvard me ha dado un honor extraordinario, sino que las semanas de miedo y náuseas que he experimentado por tener este compromiso de dar un discurso me han hecho perder peso. ¡Una situación ganadora en todo sentido! Ahora solamente debo tomar aire, mirar los banderines rojos, y engañarme a mí misma para creer que estoy en la convención de Harry Potter más educada del mundo.

Dar un discurso es una gran responsabilidad. O eso pensé hasta que recordé mi propia graduación. La oradora de ese día era la distinguida Baronesa y Filósofa Británica Mary Warnock. El repaso de su discurso me ha ayudado enormemente a escribir éste, porque resulta que no recuerdo ni una sola palabra de lo que dijo. Este liberador descubrimiento me permitió proceder sin el miedo de que inadvertidamente los influenciara a ustedes a abandonar prometedoras carreras de negocios, leyes, o política, simplemente por el gusto de convertirse en un mago gay.

¿Lo ven? Si todo lo que recordarán en los años venideros es el chiste del “mago gay”, entonces ya estoy mejor que la Baronesa Mary Warnock. Metas alcanzables: el primer paso hacia el mejoramiento personal.

De hecho, me he devanado la cabeza y el corazón pensando en lo que debía decir hoy. Me he preguntado lo que me hubiese gustado tener en mi propia graduación, así como las importantes lecciones que he aprendido durante los 21 años que han expirado desde ese día hasta hoy.

Y he llegado a dos respuestas. En éste maravilloso día en el cual nos reunimos para celebrar su éxito académico, he decidido hablar de los beneficios de fallar. Y mientras ustedes están a punto de ingresar a la llamada “vida real”, quiero también recalcar la crucial importancia de la imaginación.

Estas pueden parecer unas opciones muy Quijotescas o paradójicas, pero por favor escuchen lo que tengo que decir.

Recordar a la joven de 21 años que era cuando me gradué, es una experiencia un poco incómoda teniendo en cuenta que ya tengo 42 años. Hace la mitad de mi vida, me enfrentaba a un extraño balance entre la ambición que tenía para mí misma, y lo que mis personas cercanas esperaban de mí.

Estaba convencida de que lo único que quería hacer, para siempre, era escribir novelas. Sin embargo, mis padres, quienes provienen de entornos pobres y quienes nunca fueron a la universidad, tomaron mi hiperactiva imaginación simplemente como regalo personal que no podría pagar una hipoteca o garantizarme una pensión.

Esperaron que yo me graduara en el ambiente vocacional. Y quise estudiar Literatura Inglesa. Se estableció un compromiso que en retrospectiva no satisfizo a nadie, así que acabé estudiando Lenguas Modernas. Apenas el auto de mis padres volteó la esquina del camino, dejé de estudiar alemán y me escabullí por el Corredor de Clásicos.

No recuerdo haberles dicho a mis padres que estaba estudiando Clásicos. Creo que se enteraron el día de la graduación. De todas las materias de este planeta, creo que no podrían encontrar una más inútil que Mitología Griega al momento de asegurarse las llaves de un baño de ejecutivo.

Quiero aclarar, entre paréntesis, que no culpo a mis padres por su punto de vista. Hay una fecha de expiración al momento de culpar a tus padres por guiarte en la dirección equivocada. Cuando eres lo suficientemente mayor para tomar las riendas, la responsabilidad siempre está a tu lado. Y aún más, no puedo criticar a mis padres por esperar que yo nunca experimentara la pobreza. Ellos ya eran pobres, y yo entonces ya era pobre, así que concuerdo con ellos en que no es una buena experiencia. La pobreza enfatiza el miedo, y el estrés, y en ocasiones la depresión. Significa miles de humillaciones y necesidades. Salir de la pobreza por tus propios medios, es algo de lo que se debe estar orgulloso, pues la pobreza en sí sólo es romantizada por los tontos.

Lo que más temía de mí misma a su edad no era la pobreza, sino el fallar.

A su edad, a pesar de una carencia distintiva de motivación en la universidad, donde pasé mucho tiempo en las cafeterías escribiendo historias, y muy poco tiempo en las clases, tenía habilidad para pasar los exámenes, y eso, por años, ha sido la medida del éxito en mi vida, por mis esfuerzos.

No soy lo suficientemente ilusa para pensar que, porque ustedes son jóvenes, dotados y bien educados, nunca tendrán necesidades o desencantos. El talento y la inteligencia nunca han inoculado a nadie contra los caprichos del destino, así que en ningún momento supongo que todos los aquí presentes han disfrutado su existencia llena de privilegios y consentimientos.

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