ECUACIÓN DE BERNOULLI, TEOREMA DE TORRICELLI, ECUACIÓN GENERAL DE LA ENERGÍA
Enviado por gracielafc • 23 de Mayo de 2018 • Biografía • 1.691 Palabras (7 Páginas) • 491 Visitas
c) RECUBRIMIENTOS EPOXICOS.-
En términos generales el nivel de adherencia, dureza, flexibilidad y resistencia a los medios corrosivos de los recubrimientos epoxicos no han sido superados por ningún otro tipo de los recubrimientos actuales. Puede aplicarse sobre superficies de concreto, metálicas, galvanizadas o inorgánico de zinc; presenta una excepcional resistencia a medios alcalinos y buena resistencia a los medios ácidos; soporta salpicaduras, escurrimientos e inmersiones continuas de la mayoría de los hidrocarburos alifáticos y aromáticos, alcoholes, etc.
Presenta un alto grado de impermeabilidad permaneciendo inalterable ante la exposición o inmersión en agua dulce, salada y vapor de agua. Estas características no las adquiere por si solo, requiere de un agente de polimerización o entrecruzamiento denominado catalizador, el cual usualmente esta constituido por una solución de resinas amínicas o poliamidicas.
Su principal limitación considera la formación de un caléo superficial sin menoscabo a sus propiedades de película, así como su alto costo relativo; además, a largo plazo tiende a fragilizarse. A corto plazo alcanza a desarrollar una superficie lisa y muy continua, la cual puede presentar problemas de adherencia durante el repintado o mantenimiento, requiriendo un mordentado
INTRODUCCION
La corrosion marina es un proceso continuo y todas las estructuras ubicadas en zonas próximas al maro sumergidas en él se atacan. Esto hace que se las debe proteger contra su desintegración manteniéndolas en condiciones operativas, debido al alto costo que significa su reparación o reemplazo. Un barco es la estructura típica sometida a la acción de la corrosión marina, ya que se encuentra en inmersión permanente (carena) y el exposición continua a la atmósfera salina (resto del casco, línea deflotación y superestructura) [1]. En la construcción de un casco se emplea acero naval, aleación que reúne los requisitos de resistencia requeridos por la estructura final y que es de menor costo que otros metales y aleaciones. Se trata, sin embargo de
un material fácilmente corrosible en un medio altamente agresivo, que contiene según el grado de contaminación del agua de mar, cloruros, sulfatos, carbonatos, ácidos o álcalis. Este hecho constituye una condición de exigencia tal, que sólo puede ser superada eligiendo los mejores revestimiento s protectores [1, 2]. Un revestimiento protector en medio marino, deberá estar constituido a lo menos por un fondo anticorrosivo, cuya misión es proteger el metal contra la corrosión y una pintura de erminación, que debe cubrir dicho fondo, ya que éste no puede ser expuesto directamente a la acción del medio agresivo. En el caso particular de la carena, la pintura de terminación es tóxica (antifouling) por cuanto debe impedir o reducir la fijación de las
incrustaciones biológicas. Finalmente, un buen recubrimiento debe complementarse con la aplicación de un pretratamiento
de acción pasivante sobre la superficie metálica, o con una pintura intermedia entre el fondo anticorrosivo y la pintura de erminación [3-5]. El comportamiento de un determinado esquema de pintado dependerá de las propiedades físicas, eléctricas
y electroquímicas de esa película, como asimismo de las características superficiales del metal y de la naturaleza del medio en que prestará sus servicios. Es evidente, por lo tanto, que el mecanismo que gobierna la acción protectora de una pintura es sumamente complejo y es el resultado de la concurrencia de múltiples factores [6, 7]. La función primordial del uso de las pinturas como medio de protección contra la corrosion es aislar la superficie metálica del medio que la rodea, potencialmente
agresivo, mediante la formación de una película con acción pasivante y de barrera [1]. Este objetivo rara vez se logra en forma completa, debido en parte a la permeabilidad natural que exhibe cualquier película continua y en parte por los defectos propios de la construcción de la misma o por los deterioros que ella sufre en servicio [8]. Por consiguiente, el objetivo del presente trabajo
será comparar, aplicando técnicas electroquímicas, la permeabilidad de diferentes recubrimientos, considerando tanto el espesor como la calidad del mismo.
PARTE EXPERIMENTAL
El material empleado como electrodo de trabajo fue una chapa de casco de buque, de la siguiente composición 0,17 - 0,23 % e, 0,30 - 0,60 % Mn, 0,04 % máx. P, 0,05 % máx. S y resto Fe; de 10 cm. X 10 cm. X 1,3 cm. de espesor, decapada de acuerdo con el procedimiento descrito por A.S.M. [9], pintada o desnuda según los casos. A ella se adhiere un cilindro de vidrio de 8,5 cm. de longitud y 3,3 cm. de diámetro por medio de un adhesivo inerte (Fig. 1). La celda se completa con un contraelectrodo de platino
y un electrodo de referencia de calomel saturado. Los valores de potencial están referidos al electrodo normal de hidrógeno.
El equipo empleado consistió en un potenciostato y en un generador de señales triangulares de potencial fabricados en nuestro laboratorio. La corriente y el potencial fueron registrados simultáneamente en un registrador X-Y Recorder HewlettPackard modelo 1130.
Como solución de trabajo se utilizó NaCl al 3%pH 2,0, preparada a partir de NaCI p.a., HCl p.a. yagua destilada.
Las experiencias se realizaron a temperatura ambiente en medio aireado con una velocidad de barrido del
potencial de 3,0 V/hora. Las pinturas utilizadas en las diferentes probetas se especifican en la tabla 1.
RESULTADOS Y DISCUSION
El potencial de corrosión inicial que presenta el metal desnudo es de - 0,3V manteniéndose constante a través del tiempo. Las probetas A y B presentan un potencial de corrosión inicial de - 0,4 V alcanzando ambas el valor estable de - 0,3 V después de tiempos diferentes, 38 y 55 días respectivamente. Esto nos indicaría una mayor ermeabilidad al medio corrosivo por parte del revestimiento protector de la probeta A. Las figuras 2 y 3 muestran las-curvas de polarización realizadas sobre cada uno de los revestimientos, para tiempos diferentes. En ellas se observa que las curvas potenciodinámicas correspondientes a las probetas revestidas, presentan la típica repuesta ohmica de un sistema con película resistiva [6]. Sin embargo, esta técnica puede ser empleada ya que la respuesta a la perturbación es función de la conductividad del film, es decir del tipo de pintura y del tiempo de exposición al medio agresivo [6]. Para el metal desnudo se observa un desplazamiento de la curva de polarización debido a una isminución de la corriente anódica con el tiempo. Esto. Estaría indicando que se forma una película pasivamente de
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