EDITORIAL

Parece que es el momento en que todos nos ponemos a hacer un balance del año, de lo bueno y de lo malo, de todo aquello que hemos hecho y de las cosas que hacen que el año haya sido diferente, o igual, o mejor o peor que otro.

En mi caso este ha sido un año distinto.

Ha sido un año que ha cambiado mi vida de algún modo.

Yo antes tenía una vida, más o menos rutinaria, feliz en muchos aspectos y no tanto en otros. Estaba hasta las narices del trabajo (como siempre), llegó un momento en que me quemó y ya no me aportaba nada. Vivía día tras día con resignación, intentando ver lo positivo pero agrandando todo aquello negativo, y yo no soy así.

Un día que todo cambió.

Decidí tomar el camino del riesgo, de dejar algo seguro, estable, cómodo, fácil... por algo que todavía no sabía ni lo que era.

Este año he pasado un año de continuos nervios, de no saber que iba a hacer, de poner todas mis cartas sobre la mesa.

Esto obviamente repercutió … no puedo decir que hayan habido grandes cambios, pero en este caso esto es algo muy positivo para mi, porque significa que sigo muy feliz con la persona que amo, que me ha apoyado (a su manera) en todo momento, en mis decisiones y que me ha hecho mucha compañía en algunas ocasiones, demostrando que somos el uno para el otro. ( el amor.. el amor… jajajajajaj )

El resto de aspectos, como los amigos y la familia, también me han dado más alegrías que disgustos :-) aunque he echado mucho de menos a mi hermana y mis sobrinitos en los días especiales, cuando toda la familia se reúne, cuando te tocan vacaciones y más tiempo para compartir con los tuyos.

En definitiva, yo diría que ha sido un año bueno, muy positivo con respecto a los cambios que han habido en mi vida y con respecto a la gente que me rodea que siempre ha estado ahí en todo momento.

Haber tomado decisiones difíciles me hace sentir muy orgulloso de mi mismo, por no haberme dejado llevar por el camino fácil, y porque al final creo que mi decisión me llevó por el buen camino. Ha habido momentos en que lo he pasado mal, pero acercándome cada vez más a la única persona que no te deja solo… Dios.

-cuando hago el balance entre lo bueno y lo malo, creo que simplemente el hecho de correr riesgos compensa los malos momentos.

Ahora mismo no puedo decir qué me depara mi futuro a nivel laboral, seguramente acabaré cayendo en una rutina como la que tenía antes, pero siempre me sentiré satisfecho y orgulloso con lo que haga y me motivaré lo suficiente como para no quemarme y afrontar nuevos retos.

Para terminar, me gustaría animar a toda aquella gente que no se atreve a cambiar su vida en algo que no le gusta. Decirles que muchas veces nos quejamos de cosas, y la mayoría de las veces, la solución está en nosotros mismos. Aprovechemos

...