EL AMOR, EN LA MODERNIDAD, ES FRÁGIL Y PASAJERO
Enviado por Daniela Velarde • 25 de Junio de 2018 • Documentos de Investigación • 1.161 Palabras (5 Páginas) • 430 Visitas
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FACULTAD DE HOTELERÍA, TURISMO Y GASTRONOMÍA
Ensayo:
EL AMOR, EN LA MODERNIDAD, ES FRÁGIL Y PASAJERO
Curso:
Lenguaje II
Profesor:
Fernández Cozman, Camilo Rubén
Alumna:
Quispe Velarde, Daniela Alexandra
Código:
1711313
Lima – Perú
2018
El amor es una aventura que el amante inicia con la esperanza de ser aceptado por el otro, en donde, el amante anhela que el otro lo desee con la misma intensidad. De ello, surge la siguiente pregunta ¿Considera usted que el amor, en la actualidad, es frágil y pasajero? En mi opinión, considero que hoy en día el amor es efímero y tenue. A continuación, explicaré a detalle mis argumentos. [pic 2][pic 3]
“La definición hasta que la muerte nos separe está pasada de moda” comentó el sociólogo, filósofo y ensayista Zygmunt Bauman cuando escribió su libro “Amor Líquido” en España en el año 2003. Las personas tendemos a calificar de amor a más de una experiencia amorosa. Esta abundancia de experiencias amorosas llega a alimentar la convicción de que esta se pueda aprender y que el dominio de instruirse a tener una relación se consigue con el gran número de experiencias que se pueda tener. Es por ello, que cada vez están más entusiasmados a tener mayores parejas. Por otra parte, cada vez los estándares para obtener una pareja son más bajos, puesto que ahora sentir atracción por una persona, tener una relación de una noche, el envío de un mensaje u otros se consideran como amor. [pic 4][pic 5][pic 6][pic 7][pic 8]
En segundo lugar, el amor es pasajero debido a que nuestra sociedad se ha convertido en personas consumistas. Vivimos en una cultura en donde encuentras los productos listos para el uso inmediato, las soluciones rápidas, resultados que no necesitan ni un mínimo esfuerzo y sobre todo la satisfacción instantánea. Las empresas se han encargado en formarnos como consumidores de sus productos fáciles e inmediatos y sentir que realmente lo necesitamos; sin embargo, cuando surge un nuevo producto, desechamos el que tenemos y compramos uno nuevo. Por ello, la sociedad acciona el amor como recibir no el dar. Por este motivo, de igual manera, pasa con las personas y las relaciones amorosas, aparece el deseo, el anhelo de consumir, y querer obtenerlo rápidamente para que de esta manera obtengamos nuestra satisfacción, hasta que llegue el momento de cambiar. [pic 9][pic 10][pic 11][pic 12]
La sociedad prefiere “relaciones de bolsillo” porque no tienen que hacer grandes esfuerzos. “Las relaciones de bolsillo se denominan así porque uno se las guarda en el bolsillo para poder sacarlas cuando le haga falta” explica Catherine Jarvie comentando las opiniones de Gillian Walton de London Marriage Guidance (2003,38). A ellos les agrada esta idea, puesto a que pueden seguir teniendo una relación sin hacer nada en absoluto y, a pesar de eso, siga siendo agradable y puedan disfrutar de ella. En este tipo de relación es obligatorio no tener sentimientos hacia al otro, ya que lo único que cuenta es la conveniencia y la satisfacción personal. Porque cuanto menos se invierta en la relación menos inseguro se sentirá al momento de romper el lazo. [pic 13][pic 14][pic 15][pic 16][pic 17][pic 18][pic 19][pic 20]
El amor es fugaz, ya que las personas deciden disfrutar de un compromiso al instante en el que tienen una conexión, no una relación. Cuando tienes una relación que se ha formado en poco tiempo, no llegas a conocer a la pareja lo suficiente; de modo que, puede atraer temor al otro, debido a que el hombre líquido necesita la seguridad de que lo que haya invertido obtenga ganancia. El momento en que obtenga su ganancia, es ahí en donde se gasta la conexión que existía entre estos dos. De hecho, cada vez más parejas se rompen antes de llegar a un compromiso firme. El número total de separaciones se mantiene poco estable desde el año 2000, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Por ejemplo, en España, en el año 2012 se produjeron en total 110.764 y en 2003, 122.166. Sin embargo, en el año 2006 la cifra ascendió hasta más de 145.000.[pic 21][pic 22][pic 23][pic 24][pic 25]
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