EL DELITO POLITICO DENTRO DE LA NEGOCIACIÓN DE PAZ EN COLOMBIA

EL DELITO POLITICO DENTRO DE LA NEGOCIACIÓN DE PAZ EN COLOMBIA

El desarrollo de las negociaciones de la paz entre el gobierno colombiano y las FARC  ha sido un asunto de gran controversia mediática. Con respecto a este tema, es relevante la definición y aplicación del concepto de delito político, pues en razón de este se puede llegar a obtener diferentes consecuencias jurídicas y políticas de un posible acuerdo de paz en Colombia.  El concepto de delito político a  lo largo de la historia colombiana ha sufrido ciertas transformaciones, por su parte la doctrina penal ha construido diferentes teorías con respecto a la noción este con la finalidad de lograr su definición.  En el presente trabajo se procura establecer cuál de las teorías del delito político se adoptó en el texto “el delito político en el marco del proceso de paz con las Farc” de Farid Benavides.

A lo largo del texto  Farid Benavides se va a apartando de algunas teorías, y en primer lugar excluye las teorías objetivas puesto que estas amplían sin ningún limite el espectro de delito político y en realidad no solo tienen en cuenta la materialidad del comportamiento y el bien jurídico protegido.^[1]

Además de lo anterior, dentro del texto de Benavides se habla de delito político cometido por “(…) el delincuente que actua por razones altruistas y, en esa medida, merece un trato privilegiado” (Benavides, 2010, p.4) permitiéndolo de esta forma participar en la vida política, puesto que su actuación fue impulsada con fines de mejorar la vida de las personas dentro del Estado.  De esta forma el texto tiene en cuenta los elementos de las teorías subjetivas del delito político, pero a su vez se aleja de estas al considerar que se amplía de modo desmedido el ámbito beneficioso de los delitos políticos a los delitos comunes, es decir cuando al aplicar las teorías subjetivas solo se tiene en cuenta el elemento de altruismo dejando por fuera otros elementos de gran importancia (Posada, 2010, p. 24), y por lo tanto se desconoce el “deber más estricto de los Estados de sancionar los crímenes internacionales cometidos en su territorio”. (Benavides, 2010, p.1).

Ahora, con relación a las teorías mixtas, en donde se tienen en cuenta tanto elementos de las teorías objetivas como elementos de las teorías subjetivas, se admiten dos variantes: teorías mixtas extensivas cuando se incluyen elementos objetivos o subjetivos en donde nunca se llegan a mezclar y teorías mixtas restrictivas en donde “existirá un delito político cuando el comportamiento del sujeto activo no sólo atente de manera violenta y armada contra el régimen constitucional o legal vigentes (materialidad del objeto jurídicamente tutelado por el derecho penal), sino además, cuando el sujeto realice dicho comportamiento lesivo con base en un doble elemento subjetivo” (Posada, 2010, p.26).

Con base en esta teoría se podría afirmar que todos los delitos cometidos por las FARC o el ELN  son delitos comunes empleando métodos contrarios a la lucha política y no delitos políticos. (Posada, 2010, p.29).  Con respecto al texto de Benavides, esta postura resulta problemática, puesto que al aceptarse los elementos tanto objetivos como subjetivos se restringe la concepción de delito político, a tal punto que muy pocos actos serian considerados como delitos políticos y por lo tanto no se podría gozar de amnistía, lo cual  a fin de cuentas sería un obstáculo para encontrar la paz según el autor.  Esta situación se presento en el proceso de negociación de las AUC y la Ley 975/05, en donde se concedía amnistía a los miembros de la AUC, pues a sus actividades paramilitares  se les dio tratamiento de delito político, como delito de sedición es decir actuaciones que solo buscan evitar que el régimen funcione correctamente.^[2]  Pero con la sentencia C-370 de 2006 el gobierno no pudo conceder amnistías para esos crímenes puesto la Corte Suprema le retiró a esos actos la etiqueta de delitos políticos  al aplicarles el tipo penal de concierto para delinquir, Asi, esta decisión representó un obstáculo para las negociaciones con la guerrilla.

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