EL DIVORCIO

INTRODUCCIÓN

La familia es sin duda el medio donde se establecen las relaciones más íntimas, generosas, seguras y duraderas. Los lazos familiares constituyen el compromiso social más firme e importante que existe entre las personas. Para el sano desarrollo de los seres humanos la familia es de una vital importancia, pero la gran mayoría de las atraviesan por serios problemas; uno de ellos es la emergente realidad del divorcio.

El divorcio constituye un problema que cada vez más afecta la vida de muchas familias, ocasionando daños profundos y duraderos en la vida de sus miembros, especialmente en el caso de los niños que necesitan con mucha intensidad la presencia y el acompañamiento de sus padres.

Hoy en día de cada tres matrimonios uno termina en divorcio y muchas de las parejas divorciadas tienen niños. Los padres que se divorcian, a menudo se preocupan acerca del efecto que el divorcio tendrá en sus hijos. Durante este período difícil, los padres parecieran que se preocupan por sus propios problemas, pero continúan siendo las personas más importantes y necesarias en la vida de sus hijos.

Los niños con frecuencia creen que son la causa del conflicto entre su padre y su madre. Muchos niños asumen la responsabilidad de la decisión asumida por sus padres y algunas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso de separación haciendo lo posible por mantener unida su familia.

En la pérdida traumática de uno o de ambos padres debido al divorcio, los niños pueden volverse vulnerables tanto a enfermedades físicas como mentales.

Como estudiantes próximas a graduarnos nos interesó investigar esta problemática que existe actualmente a raíz de un divorcio y que cada día está en continuo aumento en nuestra sociedad. La causa en la que pretendemos detenernos son los trastornos y traumas que sufren los niños a causa del “divorcio”.

RELEVANCIA.

La información que damos aquí muestra como un divorcio mal encaminado puede llegar a dejar huellas o marcas profundas en los hijos para toda su vida, creemos que es de vital importancia para que los padres puedan replantearse la forma de proceder cuando tengan que afrontar en su vida, llegado el caso, un divorcio.

1. Concientizar a los jóvenes que conozcan antes de concebir un hijo, la importancia de garantizarle un desarrollo normal y afectivo a lo largo de toda su vida.

2. Reflexionar sobre lo que representa un divorcio o separación, generador de problemas psicológicos, físicos y sociales para el desarrollo de los niños

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los hijos de padres separados presentan niveles más altos de desórdenes externos como: conducta agresiva, desobediencia, falta de autorregulación, baja responsabilidad social, ansiedad, depresión y problemas en las relaciones sociales (problemas con el padre, la madre, los hermanos, etc.)

La preocupación en cuanto al desarrollo actual de los niños que viven cambios en la familia, como lo es la separación de los padres, nos ha llevado a pensar en aquellas consecuencias que esto causa a su estabilidad.

OBJETIVO GENERAL

• Determinar la reacción de los niños ante el divorcio y deducir de qué forma afecta la vida de estos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Entender cómo influye la separación en la conducta de los hijos.

• Indagar si los hijos de divorciados tienen vida social diferente a los demás.

• Conocer los traumas que desarrollan los hijos de padres divorciados.

MARCO TEORICO.

Conocimientos teóricos sobre el tema

La familia como núcleo principal de la sociedad y responsable del sano crecimiento de todos los individuos nacientes juega un rol, quizá el más importante, para el buen desarrollo de cada ser vivo de la especie humana.

Cuando este vínculo o unidad se ve en crisis todos los individuos pertenecientes a dicha asociación (padres e hijos) se ven afectados grandemente produciéndole daños permanentes e irreparables. Siendo el divorcio la crisis más severa que se presenta en las familias, es la alternativa a la que menos se debería llegar pero generalmente es la solución más utilizada ante los problemas de pareja.

EL DIVORCIO

El casamiento es una etapa de desarrollo en la vida. Durante todos los años que la pareja se encuentra casada, experimentan una serie de cambios, como resultado de la madurez intelectual, experiencias laborales y el desarrollo emocional. En el momento del casamiento existe entre la pareja una gran similitud de sentimientos y valores, metas e ideales que los harán más felices de lo que cada uno experimentaba anteriormente por separado.

El divorcio constituye, sin duda alguna, una de las tensiones mayores que pueda experimentar el ser humano. La mayor parte del divorcio implica una ruptura con las metas familiares originales que se pretendían al contraer matrimonio donde se preveía felicidad, un hogar gratificante y una familia, todas esas brillantes promesas del matrimonio se desmoronan.

El divorcio establece circunstancias tan desorganizadoras para el individuo, casi todo lo que había sido considerado como estable debe ser ahora reorganizado.

Toda relación, tanto aquellas que culminan en divorcio, como las que no, deben experimentar cambios e incomprensiones, cada día trae modificaciones a sus pensamientos y sentimientos, algunas veces ambos cónyuges evolucionan en direcciones divergentes, o cambian sus expectativas, lo que conduce inevitablemente a un marcado cambio en sus emociones y muchas veces, también en sus sentimientos hacia su pareja, como consecuencia de todos esos cambios puede producirse una desilusión hacia el matrimonio de parte de uno o incluso de ambos cónyuges.

En años pasados, las parejas a pesar de la infelicidad debían seguir juntos "en las buenas o en las malas" y el divorcio era considerado universalmente como un fracaso; el divorcio ahora es alcanzable, pero ninguna ley puede evitar la angustia y el sentimiento de fracaso que sobreviene con la ruptura de un matrimonio.

El divorcio debe darse de un cuidadoso análisis de los problemas, y una honesta autoevaluación. La ruptura de un matrimonio posiblemente tras varios años de vivir, comer y dormir con una persona, exige valor, supone una aflicción y a veces puede provocar una sensación de angustia, jamás resulta fácil, incluso si uno de los cónyuges abandona al otro por una tercera persona, él o ella padecerán

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