EL FEMICIDIO

3. ANTECEDENTES

Desde los albores de la humanidad, las distintas sociedades han pretendido resolver los problemas del femicidio. Las instituciónes contra la violencia y el femicidio, se han modificado considerablemente en el transcurso de la historia, para darle a la mujer una Educación en la cual ellas comprendan que tienen que defenderse, pelear por sus derechos y en especial el derecho a que se les respete su vida.

El femicidio tiene su origen etimológico en la traducción de los vocablos ingleses “femicide” o “gendercide” y se refiere a la muerte evitable de mujeres, este término va más allá del concepto tradicional de las acciones violentas contra las mujeres, este trata de englobar otras conductas.

La primera vez que se usó el término fue en 1801, cuando La revista satírica de Londres (Inglaterra) lo utilizó para describir “el asesinato de una mujer”. En 1827, la tercera edición de Confesiones de un femicida aún no ejecutado fue publicada. Este corto manuscrito, escrito por el femicida William MacNish, describe el asesinato de una joven mujer perpetrado por él. Además, según la edición de 1989 del Oxford English Dictionary, el femicidio apareció en El léxico de derecho, en 1848, lo que sugiere que se había transformado en un delito capaz de ser procesado.

4. ORIGEN DEL FEMICIDIO EN HONDURAS

La participación de la Mujer en la Sociedad Hondureña, inicia en el año 1955 que se le reconocen los derechos políticos y son constituidas por primera vez como ciudadanas y es hasta 1956 que la mujer ejerce el voto, con un trasfondo de una cultura patriarcal y machista, definiendo machismo según López Corella como “actitud mental por lo cual el hombre se cree superior a la mujer y pone su valor como persona en su masculinidad. Podemos considerar que el machismo es la causa o efecto de una concepción individual o colectiva de un modo de vivir especial del hombre en una sociedad determinada”.

Tomando en cuenta nuestra cultura, donde el hombre cree poder pasar por encima de los derechos de las mujeres, se han venido incrementando la muerte violenta de mujeres es así que las organizaciones integrantes del movimiento de mujeres emprenden un campaña en contra de los femicidios y logran que el Congreso Nacional presentará moción en el año 2004 para que nombrará la Comisión de Seguimientos a los Femicidios. En el mismo año se realizó un encuentro sobre femicidios en la ciudad de México dirigido por la doctora y diputada Marcela Lagarde, participando por Honduras: Centro de Estudios de la Mujer, Instituto Nacional de la Mujer, y otras instituciones que conforman ahora la Comisión Interinstitucional de Femicidios creada en el año 2005, la que tiene como uno de sus objetivos orientación a la elaboración y negociación de propuestas de un marco legal y la creación de políticas públicas que prevengan y sancionen la violencia contra las mujeres por razones de género.

Es en el año 2006 a solicitud del colectivo de mujeres contra la violencia, que la Diputada Doris Gutiérrez presentó una moción al Congreso Nacional para que se conformara la comisión de alto nivel para la investigación del Femicidio, así mismo para que el Ministerio Público creara la Unidad especial de femicidios en Honduras.

El 18 de abril del año 2008 mediante Resolución No, FG-24-2008, se crea la unidad de investigación de muerte de mujeres, adscrita a la Fiscalía de la Mujer y así mismo se le asigna un presupuesto de 16 millones de lempiras, contando actualmente con unidades en las siguientes ciudades: Choluteca, Comayagua, Roatán, Ceiba, Santa Rosa de Copan, San Pedro Sula y Tegucigalpa, las cuales están funcionando a partir de junio del 2008.

5. EL FEMICIDIO EN HONDURAS

Este problema del femicidio ha llamado en especial la atención del mundo entero por su dramática dimensión. En Honduras, de estudios realizados por el Instituto Nacional de la Mujer y por el Centro de Derechos de la Mujer se ha demostrado que en los primeros 5 años de esta década este tipo de crímenes han aumentado año con año. Estos son sumamente esclarecedores y se tratara de examinarlos en su totalidad.

La noción de femicidio incluye, tanto los crímenes cometidos dentro de la llamada esfera privada como pública, tal como lo hace la definición de violencia contra la mujer contenida en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará). En su artículo 1°, la Convención señala que “debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

El concepto teórico de femicidio: “Cualquier manifestación o conjunto de manifestaciones o y/o actos de ejercicio de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres que culminan en la muerte de una o varias mujeres, por su condición de mujer, y se produzcan en el ámbito público o privado”. En relación con el concepto político, que sería aquel que se utiliza para efectos de hacer conciencia en la sociedad e incidir en las autoridades estatales para promover su reconocimiento, puede entenderse el femicidio como: la muerte de mujeres por razones de género que se producen por inexistencia de políticas de Estado integrales y específicas sobre femicidio, incitándose que existe tolerancia, impunidad y omisión del Estado para prevenir, sancionar y erradicar los femicidios. El concepto político debe servir para exigir cuentas e información sobre las muertes de mujeres; y para la operacionalización de escenarios y/o conductas que pueden ser indicativos de femicidio.

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El femicidio es la forma más extrema de violencia contra las mujeres que consiste en la muerte de ellas en manos de hombres por razones asociadas con su género. La motivación principal de esta violencia de derechos humanos reside en la relación de poder desigual existente entre hombres y mujeres. El femicidio es la muerte de mujeres de cualquier edad, expresión extrema de violencia contra las mujeres basada en el poder de control, objetivización y dominio de los hombres sobre las mujeres, ya que el femicidio no es crimen pasional.

La explicación del femicidio, según Lagarde “se encuentra en el dominio de género: caracterizado tanto por la supremacía masculina como por la opresión, discriminación, explotación y, sobre todo, exclusión social de niñas y mujeres como señala Haydeé Birgin. Todo ello, legitimado por una percepción social desvalorizadora, hostil y degradante de las mujeres. La arbitrariedad e inequidad social se potencian con la impunidad

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