ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA
Enviado por eg7274 • 9 de Diciembre de 2013 • 7.477 Palabras (30 Páginas) • 442 Visitas
ARTICULO REALIZADO POR DESDE LA VINCULACIÓN SOCIAL.
EDICTA GONZALEZ
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos se le describen como sujetos sociales, esto significa que vivimos en todo momento procesos de interacción con otras personas. Por lo que estas relaciones humanas son extremadamente complejas, pues van tejiendo una inextricable red de interacción tanto personal como subjetiva y para tratar de comprenderla requiere el uso del paradigma de la complejidad expuesto por el filósofo Edgar Morín. Al respecto señala Ugas (2006) que “la complejidad es un modo de pensar que implica cómo y hacia donde se orienta el pensamiento para vincular orden, desorden y organización”, para las relaciones humanas no hay recetas; no hay reglas de matemáticas y de aplicación universal. Tal vez por eso nadie en ocasiones hayan quienes no tenga éxito total en sus relaciones y estas se conviertan en violencia, la cual se determina en la actualidad como expresión de un fenómeno social negativo inserto en la realidad de los ciudadanos y ciudadanas.
Siguiendo este mismo orden de idea la violencia como fenómeno social requiere la adquisición de competencias hermenéuticas con la visión de comprender los contextos generados por los seres humanos en sus interacciones sociales y esta realidad pensada y cruda debe ser estudiada desde el pensamiento complejo, ya que la violencia por naturaleza es multidimensional y compleja, la misma está asociada a destrucción, muerte, homicidios, robos entre otros, para las Ciencias Sociales (y otras ciencias) es un deber ineludible penetrar sistemáticamente en una realidad pensada, por ello Morin (1994) explica que “…la necesidad, para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedades, clarificar, distinguir, jerarquizar…”
América Latina se encuentra en una situación particular en la actualidad, tomando en cuenta el escenario de violencia que sufrieron durante la década de los setenta y ochenta, violencia política devenida desde el Estado como respuesta a la situación interna y bajo el paradigma de la seguridad nacional, según Gomáriz (2010), “los regímenes de seguridad nacional plantearon que el enemigo interno estaba formado por las fuerzas subversivas y la criminalidad”, tal escenario cambia con la transición hacia la democracia de las naciones latinoamericana, la disminución de la violencia política, no obstante un factor hace presencia en la región según Gomáriz (2010) “…este tránsito hacia los estados de derecho se produce en el contexto de una crisis social y un ajuste económico” , de este modo comienza a configurarse una gama compleja de causas que se traducen en el incremento de la violencia social y la criminalidad. Estos serios problemas de violencia requiere un estudio transdisciplinar para conocer y reconocer el mapa tipológico de la misma y determinar las políticas públicas progresistas que tiendan hacia la consolidación de una cultura de paz desde los órganos de seguridad.
Cabe destacar son muchas las causas de la violencia en nuestra región pues la dimensión multidimensional y compleja de este fenómeno social, se hacen presente en la investigación, no obstante la creencia de que este fenómeno era una de las consecuencias de la violencia política de décadas anteriores, según Rojas F. (2008) se conforma un amplio consenso “acerca de que la región presenta un cuadro de violencia y criminalidad que tiene su propia naturaleza” y, por ende, debe ser estudiado de manera compleja evitando reducir lo complejo de una realidad pensada a lo simple. Una característica notable y que no ha pasado desapercibido por los investigadores es que América Latina es una de las zonas de la Tierra con menores conflictos bélicos internacionales y, al mismo tiempo es una de mayor violencia social.
Aunado a lo antes expuesto “las causas de la violencia y la criminalidad es multicausal… destacando los factores demográficos, familiares, migratorios, socioeconómicos, sociopolíticos, culturales y valóricos” sin embargo la tendencia de algunos estudios es reducir la complejidad del fenómeno a las causas socioeconómicas (y principalmente la desigualdad social), en tal sentido Gomáriz (2010) explica que “…hay ejemplos notables que desmienten esa explicación tendencialmente monocausal” dando a continuación el siguiente razonamiento: la violencia “a) No depende de la riqueza de los países”, “b) Tampoco de la desigualdad social” “c) La articulación entre pobreza y desigualdad”. Si no que, estamos en presencia de un nuevo escenario de violencia multicausal que requiere abordarlo con enfoques complejos, inter y transdisciplinarios.
En Venezuela el razonamiento de Gomáriz aplica en los puntos antes descritos, ya que posee unos ingresos extraordinarios por concepto de la renta petrolera, es decir se dispone de un presupuesto público millonario que debería tener a los ciudadanos en un estado de seguridad, lo cual no es cierto. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas la pobreza en Venezuela (y por ende la desigualdad social) ha disminuido en los últimos años, así como también observamos que hay menos violencia y criminalidad. Por lo que existen datos que expresen lo contrario.
Lo que sí es cierto es el escenario de inseguridad que se vive, de allí la urgente necesidad de “interpretar para comprender” la realidad pensada y dejar a un lado la tesis monocausal con el binomio pobreza=violencia social y enfocar el estudio desde una perspectiva multicausal, sin desmerecer la incidencia que la desigualdad y la pobreza tienen dentro del fenómeno complejo de la violencia.
Otro aspecto a considerar es el referido a la definición correcta de los términos, o dicho en palabras de Gomáriz “…lo importante es lograr un consenso básico sobre el mapa tipológico de expresiones de violencia y criminalidad de cada país o subregión…” ya que, según el autor de ello depende la posibilidad de asentar sólidas políticas de seguridad ciudadana.
Para ello, el Estado partiendo desde lo que está establecido en la Carta Magna según el artículo 55° debe garantizar la seguridad a los ciudadanos por lo que se hace menester que se la legisle y promulgue políticas públicas progresistas. Obviamente se requiere considerar el “mapa tipológico de las expresiones de violencia y criminalidad” así como un enfoque complejo a la naturaleza multicausal de la violencia social. En resumen, definir adecuadamente los tipos de violencia a fin de desarrollar políticas públicas de seguridad ciudadana, que se orienten hacia una estrategia integral y una política de Estado sobre
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