ESI en las escuelas

¡Buenas tardes! Recuerdo una situación particular en segundo año de la secundaria. La docente nos había informado a los alumnos y a las alumnas que en los próximos días íbamos a tener una charla sobre las enfermedades de transmisión sexual y las formas de prevenirla.  Para poder presenciarla necesitábamos la autorización previa de nuestros padres. El día acordado, nos reunieron a los tres cursos (División A, B y C) y en el salón de actos nos estaba esperando un médico para desarrollar el tema. Recuerdo que la charla fue básicamente una exposición de información,  básicamente enumeraba las ITS, alguna de sus características y remarcaba la importancia de usar preservativo para prevenirlas.

Al final de la charla, el doctor nos preguntó si teníamos  preguntas  para hacerle o alguna duda...  ¡por supuestos que todos teníamos muchísimas dudas, teníamos quince años! Pero nadie se animó a preguntar nada. Recuerdo las risas tímidas de todo el grupo, los nervios y la vergüenza...  En esa edad varios de mis compañeros comenzaban a tener sus primeras experiencias sexuales,  con todo lo que eso implica… Creo que hubiese sido una excelente oportunidad para tener una charla significativa acerca de la sexualidad, las relaciones sexuales, el vínculo con nuestro cuerpo, el vínculo con el otro... Al final de la charla nos dieron un folleto con un listado de las ITS y un preservativo.  Considero que este  tema fue tratado fuera de contexto, en una hora no se puede focalizar el contenido solo en las ITS, se debe tener en cuenta todos los contenidos mencionados anteriormente. Esta charla coincide con los modelos biomédico y por lo tanto biologicista. En ningún momento se mencionaron temas respecto a la diversidad, ni al deseo, ni a la valoración a la afectividad.

Sin antes hablar de todo lo que implica la sexualidad.

Esta experiencia escolar, desde la perspectiva de la esi se habrían tenido en cuenta las necesidades y opiniones de los alumnos, generando un clima donde ellos puedan sentirse cómodos de aclarar sus dudas, el conocimiento del propio cuerpo, las habilidades para decidir libremente si tener relaciones o no, cuando tenerlas y bajo qué condiciones de cuidado mutuo.,etc.

Educar en sexualidad implica ofrecer conocimientos sobre, por ejemplo, las enfermedades de trasmisión sexual, los métodos anti conceptivos, etc,  pero también es imprescindible formar en valores, sentimientos y actitudes positivas frente a la sexualidad. Es muy importante crear un aprendizaje significativo y brindar un espacio a los alumnos y alumnas que les haga construir la idea y los lleve a desarrollar sus vivencias sexuales de forma responsable, libre, plena y segura.

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