EXPOSICION: MOVIMIENTO CAMPESINOS

INTRODUCCIÓN

México ha sido escenario de grandes movilizaciones populares significativas en el desarrollo del estado moderno. Las revueltas rurales han tenido cercanos vínculos con las revoluciones nacionales. En la segunda mitad del siglo XIX , a medida que se acentuaron los rasgos empresariales de la hacienda y aumentó su presión sobre las comunidades, estas entraron en un agudo proceso de deterioro. El fortalecimiento  de las haciendas fue acompañado del de los pequeños productores independientes (rancheros, pequeños propietarios, arrendatarios),que a principios del siglo  habían llegado al número de medio millón.

En 1910 estalla la revolución y un pequeño núcleo de hacendados poseía el 97% de la tierra bajo control. Los hombres del campo carecían de tierras y trabajaban como peones u obreros. Las personas libres que carecían de vivienda, parcela de cultivo y empleo seguro, empezaron a enrolarse a los ejércitos revolucionarios que buscaban “Tierra y Libertad”, el lema de Emiliano Zapata que los agrupo.

Uno de los movimientos más importantes y significativos al inicio del siglo XX durante y después de la revolución, es el movimiento campesino en México que fue propiciado por determinados conflictos como lo son: la concentración de la propiedad, los usos y reparto del suelo, así como la política de privilegios.

Los sucesos que anteceden a este importante movimiento son las batallas que libraron los trabajadores del campo mediante sus ejércitos principalmente ubicados en los estados de Morelos y Chihuahua, creándose el Plan de Ayala y la ley agraria de Francisco Villa respectivamente. Desde el punto de vista del poder público, el problema puede ser definido como la necesidad de mantener a los campesinos suficientemente cerca, para que no se organicen en una fuerza independiente y opositora que lo debilite, pero suficientemente lejos, para no verse obligado a ceder a sus demandas históricas, que contradicen el rumbo general del proyecto en curso.

¿QUÉ ES Y COMO SE DEFINE UN MOVIMIENTO CAMPESINO?

Las movilizaciones campesinas tienen dos aspectos: uno teórico y otro práctico. El primero se explica a través de los conceptos sociológicos y el segundo se expresa por medio de las tensiones socialistas. Con las movilizaciones campesinas se logra el proceso de formación de la conciencia de la clase campesina.

Conceptualmente las movilizaciones campesinas quedarían definidas en los siguientes términos:

1.- Los propósitos y objetivos ya no se limitan a la modificación de la tenencia de la tierra que caracterizan al agrarismo reformista, sino que se amplían hasta la modificación sustantiva de la entera estructura de poder imperante en la subsociedad campesina. Incluyendo no solamente la modificación del factor económico, sino también factores sociales y políticos.

2.- Los métodos de organización y liderazgo tienden a transformarse. O bien se trata de una adaptación de los patrones organizativos tradicionales, o bien se crean nuevas formas de organización social. Hay un tercer caso de reinterpretación del modelo sindical urbano.

3.- Los métodos de acción son principalmente directos e ilegales, incluyendo la toma de la tierra y la defensa armada.

4.-Se desarrolla un liderazgo campesino independiente de los organismos políticos urbanos nacionales, aunque sectorialmente se integran a las sociedades urbanas locales en movimientos de protesta o agitación política. Ante las invasiones de tierras los partidos reformistas urbanos se oponen violentamente y los partidos y grupos revolucionarios no tienen capacidad organizativa y numérica suficiente para intervenir directamente en el proceso, salvo en pocas ocasiones.

5.-Actúan sin una definición teórica y ni siquiera pueden presentar explicaciones precisas sobre su actuación. Su conducta fluctúa entre las nuevas tendencias y las anteriores, y carecen de coordinación unos de otros. De las tres etapas que señala Quijano Obregón: agitación y dependencia urbana; generalización y relativa independencia de lo urbano, y la coordinación y centralización; en México, las movilizaciones campesinas viven el primer momento.

• INICIOS DEL MOVIMIENTO CAMPESINO

Después de terminada la fase armada comenzó una etapa de lucha donde las masas rurales desafiaron a los nuevos gobiernos y sus proyectos. Este camino estuvo lleno de dificultades pues en varios momentos el estado restringió o/y neutralizo a sectores con presencia agraria. Con dicha movilización trascendió a varias entidades y regiones; alrededor de los años 1918-1920 se sucedieron las ocupaciones de diversos sitios, en algunos casos los hacendados ya habían huido a la Ciudad de México, a otras ciudades o al extranjero. Existían latifundios que estaban en litigo, generaban conflictos entre propietarios y trabajadores. Los años de guerra enseñaron a los campesinos que una de las formas políticas para resolver sus demandas consistía en desarrollar acciones organizativas.

El movimiento agrario se extendió en la segunda parte del siglo XX;  para 1926 un grupo de activistas constituyó la Liga Nacional Campesina, la cual enfrentó dificultades y la violencia ejercida contra el campesinado, fue la más fuerte del país, iniciándose la tercera década del siglo destacados dirigentes de la Liga Nacional Campesina habían desaparecido a causa de la represión imperante.

Con la entrada de Plutarco Elías Calles, una de sus principales acciones fue la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) el cual quería controlar las tendencias más significativas del medio agrario. En la definición política del nuevo contexto, el presidente Calles, hombre de Sonora, se sintió obligado a reconocer el fin del agrarismo. La inquietud latente de los campesinos, siempre dispuestos a la paciencia, despertó bruscamente ante una definición como la de Calles. Y se pusieron de nuevo en movimiento. Al iniciarse la década de 1930, una nueva dinámica campesina, aglutinada por las corrientes antiagraristas del callismo, y la de las estructuras industriales y comerciales de poder económico avanzaban al ritmo de la expansión capitalista. Para encauzar políticamente tal variedad de contradicciones, la administración cardenista adoptó un marco radical de orientación, el del Plan Sexenal de 1934, y emprendió una más abierta y consecuente política de masas, que hizo de la movilización popular la clave de una acción gubernamental transformadora.

Hacia 1933 la organización del campo adquirió nuevas fuerzas, pues un grupo de líderes de Chihuahua, San Luis Potosí, El Estado de México, Michoacán y Tlaxcala postularon a Lázaro Cárdenas para presidente, ya en la presidencia la presión campesina fue decisiva para las distintas reformas en el campo y las diversas iniciativas presidenciales tendentes a fortalecer el sistema político; se extendió el sistema de propiedad ejidal y de lo más destacable es la distribución de tierras del norte y noroeste del país.

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