Economia Social
Enviado por into • 12 de Octubre de 2013 • 2.509 Palabras (11 Páginas) • 303 Visitas
La Iglesia Comunal
Las Iglesias católicas, cristianas o de cualquier otra índole religiosa, en su totalidad promueven los valores que permiten al ser humano crecer en lo social, el centro de sus estudios es el amor y la adoración a un Dios, en el ceno de todas ellas el ejercicio con su seguidores es la formación del ser humanista y social, aspectos que son necesarios en la postulación de formas sociales de existencia, es precisamente la mengua de los valores cristianos lo que ha causado el desenfreno y la profundización de acciones desvalorizantes en procura de un símil de vida impuesta sobre una que no se dejo concretar. La familia como centro del accionar social es la primera iglesia, en ella se debe procurar el fortalecimiento de los valores, asegurándolos en las generaciones que están por venir. El roll de las iglesias en la restructuración de tejido social en todos sus sentidos es de suma importancia y es por ello que nunca deben perder su esencia edificadora de bien en pro del establecimiento de seres comprometidos los unos con los otros en todas las áreas del convivir.
Las Comunidades Rurales
Las comunidades rurales fueron impactadas por la migración de sus pobladores hacia los espacios urbanos desarrollados, encontramos que los servicios son escasos en ellas, igualmente escaso son las fuentes de empleo, el campo circundante en su mayoría está en desuso o no aprovechado, estos sectores son habidos a la concientización y a la atención gubernamental, aspectos estos que pueden ser aprovechados para reconstruir las relaciones económicas y productivas de los mismos sectores. Hoy encontramos que en Venezuela se hacen grandes esfuerzos para lograr que el sector rural crezca y se desarrolle ya que se dejo atrás esos conceptos socio-económicos que marcaban a estos sectores, donde no existían políticas para el desarrollo del área rural, trayendo los beneficios de las grandes ciudades al campo, tales como la educación, servicios de agua, electricidad, gas, transporte público, comercios, etc., minimizando la migración de sus pobladores y el establecimiento mediante los diagnósticos participativos encontrando las mejores formas de crecimiento y auto sustentabilidad, desarrollando sus propias fuentes de posible materia prima,. El proyecto socialista se pretende en su esencia esta premisa reestructuradora.
*El Espacio de gobernabilidad Económica y la Política
El trabajo del profesor Revéiz es una estimulante invitación a pensar las complejas interacciones entre ética, economía y política. Frente a la idea de conjugar estas tres dimensiones, renace la pregunta de Hayek: este es un asunto de la economía, como una forma de la política, o de la economía como ciencia?
Sin que el profesor Revéiz se plantee explícitamente la pregunta, sí hay elementos para concluir que los vínculos con la política y la ética son inherentes al quehacer de la disciplina económica.
La gran tarea científica de la economía es entender cómo se lleva a cabo la sorprendente coherencia "... entre el vasto número de decisiones individuales y aparentemente separadas acerca de la compra y la venta de bienes... la forma en que ocurre esta coordinación ha sido una preocupación central de la teoría económica desde Adam Smith" (Arrow 1972, pp. 155, 157).
El planteamiento de Arrow nos lleva a reflexionar por los presupuestos del mercado. Si pretendiéramos dar razón del mercado por el mercado mismo nuestra reflexión sería tautológica. El mercado tiene que ser explicado.
Las pruebas de la existencia del equilibrio son posteriores a la pregunta por las fuerzas que halan a los agentes a realizar el intercambio. Se trata, entonces, de comprender por qué existen intercambios exitosos. Por qué estos son posibles? Kolowski (1992, p. 28) considera que una teoría del mercado deba incluir los "motivos ético-culturales" que determinan la oferta y la demanda. La ética, junto con la cultura y las instituciones que le son propias, es constitutiva de las relaciones mercantiles. Por esta razón no hay mercado sin una ética que fije las reglas de juego. El mercado no aparece de un momento a otro. Se va construyendo a lo largo del tiempo. Al tratar de explicar por qué razón los países del Este todavía no han logrado consolidar una economía de mercado, Koslowski (1992 b) lanza la hipótesis de que estas sociedades todavía están en proceso de definir la conducta ética y las normas morales compatibles con los procesos privados de contratación.
La dimensión ética es constitutiva del mercado, no sólo porque lo antecede, sino también porque está presente en el momento del intercambio y porque lo trasciende al definir la función de bienestar social. La "constitución" de Arrow, la "escogencia constitucional" de Buchanan y la "comunidad de preferencias" de Musgrave apuntan hacia el mismo objetivo: mostrar que las relaciones mercantiles están éticamente condicionadas.
La explicitación del espacio de lo ético permite comprender el carácter relativo de categorías económicas como eficiencia, a las que en los libros de texto se les atribuye una significación unívoca. El condicionamiento cultural de la ética lleva a una relativización de la eficiencia. La puesta en práctica del concepto neowalrasiano de eficiencia ha llevado a un incremento notable de las tasas de desempleo en los países desarrollados. Tarde o temprano, esta amenaza al bienestar social obligará a reconsiderar el significado de la eficiencia. Los modelos intertemporales han puesto sobre el tapete lo absurdo de un proceso competitivo que lleva a producir más para consumir más, incrementando los desperdicios y amenazando el equilibrio ecológico.
Volviendo a la pregunta de Hayek, la relación entre economía, ética y política compete a la economía como ciencia. El trabajo del profesor Revéiz avanza en esta dirección. Delimita las esferas ética y moral. Considera que la ética (ethos), en tanto "... disciplina ligada a la filosofía, es la teoría de los hábitos y de las costumbres" (Revéiz 1996, p. 7). Por su parte, la moral (moris) "se fundamenta en principios religiosos y se instrumenta mediante normas" (Revéiz 1996, p. 7).
Las diferencias entre los modelos de desarrollo no son compernsibles por fuera del espacio de la ética y la moral.
"Valorizando la iniciativa individual el puritanismo fortaleció el capitalismo; valorizando la disciplina colectiva las religiones de Asia hicieron triunfar la empresa japonesa; valorizando las éticas de la cooptación y de la concesión discrecional, Colombia logró gran estabilidad política en la posguerra pero reavivó y recrudeció los conflictos políticos y sociales con elevado costo social y humano" (Revéiz 1989, p.
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