Economia, la competencia perfecta

4.1 la competencia perfecta

Uno de los modelos teóricos que se presenta en las economías contemporáneas, en relación con los mercados de productos, es el que se conoce con el nombre de competencia perfecta, el cual se deriva del sistema productiva del capitalismo y que ha venido manifestando las mismas bases de economía que la han distinguido con el correr de los años, como son la libertad individual y la libre competencia entre las empresas.

En los antecedentes de la historia, resalta la actitud de Adam Smith frente al comportamiento de los mercados, escribiendo en su gran obra “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, su reacción frente a la actitud reguladora de la actividad económica por parte del estado. Este filosofo a quien se le conoce como el más importante de la teoría clásica de la economía, considero que la mejor forma de sobrevivencia de los sistemas económicos es aquella que se basa en la pequeña empresa y el establecimiento de la libre competencia, además agrega que bajo de ese modelo de mercado se establecería un verdadero equilibrio económico, el cual representaría un beneficio para toda la sociedad, los principios de su teoría fueron los cimientos del capitalismo moderno actual, al criticar la no intervención del estado en la economía bajo la idea de que el individuo está cada vez más capacitado para cuidad sus propios intereses, y que el mundo económico se rige por una serie de reglas y leyes ajenas a las decisiones gubernamentales; de ahí la razón de que los individuos piensen únicamente en su ganancia personal.

Debido a las ideas de Adam Smith, el estado ha limitado su participación en la vida económica, dedicándose a la presentación de servicios en los que la iniciativa privada no tiene interés, como son los servicios de alcantarillado, de luz y agua, entre otros. Lo que sí es más conveniente observar es que la herencia filosófica de Smith sigue manteniéndose fresca, y quizás hasta vigente por las ideas discretas en su gran obra. Con el objeto de ubicar el presente estudio, y por la estrecha relación que existe con la teoría clásica de la economía, en este capítulo se analizaran las características teóricas de la competencia entre las empresas para entender cómo se determinan la formación del precio y la producción de equilibrio, así como los beneficios esperados por la venta de sus productos, además, podrá identificarse el momento preciso en que las empresas competitivas consiguen la máxima ganancia total posible, lo que resulta del análisis de sus ingresos recibidos y los costos de producción en que necesariamente han incurrido.

Características de la competencia perfecta

una vez que se han mencionado los aspectos más relevantes de la teoría clásica, se hará un análisis del tipo de mercado de competencia perfecta, de la que se dice es el caso más frecuente en una economía, en la realidad y la práctica es muy difícil su identificación; sin embargo, por la gran cantidad de artículos que se concurren a la compraventa, se tiene la certeza de que se asemeja a este modelo, lo que si puede confirmarse es la existencia de un sistema de precios libres, libre de competencia entre las empresas, y, hasta cierto punto, la soberanía del consumidor.

Cuando se habla de un sistema de precios libres, bajo el sistema capitalista todas las cosas u objetos que se compran, se consiguen necesariamente con dinero, el dinero es la unidad monetaria que debe pegarse por adquirir un artículo o cualquier cosa, es decir, debe de comprarse por su precio de venta, que no es otra cosa que el valor monetario de una cosa u objeto expresado por su precio En el capitalismo, la libre competencia entre las empresas suele manifestarse cuando entre ellas mismas se lucha por apoderarse de un mayor mercado. Aparentemente existe una competencia pacifica ente las empresas, pero esto no es verdad, ya que a algunas empresas tratan de eliminar el mercado a otras utilizando prácticas desleales, como el descredito de los artículos. En relación con la soberanía del consumidor, debe entenderse que cualquier persona tiene la libertad de expresar sus deseos ante una decisión de comprar o no algún producto, pues se supone que un consumidor es racional en su conducta y nadie mejor que él puede determinar lo que más le conviene cuando se enfrenta a la decisión de comprar artículos.

Supuestos o condiciones de la competencia perfecta

Se dice que un mercado es de competencia perfecta cuando cumple los siguientes supuestos o condiciones:

• Gran cantidad de pequeños productores. No se hace referencia al tamaño o estatura física que debe tener un productor o todos los productores, más bien, se refiere a la existencia de un gran número de fabricantes de un mismo artículo, los cuales se caracterizan por tener una capacidad de producción tan limitada que no de ellos no puede abarcar por sí solo toda la producción de un sector industrial; por tanto, difícilmente podría afectar a la totalidad de un mercado, en este primero supuesto, se crean y desaparecen las pequeñas empresas debido al desconocimiento pleno del mercado; por tal razón existe una libre entrada y salida de las empresas al mercado competitivo.
• Gran cantidad de pequeños compradores. En términos económicos, este segundo supuesto se refiere a la existencia de miles de demandantes de un mismo artículo, en donde cada uno de ellos debe tener un ingreso monetario tan limitado para eliminar la posibilidad de que uno solo afecte por sí mismo el mercado, es decir, que pueda comprar grandes cantidades de un mismo articulo.
• Producto tipificado u homogéneo: este es un supuesto demasiado teórico, pues supone que el artículo que ofrecen todos los productores en el mercado debe ser parecido o idéntico; en otras palabras, debe ser exactamente igual y poseer las mismas características en cuanto a peso, color, sabor, etc.; sin embargo, la mayor parte de los fabricantes de artículos tratan de hacer que el suyo resulte diferente y más atractivo para los consumidores.
• Conocimiento pleno del mercado. El cuarto supuesto de la competencia perfecta señala que todo consumidor de bienes debe conocer a la perfección de los precios de los artículos que se ofrecen en el mercado, para evitar alteraciones; sin embargo, en la realidad es muy difícil que los consumidores conozcan todos los precios de los productores debido a la gran cantidad de artículos que se ofrecen, sobre todo, por la magnitud o tamaño de los mercados.
• Libre movilidad de los factores productivos, Cuando se habla de factores productivos, se hace referencia a las principales que intervienen en la producción de bienes, como son: tierra, trabajo y capital, pero en el caso de la competencia perfecta, deben tener absoluta movilidad, es decir, que cualquier productor los pueda adquirir en cantidades suficientes y necesarias para evitar el monopolio de tales recursos, lo que no puede ocurrir por la poca capacidad de producción que tiene cualquier productor.

La reunión de los supuestos anteriores permite definir a la competencia perfecta de la siguiente manera: “situación de mercado constituido por la gran concurrencia de productores y consumidores, lo cuales acordaran el precio que tendrá un artículo en el mercado”.

La fijación del precio para las empresas competitivas

Según lo descrito en el capítulo anterior de este libro, el precio para cualquier artículo se fija exclusivamente de acuerdo con su oferta y demanda, es decir, por la cantidad de artículos que se ofrecen para su venta y por la cantidad de los mismos que se exige para su consumo. Esas “fuerzas invisibles” (así las nombro Adam Smith en sus teorías económicas) concurren libremente a los mercados para reunir los intereses en conflicto tanto de oferentes como demandantes, y así llegar a un acuerdo común: el precio real de un artículo. A esa decisión tan importante se le llama equilibrio. En un análisis muchos más profundos, la fijación de los precios para los bienes y servicios, pueden ser asignados de dos maneras:

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